Hoy hemos salido de Reykjavik en dirección al Círculo Dorado. A ambos lados de la carretera, un paisaje de colinas y llanuras de lava volcánica nos ha recordado los paisajes lunares. No es extraño, los astronautas del Apolo XI se entrenaron en Islandia antes de su expedición. Birgir Jónsson, ingeniero geólogo y compañero de la U3A, nos ha explicado que las áreas tapizadas de musgo tienen restringido el acceso al público porque esta delicada planta tarda hasta cien años en regenerarse.
En Hellisheidarvirkjun hemos visitado On Power, la planta de energía geotérmica más grande de Islandia. El país cuenta con una larga historia en este tipo de industria. Nos ha impresionado la investigación y la inversión en alta tecnología que se está llevando a cabo para extraer el calor de los volcanes y convertirlo en energía para el uso diario. La calefacción del 90% de los hogares islandeses es buena prueba de ello. También es sorpendente cómo todo este proceso se hace de manera totalmente sostenible: por supuesto, las turbinas están alimentadas con la propia energía generada allí y el C02 residual se inyecta de nuevo en la tierra para convertirlo en roca.
Emprendimos camino de nuevo, a través de montañas con cascadas y fumarolas, e hicimos un alto para ver la isla Vestmannaeyjarlegar, cuya población fue evacuada hace unos años a causa de la erupción del volcán Eyjafjallajokull.
Poco después llegamos a la localidad de Hveragerdi, conocida como el pueblo de las flores. Sus aguas termales han servido no sólo para bañarse o lavar, sino para desarrollar la horticultura en invernaderos. También hemos podido visitar el parque geotérmico, con fumarolas, agua hirviendo y géiseres en pleno centro.
Por la tarde, completamos nuestra formación en geología, terremotos y volcanes con Páll Einarsson, profesor emérito de Geofísica de la Universidad de Islandia.