Hemos visto con anterioridad la maravillosa Basílica de Santa María, ahora es turno de centrarnos en su obra más característica: Retablo de la Virgen de Cracovia elaborada por Wit Stwosz (1477-1489) , escultor de origen alemán que desarolló parte de su trabajo en tierras polacas.
El artista cobró gran prestigio en la ciudad que hasta construyó la tumba del rey polaco Casimiro IV, en la catedral de Wawel. Destaca sobretodo su decorativismo, de ahí la belleza de su obra junto al naturalismo de las figuras.
El retablo se data de finales del siglo XV, elaborado en madera y en él impregna el estilo naturalista propio del período Gótico tardío, donde las expresiones faciales y gestuales cobran protagonismo con el objetivo de transmitir mensajes, ideas o pensamientos.
La escultura, de carácter religioso, nos muestra en su parte central la desolación de la Virgen María y de los apósteles que la acompañan. La obra se realizó de dicha manera puesto que su intencionalidad fue generar impacto en el receptor además, poseía labor educativa. En las alas del retablo podemos observar escenas de índole religiosa acerca de la vida de la Virgen María y Jesús; se nos muestra la concepción de Jesús , la visita de los reyes magos (ala izquierda del retablo), y el ascenso del espíritu de Jesús al cielo (ala derecha).