Conclusiones

A modo de conclusiones finales, hemos decidido elaborar unos gráficos para mostrar a rasgos generales una media del tallaje, la alfabetización y su consiguiente analfabetización, altura, y oficios, de los mozos llevados a reclutamiento en el período comprendido entre 1925-1927, en lo relacionado a la villa de Almoradí. También hemos plasmado a través de un gráfico final, los reemplazos de los años 1912, 1913, y 1914, por ser la única información correspondiente que nos ha llegado de estos años, tras la aparición de los mismos en el legajo de 1915.

En este primer gráfico, referente al porcentaje de alfabetización y analfabetismo, observamos unos resultados muy equivalentes entre sí. De los mozos llamados a reclutamiento por la villa de Almoradí, en el período comprendido entre los años 1915-1927, solamente el 55% de los mismos saben leer y escribir, trayendo consigo un notable 45% del resto de los mozos que no saben ni una ni otra. Todo ello nos muestra la ruralización de la España de principios del siglo XX, caracterizada por unos niveles de educación y enseñanza mínimos, exclusivamente orientados a los sectores más altos de la sociedad, ya que las clases bajas y sus integrantes, se veían obligados a trabajar desde edades muy reducidas con el objetivo de ganarse el sustento, y dejando por lo tanto de lado la educación.

El segundo de los gráficos nos muestra unos porcentajes medios de la altura y el tallaje de los mozos desde 1915-1927, tal y como podemos apreciar en el título del mismo. Con unos resultados medios en altura de 1,63 metros, y un perímetro torácico de 0,84 metros, sorprende la baja estatura de los mozos. Muchos de ellos apenas superaban los 160 centímetros de altura, y era muy común ver a algunos mozos incluso por debajo de los 150 centímetros. Los más altos, que correspondían a una minoría muy reducida, se elevaban con dificultad de los 170cm, nunca más allá.

En cuanto a los oficios y profesiones que ocupaban los mozos, a rasgos generales, tal y como podemos observar en este gráfico circular, más de la mitad de ellos eran simples jornaleros. Esta profesión por lo tanto, era la más común entre los mozos llamados a reclutamiento, que a su vez, era seguida de muy lejos por otras, tales como la de ganadero, labrador, comerciante, etc. Destaca ese pequeño 5% de mozos, que aún sin profesión eran estudiantes. Probablemente, tal y comos mencionado con anterioridad, corresponderían a individuos de las clases sociales más altas, que por su condición podían permitirse no trabajar y seguir estudiando.

Ya por último, cabe mencionar los únicos datos que hemos podido extraer de los años 1912, 1913, y 1914. Se trata de tres legajos que no han podido llegar a nuestros días, y que al no encontrarse en el archivo no hemos podido abordar. De ellos solamente hemos podido recabar los datos referentes a sus reemplazos y demás. De estos tres años, obtenemos una media de 10 soldados de excepción, 2 excluídos, etc. Destaca el caso de 1914, año en el que aparece un prófugo, y por consiguiente los otros dos restantes, por no tener ninguno. Aparece ya por último una media de un soldado por año clasificado en la categoría de “otros”. Es una categoría muy heterogénea en la que podemos incluir diversas razones como que el mozo se encontraba en otro ayuntamiento donde sería tallado, entre otras.