Ayer Joanneta dio la primera muestra de sentido del humor. Me explico. No es que antes no riera, sonriera, etc., etc., sino que por primera vez gastó una especie de broma. Es muy habitual ahora que Joanneta berree y proteste por todo (en realidad, lágrimas de cocodrilo), así que yo (que ya no hago caso de muchos de estos berrinches) la imité e hice uno de sus frecuentes ‘ah, ah’. Ella se dio cuenta de que en realidad la estaba imitando para jugar y repitió el ‘ah, ah’ y se rió. El humor y la ironía se vehiculan muchas veces como juegos lingüísticos, para llevarlos a cabo es necesario reflexionar metalingüísticamente. Algo parecido es lo que Joanneta hizo ayer. Por lo que al lenguaje en general se refiere, Joanneta está en una fase de gran imitación. Repite lo que le decimos (algo parecido, claro está), eso sí, cuando le apetece. Aunque hace tiempo que reconoce imágenes, su precisión es cada vez mayor. Cuando en la tele sale Sponge Bob, repite [‘papi], que viene a ser ‘Patrick’, su personaje preferido. A su madre y a mí nos reconoce en fotos, pero suele emplear ‘tete’ de forma genérica para fotos de niños o incluso de ella misma. Mirarse al espejo le llama la atención. Imagino que ella sabe que la imagen es ella, pero no lo sé seguro.