Pediatras

La pediatría es una profesión sobre la que tenía poca información y la verdad es que cuanto más la conozco más me sorprende. Los pediatras no parecen ponerse de acuerdo sobre casi nada. No hay una propuesta clara sobre los alimentos que los niños -especialmente los bebés- deben tomar y cuándo; sobre cuánto tienen que dormir -lo que es normal o no-; sobre si hay que poner tal o cual vacuna; sobre cuándo deben empezar a hablar; sobre cuándo deben mantener el cuello recto; etc., etc. Todo son dudas. Todos les parece bien o nada les parece bien. Entre ellos, por otra parte, llevan a cabo cruentas batallas sobre teorías y métodos. Cualquier padre que se precie conoce la polémica González-Estivill. Me río yo de los generativistas y antigenerativistas. Independientemente de sus guerras internas, en lo que sí parecen coincidir todos los pediatras es en aplicar el percentil. Este término (que uno aprende rápidamente cuando comienza a ser padre), y aquí empieza la paradoja, informa sobre lo que es normal medir, sobre cuánto se debe pesar, o sobre los centímetros que debe tener el perímetro craneal del niño o bebé. Los pediatras no te darán respuestas sobre cosas concretas, pero sí te indicarán que mires el percentil. El otro día mi niña fue al pediatra y como consecuencia de ello tuve noticia de otro percentil: los bebés de 18 meses tienen que ser capaces de poner cubos uno encima del otro como mínimo hasta tres (el hijo de la pediatra hacía seis, según ella misma informaba). Mi hija no hace nada de eso, entre otras cosas porque no tiene cubos. Obviamente, tiene otras cosas. A la respuesta de mi mujer, la pediatra categóricamente respondió: ‘No la lleváis a la guardería y hay que estimularla. Os voy a poner deberes para el próximo mes’. Y yo me pregunto: ¿Se estimulan más los niños en la guardería? La mayor parte de guarderías tienen 5 o 6 niños por cuidador. ¿Pueden estimularlos a todos? Hay gente que dice que los niños se estimulan estando con otros niños. Es posible que los niños sí; los bebés, no. ¿Quién conoce a un bebé que juegue con otros bebés? En fin, mi hija es capaz de distinguir una planta de romero de un rosal. Y sabe que este último pincha, por lo tanto, no se debe tocar. Mi hija juega a escribir desde hace tantos meses que casi no me acuerdo; es capaz de montar y desmontar bolis, juguetes, llamar por el móvil, y un montón de cosas para las cuales necesitaría cientos de posts. Pero no sabe poner un cubo encima de otro… Qué ciencia esta de la pediatría…