¿Por qué hay crisis?
LUIS SEGOVIA LÓPEZ *
El sistema capitalista mundial ha entrado en su peor crisis desde la Gran Depresión de 1930. Este año más de 50 millones de personas perderán sus empleos en todo el mundo. Se espera que la cantidad de personas que sufre de "hambre crónica" aumente en 100 millones en el 2009, alcanzando así la cifra de mil millones. Concretamente en EE UU, el país más rico del mundo, 10 millones de trabajadores se encuentran en paro, otros tantos se encuentran sin empleos estables y buenos salarios, por lo que no pueden pagar las hipotecas sobre sus casas, las tarjetas de crédito, los gastos médicos de sus familias, la educación para sus hijos u otras necesidades básicas de la vida cotidiana. En España el paro se acerca a los 4 millones, y estamos en plena recesión económica.
Y es que el crecimiento económico capitalista lleva consigo el paradigma de las crisis económicas periódicas; éstas no se pueden evitar del todo, pues siempre existirá una contradicción intrínseca entre la apropiación privilegiada de la riqueza por los empresarios, riqueza producida socialmente por todos los trabajadores, y el insuficiente poder adquisitivo de éstos que les impide adquirir todo lo que se produce. El análisis marxista sigue vigente: en la acumulación del capital se instala un modelo de desarrollo que se niega a sí mismo; en efecto, por un lado, la masa del capital y la riqueza social se acumula por la vía del aumento de la plusvalía relativa; pero, por el otro lado, en cada nuevo estadio de la acumulación la composición del capital se modifica en detrimento del capital variable, el único que produce plusvalía, que es la fuerza de trabajo; de ahí la tendencia descendente de la cuota de ganancia, y el descenso de la capacidad de consumo de las masas trabajadoras con relación a la riqueza creada. La ruptura del proceso de acumulación cobra la forma de la destrucción de capital; que da lugar a que ciertos capitalistas vayan a la quiebra, y arrebata a las masas obreras sus medios de subsistencia (el paro).
¿Cómo se intenta remediar la tendencia a las crisis periódicas? Según las reglas del mercado: mejor producción y más consumo. En los tiempos actuales: buscando producciones más rentables en los países en desarrollo o emergentes asiáticos; y estimulando el consumo interior mediante el sistema de créditos para la compra de pisos, automóviles, equipamiento del hogar, etcétera. Pero esto no ha hecho más que empeorar las cosas: crisis económica mundial y quiebra del sistema financiero cada vez más especulativo. Pues en el fondo se trata de un fenómeno de crecimiento piramidal, los nuevos productores y consumidores tienen que amortizar las anteriores inversiones hasta que llega el momento de la ruptura al detenerse la cadena.
¿Y los gobiernos cómo intentan superar la crisis? El sistema liberal económico ha fracasado, y se acude al sector público. Pero la mayoría de los gobiernos occidentales han reaccionado defendiendo los intereses de los grandes bancos, los mismos que han sido responsables de la crisis, creyendo que los bancos rescatados volverían a prestar dinero, con lo que ayudarían a los consumidores y pequeños empresarios, pero no ha sido así. Los bancos están saqueando el dinero de los contribuyentes para cubrir sus balances, financiar adquisiciones empresariales en otros países y, por supuesto, pagar a sus ejecutivos enormes salarios y gratificaciones.
En España el gobierno socialista empezó negando la existencia de la crisis, cuando ya se estaba produciendo, para no contribuir a incrementarla, ya que todo fenómeno económico tiene un componente subjetivo, es lo que se llama "estado de ánimo", pero que a la larga fue contraproducente ya que introdujo un valor de desconfianza hacia el gobierno. Tomando luego una serie de medidas de ayuda financiera a los ayuntamientos para que se hicieran obras y se creará trabajo, ayuda para la compraventa de casas y automóviles, y sobre todo a las familias más afectadas por la crisis. Medidas que todos los economistas han considerado insuficientes. Por su parte la oposición empezó diciendo que se necesitaba un "decretazo", y que de acuerdo con la patronal sería congelar salarios y sueldos, despido libre o más barato, y reducción de impuestos. Saben que eso a la corta beneficia a los empresarios, pero a la larga empeoraría la crisis, por disminución del poder adquisitivo de la masa trabajadora.
Pizarro, el economista del PP, (el ex gestor de Endesa que por conseguir venderla a una empresa alemana con capital público y a otra empresa pública italiana, recibió más de mil millones de comisión), dijo descaradamente su teoría liberal:"El mejor dinero del contribuyente es el que está en su bolsillo". Como si la sanidad pública, los hospitales, escuelas públicas, universidades, seguridad social, obras públicas, y servicios de la Administración, no fueran también dinero "en el bolsillo" del contribuyente y de todos los ciudadanos. Cuando obreros desclasados, desempleados alienados, o pensionistas engañados votan a personajes como estos, me siento pesimista.
* Luís Segovia López es magistrado jubilado.