En septiembre de 1972 se constituyen delegaciones comerciales entre España y la URSS (ver página 61 y ss.) para oficializar las relaciones de carácter comercial que ambos países habían iniciado de manera informal a partir de los años 60.
Esta decisión, 100% pragmática y que no tuvo en cuenta cuestiones ideológicas, fue sutilmente criticada por Hermano Lobo, que no entendía cómo la reserva espiritual de Occidente podía hacer tratos con los rusos ateos.
Hermano Lobo nº 33, 23-12-1972