2- La localidad

Introducción

Alcoy/Alcoi es la capital de la comarca de la Hoya de Alcoy (Alicante). Presenta una topografía accidentada lo que causa problemas en las comunicaciones. Las montañas que rodean Alcoy son: Sierra de Mariola, Biscoi, L’Ombria, La Serreta, Fuente Roja, Carrasqueta, Els Plans.

La localidad es una ciudad mediterránea con un entrono natural incomparable, rodeada de dos parques naturales y a tan solo a 54 km de Alicante y 105 de Valencia.

Sus fiestas de moros y cristianos o la centenaria Cabalgata de los Reyes Magos, junto con otros eventos culturales, son un reclamo anual que atrae a miles de turistas por su magia y espectacularidad.

Contexto

Antes y durante la Guerra Civil

Alcoy se sitúa en la provincia de alicante y se dedicaba mayormente a la fabricación textil, metalúrgica y papelera.

La creciente industrialización en el siglo XIX propició el aumento poblacional, con la consecuente concentración de la población en los barrios más populosos de la ciudad y que contaban con escasas infraestructuras.

Estas especiales circunstancias polarizarán a la ciudad en dos clases sociales claramente definidas: la masa de trabajadores, la mayoría de ellos afiliados a organizaciones sindicales obreras y a paridos de izquierdas; y un empresariado local con intereses totalmente opuestos, y que entraran en enfrentamiento.

Con la proclamación de la Segunda República, los conflictos laborales y las huelgas se harán cada vez más frecuentes, al tiempo que los trabajadores por una parte y los partidos de derecha y la misma iglesia, por otra, radicalizarán sus posturas.

Por ello, a penas se tuvo noticias del alzamiento militar, la ciudad se convirtió en un foco de intereses contrapuestos.

La localidad no sufrió las consecuencias directas de la guerra hasta bien entrada la contienda, aun que el conflicto alteró la vida de sus habitantes. En la ciudad convivían múltiples intereses políticos que eran difíciles de armonizar y los acontecimientos se precipitaron. Se convocó una huelga general, se levantaron barricadas, se blindaron camiones que patrullaban la ciudad… Se creó un Comité Revolucionario de Defensa para impedir que los militares de la ciudad se pudieran levantar en armas. Algunos templos y conventos fueron ocupados y usados como almacenes y cocheras.

Tras el cese del acuartelamiento que se había sucedido en el cuartel y que había durado 17 días, se formó una columna de milicianos y soldados que salieron hacia el frente de Córdoba.

Al iniciarse la Guerra Civil se agravó la recesión sectorial que vivía la industria alcoyana y la solución a esto fue la reconversión de la producción hacia la industria de guerra y las industrias fueron colectivizadas. Las industrias textiles orientarán su producción a abastecer de tejidos y mantas al ejército republicano; y las empresas metalúrgicas pasaron a fabricar cañones, proyectiles, cartuchos, espoletas, bombas de mano…

Nada más empezar la guerra las autoridades locales creyó conveniente que debía prepararse un plan que permitiera protegerse de los bombardeos enemigos para lo que se creó la Junta Local de Defensa Pasiva. Para defender la ciudad se construyó una torre con un cañón antiaéreo junto a la hidroeléctrica que defendería la misma, las fabricas de su alrededor y el Hospital Municipal Civil de Oliver, y otra torre cerca de las estaciones de ferrocarril. Otra medida que se tomó fue la colocación de una sirena y que se instaló en lo alto del Ayuntamiento (hoy aún se encuentra en ese lugar) y que serviría para avisar a la ciudadanía de los bombardeos. En la Serreta el DECA (departamento de Defensa Especial Contra Aeronaves) instaló uno de sus tantos observatorios y cuyo objetivo era dar la voz de alarma ante la presencia de aviones enemigos.

Durante los años de guerra se abrieron bajo el casco urbano una gran cantidad se refugios para la población. En Alcoy se construyeron una gran cantidad de refugios entre los colectivos, los refugios de las fábricas y los particulares que en total tenían una capacidad para entre 27.859 y 29.219 personas.

Los sublevados estaba recibiendo ayuda de Italia, en las Baleares se creó un grupo bombardeo llamado “Falchi delle Baleari” (halcones de las Baleares). Con sus aviones bombardearon la localidad entre septiembre de 1938 y el 11 de febrero de 1939 en los que se lanzaron 624 bombas y que suponían un total de 49.085 kg de explosivos. Estos bombardeos se cobraron la vida de 64 personas.

En cuanto al abastecimiento hay que decir que todo estaba racionalizado y durante la guerra escasearon los productos de primera necesidad y que solo se podían comprar de vez en cuando y donde la Comisión de Abastecimiento establecía. Algunos ejemplos de carestía están en el pan, al principio se había establecido medio kilo por persona y día pero con el paso del tiempo se pasó a 100 gramos por persona y día. La leche también se racionalizaba y llegó a escasear hasta el punto de que solo se podía comprar bajo prescripción facultativa. Lo mismo sucedía con el resto de productos como el carbón el azúcar o la carne.

 

Joan Valls, poeta alcoyano, escribía esto sobre la guerra en Alcoy:

 

Bautismo de Guerra

Alcoi del levante arisco,

si en la defensa subterránea

te aseguraste a tiempo,

no me niegues que confiabas

en el olvido de aquellos

que hoy aniquilan tus casas,

tus puentes, tus arrabales

y ese ritmo de tus fábricas

que late en las chimeneas

y en las selfactinas rápidas,

y en los telares crujientes,

y en los yunques y en las fraguas

un poema acelerado

de fecundidad diaria

Nadie espera del peligro.

Y allá en las cumbres lejanas,

un horizonte tibio

que apenas vio una mirada,

un rumor de hélices broncas

se alteran en tornos, se agranda,

se siluetean en diez sombras

y en dos escuadrillas anchas.

El miedo unánime chispa

dentaduras y gargantas.

Las comadres gritan voces

de blasfemias indignadas

Huyen a los subterráneos

y a los sótanos. La rabia

en los hombres pone gestos

de arcángeles en venganza.

Sobre la ciudad ciernen.

¡Que son diez buitres de Italia

que el Vaticano bendice

para la guerra de España!

Recruje la tierra el golpe

horrísono de la metralla.

Los refugios se estremecen

y el espanto en las miradas

cuaja un reflejo vivísimo

de odio de sangre de casta.

Retiemblan habitaciones

y al escupir la metralla

acribilla, violadora,

la intimidad de las casas:

muros en brecha partidos;

alcobas desmanteladas

que aun tienen ecos nupciales

de amores a flor de savia.

Gritos rotos de los muertos,

brazos, piernas desgajadas,

y una niña toda en sangre

a su muñeca abrazada

copia, en símbolo inocente

una rosa pisoteada.

¡Volved la vista hacia aquí,

brujos de la diplomacia:

los bombardeos no caen

sobre vuestras testas calvadas;

descienden sobre una tierra

meridional y gallarda

que ríe cara a la muerte

y cara a la muerte canta

bravo, henchido, pecho en pelo

relieve hacia nuevas albas!

Y tu, Alcoi, suelo que diste

semilla a mi humilde casta,

forja, ríen en al trabajo

y en la pena bombardeada.

Ya tu historia en el fecundo

vientre obrero de una raza

que puede, contra la furia

del destino y la metralla,

levantar su puño fuerte

Por la vergüenza de España

Joan Valls

Tras la Guerra Civil

El 1 abril de 1939 accedieron a la ciudad de Alcoy las tropas Italianas “Corpo truppe Voluntarie” y el 6º Tambor de Regulares de Tetuán. Ambos ocuparon en acuartelamiento militar situado en la plaza, apareciendo de nuevo la represión, la violencia y las muertes.

Días más tarde, el 6 de abril, se constituyó un juzgado militar con el fin de conducir la represión. Finalmente el 24 de mayo se iniciaron los juicios en la Casa Consistorial de Alcoy, de estos juicios lo más destacado fue el fusilamiento del exalcalde de Alcoy Evaristo Botella Asensi

El régimen republicano dejo de regir a la ciudad de Alcoy a las cinco de la tarde del 29 de marzo de 1939, dos días antes de que finalizara oficialmente la Guerra Civil.

En este momento produjo el traspaso de poderes del Presidente del Consejo Municipal Jorge Quiles Aznar, al Delegado Local de FET (Falange Española Tradicionalista) y de las JONS (Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista) Javier Carbonell Muntó, convirtiéndose en el primer alcalde de Alcoy durante el franquismo. También fue nombrado Caballero de la Orden de la Corona de Italia, en 1939 debido a la buena acogida que la Ciudad de Alcoy dispensó a las Fuerzas legionarias italianas, las cuales entraron en Alcoy a la cabeza del ejército franquista.

Los tres pilares fundamentales de esta primera etapa franquista serán el ejército, la Falange y la Iglesia Católica, ya que serán los encargados de proporcionar apoyo, personal político  legitimidad al régimen. Por esta razón eran frecuentes los actos en los actos de carácter político-religioso, en los cuales los sacerdotes elogiaban al Caudillo mientras los jerarcas franquitas hablaban de la moral y de la defensa de la fe católica y la Guardia Civil se encargaba de que se cumplieran las obligaciones religiosas

El régimen nacido de la Guerra Civil evolucionó aunque lentamente. En sus primeros momentos brillaron con todo su esplendor los rasgos totalitarios y fascistas.

 

María Beas Martínez y Moisés Pulido Ripoll

Bibliografía:

Beneito Lloris, A. Alcoi, objetivo de guerra. Ed. Gráficas Alcoy, 2007

Moreno Sáez, F. Historia de l’Alcoià, el Comtat y la Foia de Castalla. Alcoy, Ed. Prensa Alicantina S.A., 1996

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