«Pero, al mirar este capullo y este tallo, he intuido en una milésima de segundo la esencia de la Belleza…
Porque lo bello es lo que se coge en el momento que ocurre. Es la configuración efímera de las cosas en el momento en que uno ve al mismo tiempo la belleza y la muerte.
Ay, ay, ay, me he dicho, ¿quiero esto decir que así es como uno tiene que vivir su vida? ¿Siempre en equilibrio entre la belleza y la muerte, el movimiento y la desaparición?
Quizá estar vivo sea esto: perseguir instantes que mueren.» (306)
Muriel Barbery, La elegancia del erizo.