El primer gesto significativo de Joanna fue la sonrisa. Al principio los bebés juegan a sonreír. La sonrisa, aunque muy temprana (a veces nada más nacer), no es significativa. Es una especie de gesto reflejo. Cuando sus ojos empiezan a ver, la sonrisa va cambiando su función. Al principio, como digo, es sólo un juego. Luego los bebés se dan cuenta que su sonrisa despierta simpatía y la utilizan para llamar la atención. “Si sonrío, me hacen caso, por lo tanto, sonreír es una estrategia comunicativa eficaz”, parecen decir. A partir de entonces, la sonrisa forma parte de sus vidas. La gente les sonríe y ellos sonríen. Lo que era una especie de gesto reflejo se convierte en una forma de comunicar. Joanneta sonríe mucho. La gente, por lo tanto, afirma: “Joanna es mu simpática”. Joanneta, por su parte, debe pensar: “además de llorar, tengo una segunda estrategia para que no me coman los leones”. El segundo gesto que me ha llamado la atención es el de abrir los brazos mientas está tumbada y pegar patadas con los dos pies al mismo tiempo. Este gesto significa, obviamente, ‘cógeme’. Comienza con el mero movimiento y si la cosa no va como ella quiere, lo acompaña con un llanto final. Este gesto es sólo para los más allegados, es decir, no lo hace con cualquiera. Sólo con su madre y conmigo.