Sus lenguas y identidades

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Hubo dos lenguas que Carlos I ha aprendido pronto durante su juventud en el Corte de su tía Margarita y que eran sus lenguas maternas: el francés y el flamenco. La tercera lengua que aprendió era el español. El hablaba y escribía el Español completamente correcto. Años después se familiarizó con el italiano.

También intentaba de aprender el alemán pero nunca lo dominaba aunque la Corona del Sacro Imperio Germánico era la más importante para el.

Por su nacimiento y por su educación Calros I fue un borgoñon y eso no le olvidó durante toda su vida. Esto se puede ver en el nombramiento de Felipe, su primogénito, porque su padre también llamaba Felipe.

Sus intereses

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Carlos I tenía un gran amor hacia la música. Este caracteristia es uno de las más destacados en cuanto a su personalidad. Durante la infancia aprendaba a tocar el clavicordio para glorificar a Dios y para alegrarse de su alma. Aguí se tiene que mencionar que Carlos tenía una capilla de música flamenca que le acompanó siempre y por toda Europa. En la Corte de su mujer, la emperatriz Isabel, en España tenía una gran escuela de la música española del siglo XVI. Aparte de todo eso tenía una gran afición hacia las mapas y los relojes que se puede interpretar como un símbolo de su gran territorio o quizás porque siempre tendría que viajar.

Otros intereses eran las fiestas, las ceremonias y el torneo en las cuales bebí mucho cerveza. Finalmente se puede decir que Carlos sentía, como un hombre con la fé fuerte,  muy mal a la discordia religiosa.

 

Su carácter

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El carácter de Carlos I está descrito como un carácter de gran complexión melancólica, muy autoritaria y medieval.

Además fue un hombre extremadamente religiosia, que se aclara con saber que ha oído dos misas cada día durante toda su vida. Una ha oído para su madre enferma. Con referencia a que Carlos era muy justo se puede constatar que fue un enemigo de juegos pero un amigo de pocas palabras que no perdonaba facilmente a quienes le ofrendían.

Aparte de esto le gustaría la soledad y no disfrutaba de reír que también se puede ver en que Carlos I no era muy generoso y que fue descrito como un hombre frío. Como gobernante tenía una gran capacidad de resistencia y una voluntad fuerte. El amaba a las armas, siempre fue un soldado y sabía como ganar, pero tambíen buscaba sincceramente la paz.

La apariencia física

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En cuanto a la apariencia física de Carlos I se puede constatar que hay quadros de el pintados por diferentes pintadores durante toda su vida que le muestran desde un jóven emperador hasta un viejo.

Entre otros Conrad Mert pintaba a Carlos en sus primeros años de adolecencia con un cuello largo y ojos enimismados. Bernard van Orley pintaba a Carlos como un odelo de un jóven soñador. Al contrario, en los ultimos años de su vida el está presentado como un viejo postrado en un sillón.

Las rasgos físicos más caracteristicas de Carlos I fueron su estatura mediana y su cara con ojos azules, un frente espaciosa y una nariz aguileña.