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Artículo de opinión. Ley de Dependencia

"Se ha pervertido el espíritu de la ley y la letra", dice la (FED)

 

Sin ningún pudor

Miguel Rueda Brenes

Parece ser que a la Federación Empresarial de Atención a la Dependencia (FED) las cuentas no le salen. En un artículo reciente se dice con relación a Ley para la Autonomía Personal que "la esperaban como el maná pero les está poniendo la soga al cuello". "Se ha pervertido el espíritu de la ley y la letra", dice la (FED), y es que se está imponiendo el cuidador familiar frente a la oferta de plazas residenciales hasta el punto de que no pocos mayores están volviendo a casa. Para colmo se está produciendo un trasvase desde las residencias privadas a las concertadas.

Las administraciones lo comprenden: "nos dicen que tenemos razón, pero que les sale tres veces más caro prescribir una plaza residencial que pagar a un cuidador informal".

Uno, que es tetrapléjico, se queda pasmado. Está claro que esta ley se ha hecho de espaldas a los afectados. Las encuestas son claras: la inmensa mayoría no quiere saber nada de residencias. Hay que concluir que la ley nació perversa; utilizando a mayores y discapacitados como materia prima para dinamizar la economía, pero sin aportar instrumentos para que este colectivo discriminado pudiera ejercer plenamente sus derechos ciudadanos. Se pasó de puntillas por la figura de la asistencia personal, ampliamente implantada en países de nuestro entorno. Generadora de empleo social y directo, creadora de riqueza y favorecedora de la igualdad de oportunidades. Ideal precisamente en tiempos de crisis. El 12 de septiembre hay convocada en Madrid una nueva marcha por los derechos de las personas con diversidad funcional. Allí estaré.

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Artículo de opinión. Política

 

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OPINIÓN ARTICULOS

Lo que no es política

04.09.2009 –

CARMEN SANJURJO GONZÁLEZ SENADORA SOCIALISTA POR ASTURIAS

Lo que no es política

En muchas ocasiones, quienes estamos en política nos lamentamos de la desafección que manifiestan muchas personas sobre la misma. Porque para nosotros la dedicación a la ‘res publica’ constituye una de las más nobles ocupaciones del ser humano y supone un esfuerzo personal importante. Sin duda, todos los partidos y todas las personas que participamos del debate político deberíamos mejorar en aspectos como el compromiso, la coherencia y la comunicación políticas, y deberíamos esforzarnos cada día por atender más y mejor los problemas de nuestra sociedad.

A esta circunstancia general se viene sumando en las últimas semanas la actitud de la derecha española, que impúdicamente exhibe un comportamiento profundamente antidemocrático, lo que obviamente contribuye al alejamiento y falta de credibilidad de la ciudadanía con respecto a la política. Analicemos algunos hechos recientes que ponen en evidencia lo que, a mi juicio, nunca debería pasar en política:

La obstaculización flagrante al acceso de Leire Pajín a su escaño como senadora por la comunidad autónoma de Valencia, que supone desde hace meses la pérdida de un voto correspondiente al grupo socialista en esta Cámara. El comportamiento del PP en este asunto rompe, por primera vez en la historia de la democracia española, el pacto entre partidos que ha funcionado desde el inicio de la Transición para la elección de los senadores y senadoras de designación autonómica.

La presencia de Luis Bárcenas aún como senador en la Cámara Alta tras ser imputado en el ‘caso Gürtel’ y haber dimitido por tal circunstancia de la dirección del PP.

La cadena de acusaciones sin pruebas al Gobierno de España, la Judicatura, las fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado sobre una supuesta trama de espionaje al PP que, iniciada por su secretaria general, se ha continuado y ratificado por otros destacados integrantes del PP hasta fechas muy recientes.

Y hasta Rajoy ha manifestado públicamente que durante el próximo otoño insistirán en el argumento de las escuchas ilegales a los y las militantes de la organización que dirige. Con ello, vuelven a su clásica estrategia de repetición de la mentira para, cuando menos, sembrar dudas entre la ciudadanía sobre la credibilidad del Gobierno y de las instituciones democráticas. Parece que no son conscientes del enorme daño que causan a la vida política y la democracia españolas.

En mi opinión, esto no es hacer política, no es construir la democracia que todos los partidos debemos preservar y enriquecer, no es hacer el juego limpio que, por otra parte, exigimos a los demás miembros de la sociedad. En democracia, la oposición es imprescindible para el control del Ejecutivo y, además, debe orientarse a la búsqueda conjunta de soluciones a los problemas sociales.

Estoy convencida de que si este fuese el contexto en el que se desarrollase la vida política de nuestro país, la ciudadanía valoraría de manera mucho más positiva la política y el trabajo de quienes nos implicamos de manera activa en ella.

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Artículo de opinión. Reflexiones

Crisis y modelo social valenciano.

 

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Trabajo social, crisis y modelo social  valenciano

 

 

Una de las primeras medidas que tomó el Partido Popular al acceder al gobierno de la Generalitat el año 1995 fue tramitar una nueva ley de Servicios Sociales que -a pesar de que tuvo una fuerte, extensa e imaginativa oposición por parte de muchos colectivos sociales y sindicales y de la mayoría de profesionales del trabajo social- se aprobó por una ajustada mayoría. La nueva ley de Servicios Sociales definió un modelo social en el cual el cambio fundamental, al margen de la retórica del consejero de aquella etapa, Sanmartín, fue la negativa a configurar el Sistema de Servicios Sociales, como un Sistema Público.

“De aquellos polvos, estos lodos”. Por un lado, en los últimos doce años el PP ha impulsado una "producción legislativa" desmesurada que no ha tenido un correlato de financiación adecuada, ni un desarrollo reglamentario coherente y, además, todo este artefacto legislativo está impregnado de una carga moral excesiva que atiende fundamentalmente a defender una intervención social en línea con los preceptos católicos más conservadores. Un botón de muestra lo constituye la propuesta de una nueva ley de "protección de la maternidad" que se desdice con el trato dispensado a muchas mujeres –con niños- que se ven obligadas a acudir a centros de acogida ante la falta de recursos propios.

Por otra parte, ha abierto al lucro privado la atención de los sectores más vulnerables de la sociedad valenciana y haciendo abandono de la responsabilidad pública, han creado la Agencia Valenciana de Prestaciones Sociales (AVAPSA), autorizando con esto a una entidad de gestión privada la resolución de expedientes de demanda de derechos subjetivos.

Se han reformado leyes relativas a menores con la Ley 12/2008, de 3 de julio de 2008 de Protección Integral de la Infancia y la Adolescencia de la Comunidad Valenciana y a la vez se han privatizado Centros de Ingreso (reeducación). La ley de Protección de la familia aparece con un marcado acento de exclusión de formas de convivencia diferentes a las establecidas por la moral católica o la ley de Mediación Familiar que tras mucho ruido ha quedado en papel mojado. Los Centros mujer-24horas son oficinas que dicen derivar a mujeres con problemáticas sociales duras a los recursos adecuados.

A ningún observador mínimamente informado no se le escapa que más que derivar, lo que hacen es enviar a la deriva a mujeres que finalmente se pierden en los recursos de la nada.

Por hacer, han hecho hasta una ley de Valores de Integración Social.

Se ha dado vía libre a las residencias de ancianos de carácter privado -de las cuales un buen número son propiedad de la familia del Consejero de Bienestar Social Juan Cotino- y se ha suprimido el ya de por si muy cuestionado Bono- Residencia, y programas como el Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD) ha ido perdiendo su carácter universalista y ha reducido las horas de atención domiciliaria a su más mínima expresión, en beneficio de programas graciables como la comida a casa.

La gestión de las Pensiones No Contributivas y su escandalosa, lenta y burocrática tramitación, con esperas hasta de once meses, dice muy poco de la eficiencia del modelo social valenciano.

La precariedad de organismos públicos de atención a las personas con discapacidad, como el IVADIS, el abandono de cualquier proyección futura de los Centros Ocupacionales, la inhibición en los aspectos de integración social de los enfermos mentales,… configuran una situación de hecho, en relación a aspectos fundamentales de una política social progresista y solidaria, que hace inviable una intervención pública de calidad, universal y solidaria con los

sectores más vulnerables de nuestra comunidad.

Se han modificado los criterios que hacían referencia a la integración social de los destinatarios de las Prestaciones Económicas regladas (POR), pasando a ser meros subsidios asistenciales y que con la nueva ley de Renta Garantizada de Ciudadanía del 2007 -todavía no se ha hecho efectiva ninguna prestación de este derecho a fecha de hoy- ha acabado de consolidar una idea y unas prácticas contrarias al Estado social de Derecho y a la propia letra de las leyes, y por último constatar el deterioro sostenido, por carencia de financiación autonómica, del Plan Concertado (con la Administración Central) de Prestaciones Básicas que mantienen, todavía hoy y de forma muy precaria, los Servicios Sociales Municipales de Atención Primaria.

Abundando en esta estrategia de abandono de las responsabilidades públicas, en relación a los derechos subjetivos de ciudadanía que afectan a los más débiles, añadir la nefasta gestión autonómica de la Ley de Autonomía Personal y Atención a las Personas en Situación de Dependencia promovida por el gobierno central y avalada por el parlamento español.

Esto es: Los derechos sociales están sujetos a partidas presupuestarias que se respetan en muy contadas ocasiones y con unas prácticas de transferencias discrecionales y continuadas hacia otros ámbitos.

Se acaba el presupuesto y se acaban los derechos.

La filosofía que inspira el modelo social valenciano es la que “la mejor política social es crecer y crecer económicamente y crear puestos de trabajo”… con los grandes acontecimientos turísticos. Con esto, quedan bien ante la parroquia y a la vez niegan la responsabilidad pública de atender dignamente a quien el mercado de trabajo expulsa o no acepta, ya sea por edad, discapacitado, falta de habilidades, enfermedad o problemáticas de exclusión sobrevenidas.

La llena ocupación ni ha existido ni existirá. El paro es consustancial al sistema capitalista globalizado. Ante esto, los sistemas de protección modernos deben proteger a las personas sin capacidad -por la causa que sea- de acceder al trabajo asalariado. Asimismo, a las personas que teniendo esa capacidad de trabajar pierden su ocupación, se les debe garantizar el acceso a una protección social, con itinerarios formativos orientados a la inserción socio laboral, que los permita vivir dignamente y con esto, aumentar posibilidades reales de reciclaje profesional.

La responsabilidad pública en un Estado Democrático y Social de Derecho no puede delegar, como hace la Generalitat Valenciana, en un universo de ONGs, algunas fuertemente subvencionadas hasta el punto que a gran cantidad de ellas se les haya caído la N (de no gubernamental).

La idea de modelo social valenciano, que propone el PP, más que un modelo es un totum revolutum sin coherencia democrática ni técnica con un modelo progresista, sin partidas presupuestarias adecuadas, ni perspectiva de futuro.

No es socialmente útil y esto se evidencia con las medidas extraordinarias que se han debido tomar por parte del Gobierno Valenciano ante la situación de crisis y paro actual. No se han reforzado los Servicios Sociales Municipales y sin embargo se han ampliado considerablemente las ayudas de emergencia al margen de programas de formación e inserción para la ocupación o como en el caso del Ayuntamiento de Valencia, la alcaldesa Rita Barberá ha destinado un millón de euros al margen de los Servicios Sociales, para que organizaciones caritativas o parroquias distribuyan bolsas de comida entre quienes lo pidan. Y desde luego para muchos tampoco es un modelo valenciano y si no que le pregunten a los centenares de valencianos dependientes que, al contrario que en la mayoría de comunidades autónomas, dónde ya se están percibiendo estas prestaciones, llevan más de dos años esperando la respuesta de Conselleria a las peticiones de las prestaciones sociales a las cuales tienen derecho.

Este modelo es un híbrido entre el negocio privado, la más estricta subsidiariedad de la administración autonómica y el no reconocimiento de los derechos subjetivos y constitucionales de ciudadanía. Es un modelo que – desde la perspectiva del Trabajo Social- hace falta poner en cuestión de arriba abajo y sobre todo de abajo a arriba.

Al barroquismo legislativo, la precariedad de instrumentos técnicos, económicos y sociales y el desbarajuste político en que se encuentra actualmente el Consejo de la Generalitat, por un lado, y por otro, la amplitud que va adquiriendo el territorio de la precariedad y la exclusión social se hace necesario -a mi juicio- una reflexión profunda desde los ámbitos sindicales,

desde la acción de las organizaciones sociales y desde el Trabajo Social para reformular los proyectos de intervención actuales.

El Estado Democrático y Social de Derecho que define la Constitución del 78 debería garantizar un conjunto de medidas de protección social propias de un Estado de Bienestar Social adelantado. No es así. En la práctica, uno de los pilares del Bienestar Social se encuentra en el terreno de los Servicios Sociales y la nueva ley de Dependencia responde, en origen, a mejorar las prestaciones públicas a las personas con problemas para valerse por si mismas e incorporarse a lo que constituye una vida lo más normalizada posible. Pero además, otra dimensión de esta ley se supone que reforzaría notablemente el Sistema Público de Servicios Sociales. Tampoco esto se cumple en la Comunidad Valenciana. El PP está utilizando el dinero público transferido por la Administración Central, no para reforzar el sistema público de prestaciones sociales, si no para seguir derivando hacia al mercado cualquier posibilidad de negocio que ofrece la atención a personas dependientes. En vez de generar ocupación estable y de calidad han configurado una estructura de profesionales del trabajo social paralela a los servicios sociales municipales o de atención primaria.

Posiblemente estas notas sobre el denominado modelo social valenciano a alguien le puedan parecer excesivamente críticas. Lo son. Cuando la retórica del poder autonómico habla de "el mejor modelo social de España", "somos un referente en política social", "tenemos el nivel de protección social de los más altos de la Unión Europea" a más de uno nos hace sentir mucha vergüenza ajena cuando, en nuestro trabajo y frente a las demandas sociales justas, no puedes más que trasladar tu impotencia ante la falta de recursos adecuados para resolver problemas que afectan a personas y familias enteras.

También desde los profesionales de la intervención social debemos mirarnos lo que hacemos o lo que deberíamos hacer. El Trabajo Social ha de continuar siendo una herramienta de diagnóstico, intervención y evaluación de la realidad social y del tipo de intervención social más adecuada a las viejas y nuevas demandas.

Los cambios sociales, económicos, políticos y demográficos han producido, entre otras cosas, nuevos cambios de valores. Ante esto, las élites políticas no hacen más que retroceder en el ámbito de la protección social pública y aun así impulsan un tipo de asistencialismo social casi graciable, de contraprestaciones, de co-pago, más de tipo residencial que de mantenimiento en el entorno familiar, más paliativos que de prevención, de total abandono del trabajo social comunitario, etc.

Algo deberemos decir desde el Trabajo Social, ¿no? Nos hace falta abrir un debate amplio y sin concesiones a muchas situaciones dónde nos hemos acomodado y/o estamos decepcionados. Desde el ámbito universitario hasta las administraciones públicas, desde las Entidades de Iniciativa Social sin ánimo de lucro hasta el cooperativismo y al tercer sector.

Pero esta cuestión la dejamos para otras entregas más específicas sobre qué hacer desde las y los profesionales que trabajamos con personas, grupos y comunidades, en las actuales circunstancias.

Valencia, junio 2009.

Pep Pacheco Marco,

Trabajador Social

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Artículo de opinión.

¿Por qué hay crisis?

 

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¿Por qué hay crisis?

 

LuisSegoviaLopez

 

LUIS SEGOVIA LÓPEZ *

 

El sistema capitalista mundial ha entrado en su peor crisis desde la Gran Depresión de 1930. Este año más de 50 millones de personas perderán sus empleos en todo el mundo. Se espera que la cantidad de personas que sufre de "hambre crónica" aumente en 100 millones en el 2009, alcanzando así la cifra de mil millones. Concretamente en EE UU, el país más rico del mundo, 10 millones de trabajadores se encuentran en paro, otros tantos se encuentran sin empleos estables y buenos salarios, por lo que no pueden pagar las hipotecas sobre sus casas, las tarjetas de crédito, los gastos médicos de sus familias, la educación para sus hijos u otras necesidades básicas de la vida cotidiana. En España el paro se acerca a los 4 millones, y estamos en plena recesión económica.

Y es que el crecimiento económico capitalista lleva consigo el paradigma de las crisis económicas periódicas; éstas no se pueden evitar del todo, pues siempre existirá una contradicción intrínseca entre la apropiación privilegiada de la riqueza por los empresarios, riqueza producida socialmente por todos los trabajadores, y el insuficiente poder adquisitivo de éstos que les impide adquirir todo lo que se produce. El análisis marxista sigue vigente: en la acumulación del capital se instala un modelo de desarrollo que se niega a sí mismo; en efecto, por un lado, la masa del capital y la riqueza social se acumula por la vía del aumento de la plusvalía relativa; pero, por el otro lado, en cada nuevo estadio de la acumulación la composición del capital se modifica en detrimento del capital variable, el único que produce plusvalía, que es la fuerza de trabajo; de ahí la tendencia descendente de la cuota de ganancia, y el descenso de la capacidad de consumo de las masas trabajadoras con relación a la riqueza creada. La ruptura del proceso de acumulación cobra la forma de la destrucción de capital; que da lugar a que ciertos capitalistas vayan a la quiebra, y arrebata a las masas obreras sus medios de subsistencia (el paro).

¿Cómo se intenta remediar la tendencia a las crisis periódicas? Según las reglas del mercado: mejor producción y más consumo. En los tiempos actuales: buscando producciones más rentables en los países en desarrollo o emergentes asiáticos; y estimulando el consumo interior mediante el sistema de créditos para la compra de pisos, automóviles, equipamiento del hogar, etcétera. Pero esto no ha hecho más que empeorar las cosas: crisis económica mundial y quiebra del sistema financiero cada vez más especulativo. Pues en el fondo se trata de un fenómeno de crecimiento piramidal, los nuevos productores y consumidores tienen que amortizar las anteriores inversiones hasta que llega el momento de la ruptura al detenerse la cadena.

¿Y los gobiernos cómo intentan superar la crisis? El sistema liberal económico ha fracasado, y se acude al sector público. Pero la mayoría de los gobiernos occidentales han reaccionado defendiendo los intereses de los grandes bancos, los mismos que han sido responsables de la crisis, creyendo que los bancos rescatados volverían a prestar dinero, con lo que ayudarían a los consumidores y pequeños empresarios, pero no ha sido así. Los bancos están saqueando el dinero de los contribuyentes para cubrir sus balances, financiar adquisiciones empresariales en otros países y, por supuesto, pagar a sus ejecutivos enormes salarios y gratificaciones.

En España el gobierno socialista empezó negando la existencia de la crisis, cuando ya se estaba produciendo, para no contribuir a incrementarla, ya que todo fenómeno económico tiene un componente subjetivo, es lo que se llama "estado de ánimo", pero que a la larga fue contraproducente ya que introdujo un valor de desconfianza hacia el gobierno. Tomando luego una serie de medidas de ayuda financiera a los ayuntamientos para que se hicieran obras y se creará trabajo, ayuda para la compraventa de casas y automóviles, y sobre todo a las familias más afectadas por la crisis. Medidas que todos los economistas han considerado insuficientes. Por su parte la oposición empezó diciendo que se necesitaba un "decretazo", y que de acuerdo con la patronal sería congelar salarios y sueldos, despido libre o  más barato, y reducción de impuestos. Saben que eso a la corta beneficia a los empresarios, pero a la larga empeoraría la crisis, por disminución del poder adquisitivo de la masa trabajadora.

Pizarro, el economista del PP, (el ex gestor de Endesa que por conseguir venderla a una empresa alemana con capital público y a otra empresa pública italiana, recibió más de mil millones de comisión), dijo descaradamente su teoría liberal:"El mejor dinero del contribuyente es el que está en su bolsillo". Como si la sanidad pública, los hospitales, escuelas públicas, universidades, seguridad social, obras públicas, y servicios de la Administración, no fueran también dinero "en el bolsillo" del contribuyente y de todos los ciudadanos. Cuando obreros desclasados, desempleados alienados, o pensionistas engañados votan a personajes como estos, me siento pesimista.

* Luís Segovia López es magistrado jubilado.

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Artículo de opinión.

Perdonen que no me levante.

 

 

Mar de mierda

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MARUJA TORRES 16/08/2009

La parte buena de la sentencia, valenciana y azarosa (de agua de azar que tuvieron que darme; pues de azahar no tuvo nada: estaba cantada desde las profundas simas de la amistad entre juez y parte), sobre el extraño caso del señor Camps, es que Terra Mítica gana mucho en facilidades para entretener más allá de toda sospecha al respetable pero no respetado contribuyente.

La noticia en otros webs

“Ahora podremos llamar Terra Mítica a la Comunidad Valenciana”

En el apartado La Furia del Tritón, que en tiempos normales promete ya de por sí “vértigo, mitología y dos refrescantes chapuzones”, podríamos incluir un baño de mierda. Si la palabra mierda le parece demasiado fuerte al respetable pero no respetado, siempre podemos llamarla –en consideración, además, de que frecuentan el asunto respetables y no respetados nenes– caca, popó y número dos. Claro que una mierda es una mierda es una mierda y es una mierda, queramos o no.

¡Vértigo! De nuevo un montón de posibilidades. Educar a los ciudadanos, desde pequeñitos, en esa sensación que producen determinadas sentencias, empezando por la que considera que una niña no fue violada porque no se la metieron hasta el fondo, y terminando por la que decide que no resulta delictivo cobrar en especies de entidades corruptas. Porque ya saben lo que dijo el clásico, irónicamente: empiezas matando a tu madre y acabas por no ir a misa. Eso produce vértigo, asomarse a un tribunal. Hay que ensayar antes en Terra Mítica, que es como de ahora en adelante podremos denominar a la Comunidad Valenciana, cuyo funcionamiento oficial, militante y votante al parecer se basa en las más estrictas reglamentaciones del más crudo Show Business.

¿Y qué mejor, en cuanto a mitologías, que mostrar al Superviviente, perfectamente trajeado, en un holograma que cubra la Terra misma? Yo aún pediría más, y es que la réplica en plan Lara Croft del presidente mártir cantara esa copla que a mí me vuelve demente: “Tengo unas ganas locas, locas… Tengo unas ganas locas, locas…”.

Al penetrar en el territorio Cataratas del Nilo, cuyos saltos se reproducen en miniatura porque ni siquiera en Valencia han podido alicatarlas a semejante tamaño, hay que decir que, en la actualidad, los visitantes pueden realizar el aventurado trayecto tendidos en un ataúd biplaza. ¡Cuán evocador! Imaginen lo que sería esa excursión si el convoy de sarcófagos para parejas fuera precedido por un modelo capaz asimismo para dúos –aunque fabricado con materias más nobles, y las correspondientes trabillas italianas–, en cuyo interior se encontraran reproducciones –pues ellos tienen tanto, tanto trabajo siempre, salvando a los españoles mientras se ponen a salvo– de don Mariano y don Francisco, cogiditos de la mano y dando ejemplo de su inmarcesible amistad. De la Rúa podría ir andando, a su lado, enfocándoles un ventilador. Se alteraría un poco la caca, pero en eso hemos estado siempre, ¿no?

La atracción ‘Barbarroja’ con el consabido pasacalles de piratas– yo la dejaría como está, por obvia. Además, quien más quien menos les ha tomado cariño a los bandoleros del mar –Somalia aparte– desde que Johnny Depp nos ha enseñado a todos y todas a llevar el rímel con garbo en cualquier cubierta, en cualquier estribor o babor. No, Barbarroja no me parece suficiente.

Sin embargo, no nos desanimemos. Ni siquiera pensando, con pesar, que por mucho que se recurra al Supremo y hasta al Constitucional, el mal de la sentencia ya ha sido perpetrado: Terra Mítica, es decir, la Comunidad Valenciana, parece ser ya lo que parece. El paraíso de los impunes que, además, son horteras.

Quizá la atracción que rinde homenaje al difunto gran mago Houdini, estrella de finales del siglo XIX y de principios del XX, haga justicia. Pues si Houdini pudo escaquearse de la camisa de fuerza, del corsé metálico, y resistió la parada de pulsaciones –ahí don Mariano sí que dejó de latir durante más tiempo que don Francisco–, y se zafó del baúl con cerrojo… Hubo un truco final, la celda de la tortura, al que no sobrevivió.

Ah, se me olvidaba. En el apartado Mar de los Mierdazos debería garantizarse a la gente que, en caso de que se les estropee el traje, serán obsequiados por las autoridades con un traje nuevo, hecho a medida de cada jeta.

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Artículo de opinión. Denuncia Pública

El Imperio de los chorizos

 

Estamos viviendo en el Imperio de los chorizos. Chorizos por el Norte, chorizos por el Sur, chorizos por el centro, chorizos en los sillones de las diputaciones provinciales, chorizos en los sillones de las tres capitales y algunas otras grandes ciudades, chorizos al frente de la TVV, chorizos al frente de las empresas públicas de la Generalitat, chorizos en un montón de alcaldías, chorizos en los cuadros de mando, chorizos de portavoces, chorizos al mando de las Corts, chorizos en el Palau… Por todas partes chorizos. Y cada chorizo lleva su etiqueta: una gaviota con el pico abierto, dispuesta a tragarse todo lo que se mueva alrededor. Pero no puede evitarlo,lo suyo es la basura y allí se ceba día y noche. Los chorizos a lo suyo, a choricear; la gaviota a lo suyo, la basura y los desperdicios. Chorizos y más chorizos. Suben por las escalinatas de mármol de los palacios de justicia y se apoderan de los sillones de las magistraturas. Bajan a los sótanos de los obispados y practican el aborto genérico de la libertad y la dignidad humana. Entran en los hemiciclos de las cámaras legislativas y tergiversan todas las leyes y todos los principios. Escalan las torres del capital y corrompen a sus habitantes. Chorizos presidentes, chorizos Consejeros, chorizos directores generales, chorizos vicesecretarios, chorizos asesores, chorizos jefes de gabinete,chorizos subdirectores, chorizos ex lo que sea, chorizos y más chorizos…

Esos chorizos se visten a medida con trajes pagados por otros. Esos chorizos se reparten cada noche el botín del choriceo diario. Esos chorizos son amigos de los que roban, de los que timan, de los que mienten, de los que corrompen. Esos chorizos tienen hijos a los cuales les enseñan a ser chorizos como ellos. Esos chorizos simulan rezar al Dios único mientras su pensamiento sobrevuela fincas urbanizables, urbanizaciones de chalets, bancos, paraísos fiscales, orgías multitudinarias, pelotazos suculentos. Esos chorizos mienten más que hablan y su nariz es más larga que ellos mismos. Esos chorizos gobiernan instituciones antes dignas. Esos chorizos destruyen cuanto tocan con sus garras putrefactas. Esos chorizos no se inmutan ni ante la mismísima ira de Dios, en el que no creen pero al que utilizan para manipular al pueblo que domeñan. Esos chorizos suben a la palestra parlamentaria y no dejan de mentir ni un segundo durante horas y horas. Esos chorizos se constituyen en sociedades secretas para apoyarse y defenderse contra quienes pretenden hacerles pagar sus choriceos. Esos chorizos, aunque parezcan señores honorables por sus trajes y sus poses, son unos auténticos chorizos de medio pelo.. Son basura humana; son rastreros y procaces; son ególatras, avariciosos, sucios, mendaces, pedófilos, ladrones, desvergonzados, ruines, mitómanos, cleptómanos,lujuriosos, chabacanos, pérfidos, malvados, violentos, soberbios, hipócritas, mastuerzos, mentecatos, dobles, innobles, desleales, megalómanos, torpes y estúpidos. Esos chorizos merecen todos ellos ser decapitados políticamente. Y lo serán. Nunca una sociedad pacífica pudo llegar tan bajo y unos chorizos de medio pelo tan alto.

Pronto llegará el momento de pasar uno a uno a todos esos chorizos por la guillotina política y serán hechos rodajas, preparadas para ser devoradas por las gaviotas, que en bandadas inmensas acudirán como las moscas a la mierda fresca.

Los nombres de los chorizos están todos escritos en el Gran Libro de la Corrupción. No se escapará ninguno de ellos a la furia de los desposeídos, masacrados y humillados.

Los chorizos han de desaparecer de la faz de la Tierra. Mientras haya un solo chorizo vivo políticamente, no podrá ningún ciudadano vivir en paz y felicidad.

El primero, el último y el único objetivo es acabar con los chorizos que infectan nuestras tierras valencianas.

Ximo González Sospedra

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Artículo de opinión. Vida Independiente

Lento avance

 

XIMO2Ximo González Sospedra

Con estos calores estivales buscan el relax y la brisa refrescante hasta nuestras opiniones. Le martillea a uno la tentación de "verlo" todo bien y bonito. Pero la cruel realidad se levanta cada mañana con la misma mueca de insatisfacción reprobatoria.

La  última "realidad" es la inaccesibilidad de gran parte de los transportes públicos de Castellón, de la Provincia y de la Comunitat… y de España.

Yo no quiero juzgar si existe o no voluntad política para hacer las cosas; pero… ¡pasa tanto y tanto tiempo para avanzar, un poquito!… Por ejemplo: En 1982 el Congreso, con la famosa LISMI, mandó todo lo que tenían que hacer los gobernantes de turno para que las personas con discapacidad -entonces llamados minusválidos- disfrutásemos de igualdad en el ejercicio de los derechos constitucionales, según el artículo 49. Y se fue haciendo cosas. Sí. Hubo avances. Según los que gobernaban los avances eran muchos; según los gobernados los avances eran ridículos.

Llegó el PP con Zaplana al poder en 1995 y despreciaron lo que habían avanzado los socialistas con Joan Lerma. En 1996 los "salvadores" del PP nombraron la Defensora de los Discapacitados, que sólo ha servido para viajar la titular. Y en el 98 sacaron una ley con la que, según ellos, "quedaría todo resuelto" para los discapacitados, sobre todo, el transporte. ¡Pero qué Va! Era sólo para pasar el tiempo hasta 2009. Sí, sí. Ahora sí -aunque el lector no lo crea- el PP tiene otro borrador preparado para "arreglar de verdad" el tema del transporte inaccesible.. Han tenido que pasar 27 años para sacar la ley "definitiva". Yo no me lo creo. Y usted tampoco. Ah, y no sabe lo mejor: que el borrador fija la "solución final" para 2017. Mientras tanto, los minusválidos, los discapacitados, las personas con diversidad funcional, nos vamos sintiendo frustrados, timados, engañados; nos vamos muriendo.

Ésta y no otra es la voluntad del PP de Fabra y de Camps: ni transporte accesible, ni ley de dependencia.

Ximo González Sospedra,

Ex Diputado de las Cortes Valencianas.

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Artículo de opinión. Vida Independiente

¿Tan complicado resulta decir la verdad?…

 

No es nada nuevo para muchas personas de mi tiempo, conocer desde lejos al impostor, al mentiroso, al político… pues todos ellos guardan una gran similitud en su comportamiento, supuesto que su pretensión es el aprovechamiento de todo lo ajeno sin importarles otras cuestiones que no sean las de provocar su propio beneficio.

Otros diréis que comienzo dando muy fuerte, que todos estamos expuestos ante una tesitura como la enunciada, y es cierto, pero no todos accedemos de manera voluntaria y sin obligaciones a ejercer cargos políticos que nos sitúen ante el umbral de la disposición de fondos públicos, de información privilegiada con la que podamos llegar a prevaricar, a apropiarnos indebidamente de recursos que solamente pertenecen a la sociedad, así es que la diferencia resulta bastante evidente.

Y viene a cuento esta entrada en mi blog al colgar, una vez más, una carta publicada en los medios de comunicación social, denunciando el comportamiento despreciativo que hacen nuestras autoridades autonómicas al ningunearnos las ayudas a las que les obliga la Ley de Dependencia. Ni el Molt Honorable, algo menos honorable en los últimos tiempos al haber sido imputado por cohecho en la trama <<Gurtel>> sin haber presentado pruebas irrefutables de su inocencia, ni tampoco el Conseller de Benestar Social, bajo sospecha de favorecer empresas familiares dedicadas al lucrativo negocio que genera la dependencia, han sido capaces de convencernos con todas las triquiñuelas que esgrimen para no conceder, a la inmensa mayoría de valencianos con diversidad funcional severa, las prestaciones que legalmente les corresponden.

Claro está que ellos me vienen más a mano por ser quienes tienen la obligación de rendirnos cuentas de la administración de nuestros recursos, en lugar de desviarlos a faraónicos eventos que en nada favorecen a nuestra comunidad, como son las competiciones privadas de las American Cups, las F-1, las Volvo Ocean Race. Eso es intolerable, como intolerable es permanecer impasibles ante el engaño continuado que nos hacen y que nos obligan a sospechar de su honorabilidad.

Me causa honda preocupación el echo de no tener en quien confiar, me refiero a la clase política en general, puesto que mirando a un lado y al otro no vislumbro nada que me haga mantener las esperanzas de que un día todo cambie, aun cuando estoy convencido que tendremos algunos <<rara avis>>, persona o cosa conceptuada como singular excepción de una regla cualquiera, dispuestos a ejercer con intachable pulcritud su ejercicio público, pero… ¿acaso les dejarán alguna vez acceder estando rodeados de tanto sátrapa?

Por lo pronto solo estamos acostumbrados a escuchar o leer noticias en las que unos les dicen a los otros ¡¡Y tú más!! pero ninguno de ellos los denuncian ante los tribunales ordinarios fuera de la protección de sus cobardes atrincheramientos preventivos.

Fuente: Diversitat Funcional

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Artículo de opinión. Discriminación Ley de Dependencia

El cuarto pilar del bienestar está cojo

 

 

REPORTAJE

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Los servicios sociales carecen de financiación básica estable y de una ley estatal que los consolide.
Con la crisis, la necesidad está llamando a una puerta equivocada, la del trabajador social.

CARMEN MORÁN 20/07/2009

Los servicios sociales son el cuarto pilar del Estado de bienestar, junto a la sanidad, las pensiones y la educación. Pero todos los indicadores de cobertura social en España están por debajo de la media de los países de la UE-27. ¿Por qué? Hay dos razones de carácter histórico cultural: el franquismo, que perpetuó la beneficencia y la caridad décadas después de que en Europa se fueran consagrando los derechos sociales; y la mentalidad que eso ha dejado en varias generaciones, que renuncian a ejercer sus derechos porque no quieren aparecer como menesterosos o abandonados por la familia.

¿Crees que está en riesgo el Estado del bienestar con la crisis?
Los municipios pagan el 60% del total de los fondos que manejan

Muchos renuncian a sus derechos por no aparecer como menesterosos

"Las leyes están, faltan los recursos", afirma Patrocinio de las Heras

No hay un pueblo donde no vaya un asistente social una vez por semana

Es un gran reto para el Estado. En épocas de bonanza económica, las autoridades a duras penas cubren las necesidades sociales de sus ciudadanos. En medio de la crisis, con las arcas públicas menguadas y un número creciente de usuarios desasistidos, ¿aguantará el Estado de bienestar? No va a ser fácil. Hay agujeros en las políticas actuales: no hay una ley estatal de servicios sociales que articule todo el sistema y falta un modelo de financiación para las entidades locales -ayuntamientos y diputaciones- que dé estabilidad presupuestaria. Los municipios siguen aportando el 60% del presupuesto para servicios sociales básicos.

A pesar del retraso sobre el resto de Europa, en España ya hay mucho camino recorrido y la mayoría de las comunidades autónomas empiezan a reconocer tímidamente en sus últimas leyes los derechos sociales como derechos subjetivos, es decir, que los ciudadanos pueden reclamarlos en los tribunales.

En este escenario se aprobó hace dos años y medio la Ley de Dependencia, que ha supuesto "un hito histórico porque consagra derechos subjetivos. Por primera vez en España, una ley estatal garantiza un mínimo de protección para todos los ciudadanos", resume Gustavo García Herrero, jefe de sección de Inserción Social y Albergue Municipal de Zaragoza. García Herrero fue asesor ministerial en los ochenta, cuando se sentaban las bases del sistema de servicios sociales.

Pero la Ley de Dependencia, por más que importante, es sólo una parte de los servicios sociales. Porque, como recuerda constantemente el presidente de la Asociación Estatal de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, José Manuel Ramírez, "todas las personas en situación de dependencia son usuarios de servicios sociales, pero no todos los usuarios de servicios sociales son personas dependientes".

En todo caso, la Ley de Dependencia -de nombre real Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las Personas en Situación de Dependencia- es el modelo para el sistema social, por la consolidación de los derechos subjetivos. Lo que más nos acerca a Europa.

Cada mañana, Pilar Serrano ocupa su puesto en la oficina de la trabajadora social de Tauste (Zaragoza), un pueblo de algo más de 7.000 habitantes. Y pasa consulta. "Una de las principales ocupaciones actuales es la dependencia, la gente que viene a solicitar una ayuda de la ley. Los problemas ya los tenían hace tiempo, pero ahora les podemos ofrecer la recetica", se ríe. Ríe siempre, una de las condiciones indispensables para este colectivo, el buen humor, según dicen. "Yo ya sabía lo que les pasaba, les conozco de hace años y puedo redactar su plan individual de atención casi sin verlos", dice Serrano. Pero en 1985, cuando ella empezó, la gente reclamaba cosas sencillas, "como el abono del teléfono". Entonces, los asistentes sociales eran más animadores socioculturales e impulsores del asociacionismo.

En efecto, el perfil de la persona que se acerca a la consulta del trabajador social ha cambiado con los años. Serrano recibe entre 20 y 30 visitas diarias. Ahora, la gente es consciente de sus derechos y sabe adónde hay que acudir para ejercerlos, como el que va al médico cuando le duele algo, muy distinto de lo que ocurría hace décadas. "Eso es fundamental en los servicios sociales, un buen sistema de información, porque de poco serviría tener derechos si la gente no sabe que existen o cómo acceder a ellos", explica José Manuel Ramírez.

La red social es, en la actualidad, la más descentralizada de todas las existentes en España. "En los ochenta no había un pueblo que no tuviera su maestro, el médico y el cura; ahora eso ya no es así, ciertos servicios se han ido concentrando en las cabeceras de comarca, sin embargo, la red de servicios sociales de atención primaria es la más descentralizada de servicios públicos del país: no hay un pueblo donde no llegue el trabajador social al menos una vez a la semana. Y esa extensión en el territorio, la proximidad a las personas, es una de las mayores fortalezas del sistema", explica García Herrero.

Sólo trabajadores sociales hay unos 27.000. A ese batallón hay que sumar otros perfiles profesionales, psicólogos, animadores, auxiliares de hogar, educadores, terapeutas, que ponen los nombres y apellidos a este cuarto pilar del bienestar.

Adelina Laiz es auxiliar de hogar y trabaja en San Andrés de Rabanedo (León). Ayuda, por lo general, a ancianos en las tareas que ya no pueden hacer, pero también da compañía y conversación a gente más joven, como una mujer de 59 años con trastorno bipolar. Hace la limpieza, va a la compra. "Me gusta lo que hago, les coges cariño, son agradecidos", afirma esta mujer de 41 años que ahora se va a apuntar a un curso de lenguaje para sordos, porque también atiende a uno de ellos.

La profesionalización de estos cuidados, de siempre en manos de las mujeres de la familia, sobre todo en los países mediterráneos, es ahora una esperanza para combatir el paro, incluso un buen yacimiento de empleo más allá de la crisis actual.

Pero hay que detenerse en la crisis y en la financiación de los servicios sociales. Porque la recesión económica está saturando los ya de por sí magros recursos del sistema. Lo saben bien los trabajadores sociales, que estos meses reciben en sus consultas las peticiones económicas de familias en paro a las que no les llega para alimentar a sus hijos.

Y lo reconoce el Gobierno: "La coyuntura económica exige esfuerzos para cubrir las vulnerabilidades sociales que se producen en época de crisis", dice el secretario general de Política Social, Francisco Moza.

Sin embargo, ésa no es la función de los servicios sociales, sino la de asegurar la convivencia personal y social a personas que por distintos motivos (discapacidades físicas o psíquicas, desestructuración familiar, inmigración, drogas, cárcel, aislamientos, exclusión) no pueden desarrollarla adecuadamente.

"Mientras falte un sistema de garantía de ingresos mínimos, los servicios sociales se colapsarán", explica Gustavo García Herrero. Es lo que está pasando. "No podemos dar una vivienda a quien no la tiene, ni un empleo, eso corresponde a otras áreas, a otras políticas; lo que sí hacemos es asesorarlos para que lo encuentren y sepan mantenerlo", añade. El último congreso de trabajo social, celebrado en Zaragoza, expuso una conclusión primordial: el Estado debía garantizar unos ingresos mínimos a quienes no los perciben (parados, jóvenes) si espera que los servicios sociales sigan a flote.

Por eso es fundamental para la consolidación del sistema de servicios sociales una ley que consagre derechos, que luego se materializarán en recursos. Si el Estado impone como obligatoria la educación de 6 a 16 años, está obligado a garantizar de forma gratuita la escolarización en esas edades. Pues lo mismo en servicios sociales. Pero, salvo la Ley de Dependencia, no hay muchos derechos garantizados en este terreno, de tal forma que los ayuntamientos y las comunidades autónomas parchean como pueden las nuevas necesidades económicas de la gente.

Los municipios siguen aportando al sistema el 60% del presupuesto para servicios sociales, alrededor de un 30% las comunidades autónomas, y el Gobierno apenas el 10% restante. Francisco Moza reconoce el retraso histórico respecto a Europa, pero insiste en que se está haciendo un gran esfuerzo, y aporta unos datos: "Éste es el quinto año consecutivo en que los Presupuestos Generales del Estado dedican más del 50% a política social". Es cierto, pero ahí se incluyen educación, sanidad… "Es fundamental, como demuestran algunas encuestas entre mayores y la importancia que conceden a la salud, que haya una buena coordinación entre la sanidad y la política social", rebate Moza. Y prosigue: "En los últimos seis años, la tele asistencia se ha multiplicado por tres y tanto la ayuda a domicilio como las plazas en centros de día y residencias han experimentado un gran incremento".

Ésa es la actualidad. Ahora, un poco de historia reciente. Patrocinio de las Heras es la memoria de los servicios sociales en España, porque ella fue la directora general de Acción Social en el Ministerio de Trabajo en 1987, cuando vio la luz el Plan Concertado, la vía de financiación de los servicios sociales en ayuntamientos y diputaciones. "Habíamos transferido a las autonomías de forma integrada servicios dispersos en distintas administraciones. Y las comunidades fueron redactando sus primeras leyes de servicios sociales donde reconocían algunos derechos". Con el común denominador de todas ellas se firmó el Plan Concertado, que se nutre de fondos del Gobierno, de las autonomías y de los propios ayuntamientos. En total ese plan cuenta con 829.831.970 euros (algo más, porque éstos son datos de 2005. No hay nada publicado más actualizado). El Gobierno aportó en los últimos presupuestos 96 millones de euros, lo mismo que ha costado al Real Madrid el fichaje de Cristiano Ronaldo (94 millones). Sumar a eso lo del brasileño Kaká sería de sonrojo.

Patrocinio de las Heras cree que en la actualidad el sistema está "desarrollado por completo a nivel legislativo, y respecto a la gestión también hay leyes sectoriales de todo tipo, de adopción, sobre infancia, malos tratos…". Pero lo que no hay, dice, son los recursos necesarios para garantizar la cobertura. "Está la casa, pero aún le faltan profesionales y otros recursos. La red más desarrollada es la municipal". De las Heras critica la falta de impulso de que ha adolecido el sistema en los últimos tiempos. "En 1998 hubo un nuevo esquema del Plan Concertado para inversiones en nuevos centros que no se ejecutó, no se han desarrollado plantillas interprofesionales y los mapas de servicios sociales se van muriendo". Recuerda cómo en los ochenta, en cada plan de ordenación urbanística para levantar un nuevo barrio, se reservaban espacios para equipamientos de servicios sociales, como se reservan terrenos para hospitales o colegios.

Pone un ejemplo: "Centros de recuperación para mujeres maltratadas, como el de Ana María Pérez del Campo en Madrid. Debería haber muchos más". Cree, sin embargo, que sectorialmente se ha ido avanzando, es decir, centros de día, residencias para personas con discapacidad, modernos geriátricos, centros de tiempo libre para la infancia. "Pero además, los servicios sociales deben ser universales", reclama.

Consolidados en muchos países europeos -hacia donde avanza España con su Ley de Dependencia, entre otras cosas- este sistema de atención a las necesidades de convivencia tiene nuevas necesidades que atender en los últimos años. La inmigración ha abierto un frente, la soledad, que ya es una vieja conocida en Occidente. Muchos psicólogos se están haciendo cargo de estos nuevos problemas, aunque se quejan de falta de personal.

Juan Antonio Marcos es el director del Centro de Servicios Sociales de Alcalá de Guadaira (Sevilla), pero antes ha ejercido como psicólogo de base, otra de las figuras profesionales que integran los servicios sociales. Se queja de la escasez de psicólogos en un momento en que las necesidades requieren cada vez más de profesionales con este perfil. Los casos que atienden son adicciones, abusos, maltratos, agresividad en la escuela, problemas con la pareja, relaciones familiares. "Para todo ello hacemos programas de prevención. Es fundamental, porque atajar a tiempo los problemas es básico".

La soledad y esos otros problemas de los que habla Juan Antonio Marcos, enlazan con la reticencia cultural que persiste en España a acercarse a los servicios sociales cuando se dispone de dinero y de familia. Cuando se tiene cobertura económica, los servicios sociales, piensa la gente, no están hechos para ellos. Nada más erróneo.

En los 15 años que lleva Gustavo García Herrero al frente del albergue de Zaragoza ha visto de todo, -cómo alguien tarda 10 minutos en quitarse un calcetín porque la mugre lo ha fundido con la piel, o emotivas anécdotas de solidaridad-, pero lo que más le ha impresionado, siempre, son las situaciones de soledad, el mal del primer mundo. Es lo que llaman "necesidades ocultas". Están ahí, pero nadie pide ayuda para combatirlas.

Necesidades ocultas, reticencias a acercarse a los servicios sociales, escasez de financiación que condena a la inestabilidad de las subvenciones, ausencia de una ley estatal… A todo esto hay que sumar la ausencia de estadísticas que sirvan de punto de partida para conocer la situación y actuar en consecuencia. El agujero en los datos -salvedad hecha de algunas encuestas entre personas mayores- es tan acusado, que condena a los servicios sociales al silencio. Y la crisis, que deja oleadas de miseria en la puerta equivocada. ¿Se puede llamar a esto el cuarto pilar del bienestar?

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Artículo de opinión. Discriminación La Generalitat Valenciana y la LEPrA Ley de Dependencia

Prevaricación o atraco: II

 

ladron-11641-1La difusión de mi artículo “Prevaricación o atraco” ha provocado que a mi buzón llegue una docena larga de correos exponiéndome situaciones esperpénticas y agradecimientos, por haberles hecho ver que lo que están sufriendo tiene nombre. Todos los casos que me han llegado tienen una cosa en común: el arma utilizada es el procedimiento administrativo trucado.

Un amigo me hizo notar que como él, Vicent y yo éramos de la misma quinta, debía tener su colección de certificados: de subnormal, de minusválido con más del 33% y punto, de inútil para el servicio, de no apto para educación física, de discapacitado, del grado de movilidad reducida y…. del grado de necesidad de ayuda de tercera persona.

Cuando el 26 de abril de 2007 Vicent presentó la solicitud acompañó o el certificado que reconocía que su grado de necesidad de ayuda de tercera persona era de 55 puntos. Con más de 45 puntos automáticamente se tiene reconocido un grado 3, nivel 2. Al día siguiente se tenía que haber expedido el reconocimiento de ese grado y enviar a su domicilio al trabajador social para consensuar el PIA. Pero no, tuvo que presentar los certificados médicos que no eran necesarios más que para enredar.

Pero la cosa no para ahí, porque Amparito me escribe para decirme que tiene una distrofia muscular y su certificado, del año 1995, le reconoce 32 puntos de necesidad de ayuda de tercera persona. La resolución que le llega le reconoce un grado 2, nivel 2, pese a que los informes médicos acreditan que su deterioro físico ha aumentado exponencialmente desde el 95 y, sobre todo, que la homologación de la puntuación de necesidad de tercera persona es pertinente para las valoraciones hechas a partir de 1999. A los dos les han aplicado la ley del embudo, con el agravante de que no le aplican a uno se lo aplican a la otra, aunque a ella no procedía. Puede que la explicación se encuentre en lo que me dijo un amigo, que el papeleo lo llevaba una subcontrata que no conocía de la existencia del significado del procedimiento administrativo.

La otra historia es más penosa y mucho me temo que acabe en los programas de sucesos. Los padres de Antón presentaron los papeliños para lo de la dependencia en septiembre de 2007. Hecha la valoración le reconocieron un grado 3 nivel 2, por resolución de enero de 2008. Los técnicos competentes determinaron que el recurso apropiado para Antón era la libranza de asistencia personal. El 22 de agosto se firmó la resolución reconociéndole la libranza.

Cuando la carta llegó o a casa fue una fiesta, los padres no cabían en sí de gozo, los hermanos ya veían como Antón podría tener una autonomía que controlaría él sin depender constantemente de la familia. El abuelo decía que aunque había tardado el papel, se notaba el cambio democrático. Su hermano tuvo que emigrar a las Américas en sus mocedades por no tragar con las cacicadas. La avoa daba por buenas las novenas y promesas que había hecho; ella cumpliría con el Apóstol.

No había pasado un mes cuando llega una resolución a casa de Antón diciendo que la del mes pasado era nula. Carmiña, que así se llama la madre de Antón, necesitó leer la carta 3 veces antes de reaccionar. Cuando se enteraron los abuelos la reacción fue dispar, la avoa Martiña anda peleada con Apóstol, el avó Anxo dice que él lo arregla con la escopeta como ha hecho siempre la gente de bien. El avó Xan no es partidario de las armas de fuego, con una herramienta, mirando a la cara, es como se arreglan estas cosas.

Afortunadamente los padres de Antón aceptaron librar la batalla en el campo en el que les emplazaban: el judicial, para lo que tenían que pasar por la tortura de agotar el trámite administrativo. Recursos, silencio administrativo, resoluciones ilegales,….

La cuestión está en que una vez dictada una resolución para anularla hay que seguir el procedimiento administrativo y dar trámite de audiencia al interesado. De no hacerse así es nula y quien la dicta a sabiendas de que es ilegal esta prevaricando, lo digo yo. Pero creo que la administración aplicará aquello de antes muerta que sencilla. Les hará acudir a los tribunales para ver reconocido un derecho que Dani tiene reconocido y del que disfruta en la tierra de Picasso.

Lo que parece explicar que unos niños tengan reconocida la asistencia personal y otros no parece que es debido al hecho diferencial, que los discapacitados no llegamos a entender. De todas maneras yo he visto, por internet, la resolución anulando la que reconocía la libranza de asistencia personal y el fundamento es que no se había regulado la prestación en esa fecha. Esa resolución se firma el 19 de septiembre del 2008 y el informe estadístico del SAAD de 1 de octubre dice que en Galicia hay 5 beneficiarios cobrando la libranza de asistencia personal. ¿Se trata de un atraco, de prevaricación pura y dura o de repetir la matanza de los santos Inocentes? Los abuelos, los abuelos,…

Igual otro día escribo la historia del avi de Jordi, que ha dejado de fumar y no renovará el abono del tricampeón para pagar un abogado para que la administración cumpla lo que dice por la tele y pone la ley

Valencia, 18 de junio de 2009

Vicente Valero Sanchis,                                                                                    Velador por el cumplimiento de la Convención                                                       sobre los derechos de las personas con discapacidad.