La metodología para la realización de este trabajo no ha sido tan fácil como me esperaba debido a que como ya he dicho, Agost es un pueblo pequeño, esto tiene cosas buenas, pero al tener tan poca historia ”interesante” por llamarlo de alguna manera, y que no tiene una tradición histórica, poca gente se encarga de almacenar la información.
Cuando llegué al ayuntamiento (Agost no tiene archivo propio) y pregunte por los libros de actas, a lo que me respondieron que no tenían ni idea de que les hablaba, me enviaron a la Casa de la Cultura a buscar a un tal ”Antonio”, una especie de sabio de la historia de Agost. Cuando le encontré, me explico lo que ya he mencionado, nadie se ha preocupado por los documentos de archivo en este pueblo, es algo que les es muy desconocido, y la única persona con nociones de archivística del pueblo (había sido becario de los archivos) era él mismo, ahora conserje.
Tras algunas llamadas logró darme la reseña de lo que el creía que serían los libros de actas que necesitaba, fui al ayuntamiento, y me dijeron que ya sabían que tenían que darme, pero que sin el permiso del secretario (que casualmente no estaría en todo el día) no podía realizar fotos o fotocopias a los libros de actas.
Regresé el Lunes siguiente, y todo fue mucho más sencillo con apenas un simple ”si, por supuesto” el secretario me dio permiso para analizar los dichosos libros de actas, me hicieron rellenar un papel dejando constancia de mi visita y me llevaron a una vivienda en la cual, uno de los pisos estaba destinado a almacenar los libros de actas y pude fotocopiarlos por fin.
Quiero destacar que, a pesar de que parece que critique a los trabajadores del ayuntamiento por su ”pasotismo”, no es así, esto fue fruto del desconocimiento con respecto a cualquier tema relacionado con los archivos, una vez supieron lo que necesitaba recibí mucha colaboración por su parte.