Cracovia es la capital del viovodato de Pequeña Polonia y una de las ciudades mas antiguas e importantes de Polonia. En el año 1038, Casimiro I el Renovador establece su sede en Cracovia, convirtiéndose así en la capital de Polonia. Hasta que, en 1596, Segismundo III Vasa la traslade a Varsovia, donde se encuentra situada hoy día.
Durante el S. XIII sufrió varias invasiones tártaras, siendo destruida y posteriormente restaurada por colonos alemanes, lo que dejaría una gran influencia germánica.
De 1333 a 1370 gobierna el rey Casimiro III el Grande, considerado el gran reformador de Polonia. Situando a Polonia en un plano principal con respecto al comercio, la política, la cultura y la ciencia. Durante su reinado, en 1364 concretamente, mandó fundar la universidad de Cracovia.
Posteriormente, llegaría al poder la dinastía Jagellón (1386-1572), la más importante de Polonia. Siendo una dinastía de origen lituano, reino en diversos países de Europa central durante su vida. Estuvo establecida en Polonia desde 1386 hasta 1572. Llegaron al poder polaco gracias a la unión de una hija de Luis I con un Jagellón duque de Lituania, dando fruto a la formación de la República de las dos Naciones. Esta unión dio lugar a una gran potencia que abarcó desde el Báltico hasta el Cáucaso, con Cracovia como centro político.
En 1434 llega al poder Vladislao III, dando lugar a que Cracovia, un estado católico, se viera rodeado de germanistas, ortodoxos e islamistas otomanos. Estas guerras continuadas debilitaron al país y el poder económico se vio desplazado, lo que junto a la búsqueda de una salida por el mar Báltico llevó a que, en 1596, como se mentó antes, Segismundo III Vasa trasladase la capital al centro del país, Varsovia.
A pesar de que perdió la capitalidad, Cracovia mantuvo el prestigio, lo cual podemos ver en como la catedral de Wawel, construida entre 1320-1364, se siguió usando como lugar para coronar a los reyes.