10 curiosidades acerca del cuerpo humano

Un parpadeo es una pequeña siesta

Los expertos señalan que parpadeamos del orden de 15 a 20 veces por minuto. Esta pequeña acción es más valiosa de lo que piensas, cada vez que lo haces evitas que se acumule polvo y otras partículas en tus ojos, además de valer como forma de hidratar los ojos.

Y es que cada vez que parpadeas estás tomando una pequeña siesta, de hecho, según recoge un estudio de la Universidad de Whashington cada vez que realizamos un parpadeo recargamos las pilas, mejora nuestra atención y ayuda a descansar. Lo mismo que una siesta, pero en versión mini.

 

Existen más de cinco sentidos

Los seres humanos podemos oler, escuchar, ver y percibir mediante el tacto y el gusto. Pero a estos cinco sentidos clásicos hay que sumarle unos cuantos más. Por ejemplo, el sentido del equilibrio que detectamos a través de la percepción del equilibrio o la “nocicepción” llamada sentido del dolor.

 

La mitad de la fuerza de tu mano está en tu dedo pequeño

Como estás leyendo, tu dedo meñique, es decir el más pequeño es el más fuerte. Esto se debe a que es fundamental en el juego de poder del resto de dedos.

De hecho, Laurie Rogers, terapeuta del Hospital Nacional de Washington confirmó en una entrevista que si perdiéramos nuestro dedo meñique con el se iría la mitad de la fuerza de nuestra mano.

 

Nuestros dedos no tienen músculos

Por mucha fuerza y maña que tengas a la hora de abrir algo, coger un peso o aguantarlo nos es por tener músculos fuertes en los dedos.

Todo ello se debe a la combinación de movimientos entre los tendones y huesos, así como de los músculos de las palmas de las manos, pero músculos en los dedos, ninguno.

 

Tienes un segundo cerebro en el estómago

En el año 2011, el escritor, James Greenblatt, concluyó en su libro: El segundo cerebro, que hay más neuronas en el tracto digestivo que en cualquier otro lugar, además del cerebro. De esta forma, se pudo comprobar que nuestro estómago tiene independencia del cerebro y que este último es el que reacciona al cerebro.

Esta cantidad de neuronas son las que, probablemente, causen esa “sensación de mariposas” en el estómago.

 

Los huesos son más fuertes que el acero

Lo curioso, es que a pesar de las roturas, los huesos son sustancias más duras de lo que piensas. Son tan fuertes que, según afirman en el medio Discover, onza por onza nuestros huesos son más resistentes que el acero.

Tal y como han descubierto en una investigación en la revista Ciencia los huesos pueden aguantar mejor la presión que el hierro, por no mencionar que tienen mayor aguante que una barra de acero del mismo ancho. Eso no significa que no sean irrompibles.

 

Los seres humanos, brillamos, “literalmente”

Sabemos que los ojos son una máquina mejor que una cámara réflex o un teléfono inteligente ya que de ser una de ellas tendría unos 576 MP, sin embargo, esa asombrosa calidad y resolución impide captar el brillo que nuestro cuerpo desprende.

Sí, brillo, y es que según una investigación realizada por científicos japoneses han descubierto que nuestro organismo emite luz visible, pero al ser de una intensidad 1.000 veces menor de lo que captan nuestros ojos no lo podemos ver.

 

Tu pelo sabe cuando estás durmiendo

Aunque te parezca una locura, nuestro cuero cabelludo conoce nuestro sueño, es más, saben nuestro patrón de sueño. Esto ha sido confirmado por expertos de la Universidad de Yamaguchi que han demostrado que nuestros pelos tienen células de ARN con genes llamados “reloj” que graban los ciclos de sueño de cada persona.

 

La posición de tu cuerpo afecta a tu memoria y estado de ánimo

La capacidad de aprender se ve afectada por la posición que tengamos al sentarnos. Unos médicos han comprobado que si te inclinas hacia abajo tenderás a pensar negativamente y olvidar ciertas cosas.

En cambio, si te sientas hacia arriba y miras hacia arriba, probablemente, recuerdes cosas positivas y con ellas mejore tu memoria. 

 

Tu pelo sucio reduce la contaminación ambiental

Afortunadamente, el cabello sucio puede ayudarnos en la tarea de reducir los niveles de ozono y es que, según los ingenieros ambientales de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Missouri, el cabello absorbe el ozono, un contaminante del aire.

Estos expertos descubrieron que el cuero cabelludo genera aceites que son la mayor causa de la reducción del ozono, o sea que si quieres ayudar al medio ambiente, ya sabes, ¡usa menos champú!


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