Todo lo que nos rodea, nuestro entorno, lo que comemos, el aire que respiramos, es todo gracias al espectacular trabajo que realizan las plantas y otros organismos fotosintéticos. Durante la última década grupos científicos han estado trabajando y estudiando tratando de comprender y entender la capacidad que tienen las plantas para transformar la luz del sol en energía química. El objetivo final de entender este proceso es de poder mejorar ese proceso tratando de lograr su eficiencia y así en un futuro poder emplearlo como nuevas fuentes de energía.
El funcionamiento de la fotosíntesis se genera en las membranas de las células de las plantas, donde en estas los fotones, que son las partículas que conforman la luz del sol, hacen romper las moléculas de agua de las que están formadas las plantas liberando electrones y protones. El siguiente paso, con el dióxido de carbono que las plantas van absorbiendo de la atmósfera, van formando hidratos de carbono en los que queda almacenada la tan preciada energía.
Investigadores de la Universidad de Okayama, Japón, recabaron datos para aprovechar la capacidad que tienen las plantas para acumular la energía del sol mediante una técnica empleando un láser de electrones libres, con el que consiguieron recoger información sobre las estructuras del proceso antes de ser destruido naturalmente.
Aún así con la tecnología actual, en concreto la fotovoltaica, se logra transformar sobre un 10 por ciento de la energía que se percibe del sol, mientras que de las plantas se ha demostrado que solo pueden acumular un 4 por ciento de la energía solar.
Otra desventaja que pueden tener las plantas sobre los paneles solares es que los paneles pueden retener energía mediante la radiación que puede haber sin tener la necesidad de que haya luz directa, mientras que las plantas necesitas de esta para almacenar energía. La idea de los científicos es de aprovechar las capacidades de las plantas que no poseen las células fotovoltaicas intentando conseguir tener la posibilidad de poder absorber CO2 y convertirlo en combustible liberando después de la combustión oxígeno a la atmósfera.
Deja un comentario