Muerto Aruj, el mayor de los hermanos Barbarroja, en Tlemecén durante una batalla contra los españoles del año 1518, Hayreddín hereda el gobierno de Argel. Además, las ansias de venganza por la muerte de sus tres hermanos le llevará a luchar con más fuerza que nunca y a ser temido por toda la cristiandad mediterránea, hasta el punto de verlo indestructible.
Hay que tener presente que Aruj y Hayreddín eran bastante diferentes: mientras a Aruj le interesaban las cuestiones políticas, a su hermano menor este tema no le atraía nada. Tenemos que imaginarnos a Barbarroja como un auténtico corsario, el cual se preocupaba únicamente por las acciones de pillaje, es decir, por atacar naves enemigas para hacerse con riquezas y esclavos. Como su hermano, Hayreddín continuó con la acción de transportar a los mudéjares del sur de España al norte de África.
La primera medida que tomó fue matar a los españoles cautivos de Argel. Al mismo tiempo, el rey Carlos I de España ordenaba al virrey de Sicilia, Hugo de Moncada, que atacase Argel y matara a su nuevo rey Barbarroja. De esta batalla salió vistorioso el pirata, del que las fuentes dicen que tal era su orgullo que sus expectativas nadie podía llegar a imaginárselas; las enormes riquezas, el gran número de cautivos, de naves y de artillería aumentaban su soberbia.
Su venganza continuaba, por lo que atacó la plaza española de Orán (Argelia). A finales de ese mismo año, Barbarroja, junto a su ejército turco, reconquistó Tlemecén.
Algunas fuentes cuentan que un íntimo amigo y servidor de Aruj, un tal Ben-alcalde o Benalcadi, quiso acercarse a Hayreddín, pero éste rechazó su apoyo. Benalcadi quiso vengarse y llegó a Argel con un gran número de turcos con la idea de comenzar una guerra. Lo primero que hicieron fue rodear la ciudad, por lo que Barbarroja tuvo que avandonar su reino. Tras la huída, Hayreddín se refugió en Gijar o Jijar y, atacando naves de Cerdeña y sus alrededores, llegaba a Gijar recuperando parte de su antigua riqueza. Barbarroja se dirigió a la isla de Djerba (Túnez), conocida por los españoles como Gerbes o Gelves y que en 1520 será ocupada por Hugo de Mocada, y allí es apoyado por otros corsarios y ladrones, muy crueles según las fuentes. Hayreddín, junto a sus nuevos tripulantes y su ejercito, recupera el reino de Argel. Movido por la venganza, hace prisioneros a todos los españoles que no pudieron huir de Argel y así permanecerían hasta que se hiciesen moros o muriesen. Las otras fuentes no citan nada sobre este episodio de huída de Argel y posterior reconquista. En 1519 otra flota hispano-italiana intentó recuperar Argel, pero Barbarroja la derrotó.
El gobernador de Bona (actualmente Annaba), una ciudad costera de Argelia, estaba bajo el mandato del rey de Túnez, pero se subleva y decide entregarle la ciudad a Barbarroja, al cual había conocido durante una estancia en Túnez. Sin embargo, el gobernador se arrepiente antes de entregarle la ciudad al pirata, pues su rey se entera y lo convence de continuar a su lado. Cuando Barbarroja llega a Bona y se encuentra con la ciudad cerrada, la bombardea; pero, a pesar del ataque, no consigue cambiar nada. Otras fuentes confirman que sí capturó Bona.
Hayreddín intenta ocupar el reino de Cuco de forma irracional según las fuentes, pues cuentan que acusó al rey del Cuco de la muerte de su hermano; sin embargo, otras cuentan que en Cuco estaba el hermano del ya muerto Ben-alcalde (o Benalcadi) y que Barbarroja quiso echarle de la ciudad. El pirata perdió en esta batalla a sus mejores capitanes y él mismo fue herido gravemente, por lo que estuvo obligado a abandonar. Algunos documentos cuentan que, desde este momento, el corsario se dio cuenta de que necesitaba un apoyo más grande para conservar sus territorios ante la desconfianza de sus súbditos y, además, sus enemigos crecían, pues ahora tenía en contra suya a los cristianos y a los magrebíes.
La solución ante esta inseguridad era unirse a la llamada Sublime puerta, al gobierno turco. Desde este modo, Barbarroja cede todos sus territorios al Imperio otomano a cambio de colaboración en la lucha contra sus enemigos. Selim I acepta esta propuesta y le otorga a Hayreddín fortuna, el título de gobernador y un gran número de jenízaros. Esta alianza supuso un enorme peligro para los magrebíes, ya que veían peligrar su independencia.
En 1520 muere Selim I y su hijo Solimán I el Magnífico (el Turco) se convierte en el nuevo sultán otomano. A partir de este año, Barbarroja se dedica a conquistar los territorios enemigos: ataca Provenza, Tolón y las islas de Hyères (Francia); el Reino de Valencia sufrió muchos saqueos (Santa Pola, Alicante, Denia, Cartagena, Altea…); en 1521 atacó las Islas Baleares, capturando algunas naves españolas, y el Peñón de Vélez de la Gomera; recorre las costas del sur de Italia y Sicilia para hacerse con más riquezas. En resumen, el corsario, desde la misma Argel, organizaba ataques sobre las costas napolitanas, el Levante español y las islas Baleares, Córcega, Cerdeña y Sicilia. Barbarroja busca alianzas y se encuentra con crueles ladrones como Sinán el Judío, Haradín Cachidiablo, Salarráez y Tabas; además, llegaban de diferentes lugares hombres que ofrecían al corsario sus galeras y su servicio, así como su vida.
En 1522 Barbarroja participó en la conquista de la isla de Rodas por mandato del Imperio otomano. Tras la victoria definitiva de los turcos a principios del año 1523, la Orden de los Caballeros de San Juan abandona la isla.
El rey del Cuco muere y, a partir de entonces, los beréberes se ponen de parte del corsario. De este modo, Barbarroja se convierte en el señor de prácticamente toda la costa de Berbería (desde Argel hasta Túnez).
A Barbarroja le quedaba un punto importante que conquistar, el Peñón de Argel. Esta pequeña isla en las costas de Argelia era un fuerte de españoles construido cuando huyeron de Argel por la conquista de Aruj. La fortaleza, dirigida por el español Martín de Vargas, se le había resistido al pirata, pues la ciudad estaba muy bien amurallada. En 1529, aprovechando que el rey Carlos I de España se había marchado a Italia para ser coronado emperador, Barbarroja comienza el asedio al Peñón y se hace con él, construyendo un gran puerto mediante la unión de la tierra con la isla. Cuentan las fuentes cristianas que Martín de Vargas murió en esta batalla heroicamente.
En octubre de ese mismo año (1529), uno de los corsarios de Barbarroja, Haradín Cachidiablo, es atacado cerca de la isla de Formentera por el capitán español Rodrigo de Portundo o Portuondo y su hijo Domingo. Según las fuentes españolas, esta batalla supuso una gran pérdida para los españoles, porque de 8 galeras perdieron 7, el capitán murió y su hijo fue capturado y más tarde asesinado. Pero, para otras fuentes, la gran pérdida la sufrió Barbarroja, ya que perdió 6 galeras.
A partir de 1530, Hayreddín protagonizó muchos ataques a territorios mediterráneos, como a Andalucía, las Islas Baleares, Marsella, Crotone, Mesina, Campania, Toscana, Trípoli (entregada por Carlos I a los Caballeros de San Juan), etc.
En 1531 Barbarroja se encuentra con el almirante genovés Andrea Doria, que estaba al servicio de Carlos I de España, y en la batalla sale victorioso el primero. Mientras el pirata turco atacaba las costas españolas, Doria ataca las costas argelinas. En esta época se produce un motín de los prisioneros cristianos de Argel, lo cual es solucionado por Barbarroja con la tortura y matanza de aquellos.
Una historia cuenta que en Cerdeña cada año veneraban la vigilia del santo en la iglesia de Sant Antioco y que en 1532 Barbarroja, aprovechando la cantidad de cristianos que habría en esta fiesta, decidió atacar la isla. Pero esto no llegó a producirse, porque una tormenta destruyó la flota, lo cual se explica en las fuentes cristianas como un castigo divino.
One reply on “Hazañas de pirata”
esta muy largo el resumen hagan uno mas corto