La Fuente de los Inocentes o popularmente conocida como la Fuente de las Ninfas es uno de los ejemplos más destacados de la llegada del Renacimiento en la escultura francesa. Esta obra llevada a cabo por Lescot y Jean Goujon está situada en la plaza Joachim-du-Bellay, París. Se trata de una fuente de carácter decorativo terminada en 1549, fue motivo de la conmemoración de la entrada real solemne del rey Enrique II en París, al parecer la fuente se encontraba, en su época, adherida a una edificio, posteriormente quedó exenta transformándose en el símbolo principal de la plaza. La parte más destacada de la fuente corresponde a los relieves elaborados por Jean Goujon, la temática del relieve corresponde a unas ninfas, un recurso muy popular en el renacimiento, tanto en la escultura, como en la pintura. Las ninfas son personajes femeninos sobrenaturales que están relacionados con el mundo de la naturaleza, pueden llegar a representar diferentes elementos como el agua, viento o estaciones del año, estas imágenes femeninas semidesnudas son un claro ejemplo de esa visión clásica que se lleva a cabo durante esta etapa.
En el caso de esta obra Jean Goujon representa un estilo refinado y técnico el cual podemos ver reflejado en los detalles de los pliegues de vestido, el relieve carece de excesiva profundidad, las ninfas son jóvenes, bellas y reflejan gran sensualidad, propia de los estilos renacentistas en Europa. Como se puede ver en la imagen todas contienen ánforas con las que vierten agua, lo cual indica que todo está relacionado con este elemento.
Actualmente la fuente está elaborada con una copia, quedando el relieve original expuesto en el Louvre. Sin duda esta obra recuerda a los mismísimos frisos del Partenón u otros de la Antigua Grecia, lo cierto es que esta maravilla de Jean Goujon es, sin duda, uno de los trabajos escultóricos más reconocidos en París.
Deja un comentario