Sin duda, cuando alguien nos habla de puentes y resonancia nos viene a la mente el caso del famoso puente de Tacoma Narrows, que colapsó debido al flameo provocado por el viento, entrando en resonancia con la frecuencia propia de la estructura.
En el caso del Millennium Bridge o Puente del Milenio (Londres), la causa fueron los propios peatones el día de su inauguración en 10 de junio de 2000. Estos movimientos de vaivén eran producidos por el gran número de personas, 90000 el primer día y más de 2000 en el puente al mismo tiempo. Las primeras pequeñas vibraciones obligaron a los viandantes a caminar de manera sincronizada con el balanceo, incrementando el efecto, incluso cuando el puente se encontraba relativamente poco transitado al comienzo del día.