Según se puede ver en la imagen superior, ambos cónyuges procedían de segundas nupcias. Aún así eran parientes, como ya hemos mencionado anteriormente.
Fernando era un gran diplomático, y con su política exterior se llegaría a la egemonía hispánica en la Europa de los siglos XVI y XVII.
Recordemos el descubrimiento de américa en 1492 que a parte de prestigio supuso un hito en la historia mundial abriendo paso a grandes oportunidades y a una enorme extensión colonialista con las consiguientes posibilidades económicas y científicas.
El final de la estancia musulmana en la península y la influencia de los confesores de la reina Isabel indujeron a los reyes a unificar la religión, y en 1492 los judios fueron expulsados del reino, y los mudéjares granadinos fueron obligados a convertirse al cristianismo. En 1478 ya funcionaba la inquisición.
El reino se iba ampliando. Consiguió de Carlos VIII de Francia la restitución de la Cerdeña y el Rosellón en 1493, y el reino de Nápoles en 1504.