Señor, Dios de todos los hombres, en algunas épocas de la historia los cristianos a veces han transigido con métodos de intolerancia y no han seguido el gran mandamientos del amor, desfigurando así el rostro de la Iglesia, tu Esposa.
Ten misericordia de tus hijos pecadores y acepta nuestro propósito de buscar y promover la verdad en la dulzura de la caridad, conscientes de que la verdad sólo se impone con la fuerza de la verdad misma.
Con esta oración, Juan Pablo II (antecesor de Benedicto XVI, actual pontífice) pide perdón por los desmanes cometidos por la Iglesia