No se puede hablar del teatro del siglo XVI sin hablar de Lope de Vega, un poeta y dramaturgo muy importante del Siglo de Oro. Miguel de Cervantes le llama el Monstruo de la Naturaleza o El Fénix de los Ingenios. Durante esta época, el teatro empieza a ser un fenómeno de masas. Lope de Vega es el fundador de la Comedia Nueva, como ya lo he dicho en un artículo anterior. Aporta un estilo muy particular al teatro, mezclando lo trágico con lo cómico y usando su imaginación con importancia. Permite la renovación del arte dramático.
También hay que hablar de Guillén de Castro, un dramaturgo muy importante, sino el más importante, de la escuela valenciana. Se inspira de Lope de Vega y de su Comedia Nueva. Escribe durante su vida algunas 35 obras dramáticas. La más conocida se llama Las mocedades del Cid, pero esta no fue escrita durante el siglo XVI, pero al principio del XVII. Sus temas principales son los dramas caballerescos y las infelices conyúgales.
Juan Ruiz de Alarcón forma también parte de los grandes dramaturgos de esta época. Se puede mencionar en sus obras La verdad sospechosa o Los favores del mundo. Aunque nace durante el siglo XVI, sus obras sólo se publican durante el siglo XVII.
Antonio Mira de Amescua, Tirso de Molina, Miguel de Cervantes y muchos otros también son importantes dramaturgos. Otros tan grandes escriben durante el siglo de Oro, pero durante el siglo XVII y no el XVI.