Este taller de arte tiene dos aspectos fundamentales para la historia alicantina. Por un lado, la tradición cerámica muy típica de la ciudad alicantina que se plasma en este Taller de Arte. Por otro lado, el nombre del taller evoca a la perdida porta ferrisa, lugar en el que se encuentra el taller, que en la etapa medieval de la ciudad era uno de los accesos a la ciudad a través de la ya inexistente muralla.
Con este taller podemos comprobar como la historia de un lugar determinada marca el presente de la sociedad en aspectos tan fundamentales para el propietario de un negocio como el de nombrar su local. La tradición es recordada y se va trasmitiendo con el paso del tiempo, a veces de maneras extrañas como siendo el nombre de un Taller de cerámica.
C/ Villavieja, 4, Alicante. 6/1/2.014
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