Category: Memoria histórica
¿Habrá creído el muy ladino que todos están dispuesto a hacer su camino?
Cojos por la gracia de Franco.
Una deficiente y tardía política de vacunación disparó en España las tasas de infección de una enfermedad que alcanzó su mayor incidencia en los años 50 y 60.
Hoy traemos la grabación del programa para que lo podáis escuchar íntegramente.
Intervinieron en el coloquio sobre la poliomielitis el médico investigador Juan Antonio Rodríguez Sánchez y los afectados Lola Corrales, Antonio Avendaño y Cecilio Gordillo.
—oOo—
Esta era la entrada de la primera parte del programa que editamos el pasado sábado, día 31 de octubre, y hoy lo completamos con la audición de la segunda parte que se acaba de emitir en las ondas de Canal Sur Radio, para todos quienes tienen el interés de esta noticia en forma de entrevista múltiple.
Desde estas líneas podréis acceder a la lectura de algunos comentarios que diversos radioyentes han querido participar.
Esperamos que podáis haceros una idea próxima a la realidad que viven miles de personas que fueron víctimas de tanta desidia e irresponsabilidad institucinal, con el vivo deseo de que nunca jamás situaciones semejantes puedan llegarse a repetir.
Gracias a Canal Sur y al programa “La Memoria” por dedicar unos minutos a la epidemia mas devastadora que sufrió España y que dejo a cientos de miles de niños afectados.
Niños que ahora tenemos entre 50 y 60 años en su mayoría. Niños que hemos servido de conejillos de indias a varias disciplinas médicas que sin ellos no hubieran existido y de las que ahora nos beneficiamos toda la población. La fisioterapia, la traumatología ortopédica y la rehabilitació n y probablemente alguna otra. Yo no soy medico, soy afectada desde mis cuatro años. Sus efectos nos han marcado, en nuestras vidas y a nuestros familiares. A nuestros padres le supuso enormes esfuerzos personales y económicos para sacarnos adelante. En muchos casos teniendo que viajar a otras ciudades en busca del mejor especialista.
Nosotros nos hemos esforzado sobremanera para aparentar que no nos pasaba nada, para estudiar para trabajar, para tener una familia, para tener hijos. Todo con la mayor normalidad. La sociedad exige ciudadanos perfectos, y nosotros no lo eramos.
Hemos sido victimas de la caridad cristiana, de aquellos que nos decían que teníamos que tener mucha resignación, esto era una prueba que Dios nos enviaba, que no nos preocupáramos que el cielo lo teníamos ganado.
Ayudas, me da la risa, no se lo que son. El material ortopédico había que pagarlo con el dinero de la familia, el calzado especial ídem de ídem. Con lo que si todos esos medios ortopédicos fallaban o estaban mal hechos, a los pocos años venían las deformidades de huesos y músculos, con lo que el traumatólogo pasaba a ser nuestro medico especialista. Nos han hecho pasar por operaciones muchas veces necesarias, otras por estética, según lograban convencer a nuestros padres, ellos eran los que tenían la ultima palabra.
Hemos pasado lo nuestro. Y ahora que pensábamos que todo había terminado, no es así. Seguimos siendo ignorantes en como nos afecto la polio. Ahora y gracias a que existen asociaciones sobre el síndrome postpolío y neurólogos que tiene en cuenta a sus pacientes, sabemos que muchas de nuestras neuronas murieron y que las otras han trabajado en exceso ramificándose tanto que con los años esas ramificaciones se mueren, afectando a órganos y músculos. Así podemos encontrarnos fatigados, con problemas de deglución, de respiración, de articulaciones, ya que el síndrome es un conjunto de síntomas.
Ahora cuando muchos no podemos seguir trabajando nos encontramos con que la respuesta es que no tienes derecho a una pensión digna. Los médicos de las tribunales de evaluación de incapacidades tampoco saben nada de nada.
La polio, esta erradicada pero nosotros no. Aun estamos aquí. Gracias a Asociaciones a nivel mundial, a especialistas y pacientes de Brasil, que se lo han peleado. Y las posibilidades que da la red de redes, Internet, hoy sabemos que la OMS ha clasificado el Síndrome postpolio como enfermedad neurológica y clasificada como G14. España tendrá que implementarlo en 2010. Esperemos que este Gobierno no nos abandone como hizo el Franquismo.
Lucharemos para que no nos olviden.
Ana Liebanas Serrano
Cojos por la gracia de Franco.
Anoche, a las 21:30 en Canal Sur se desarrolló el programa Memoria Histórica
Una deficiente y tardía política de vacunación disparó en España las tasas de infección de una enfermedad que alcanzó su mayor incidencia en los años 50 y 60
Hoy traemos la grabación del programa para que lo podáis escuchar íntegramente.
- Intervienen en el coloquio sobre la poliomielitis el médico investigador Juan Antonio Rodríguez Sánchez y los afectados Lola Corrales, Antonio Avendaño y Cecilio Gordillo.
El programa “La Memoria” de Radio Andalucía, dirigido y presentado por Rafael Guerrero, dedica su emisión del viernes, 30 de octubre, a la negligencia que cometió la dictadura franquista al afrontar la epidemia de poliomielitis durante los años 50 y 60 que generó miles de afectados. Una tardía y deficiente gestión del tratamiento determinó que las tasas de incidencia de esta enfermedad se dispararan en España, mientras que en otros países de nuestro entorno el control sanitario fue más efectivo. Las disputas entre distintas “familias” del régimen por gestionar la sanidad perjudicaron a las víctimas que no siempre tuvieron acceso gratuito a las vacunaciones.
Muchas de las cojeras que hoy padecen miles de personas en torno a los 50 años de edad se deben a este brote de poliomielitis mal tratado por la dictadura franquista que, además, con control sobre los medios de comunicación ocultó la importancia de la epidemia, lo que determinó que su incidencia se prolongara en el tiempo más que en otros países, sobretodo entre las clases sociales más desfavorecidas y menos informadas.
El programa aborda este tema con un interesante coloquio en el que intervienen Juan Antonio Rodríguez Sánchez, médico investigador de la Universidad de Salamanca; y los afectados Lola Corrales, presidenta de la Asociación de Afectados de Polio y Síndrome Postpolio; Antonio Avendaño, periodista; y Cecilio Gordillo, coordinador del proyecto de recuperación de la memoria histórica Todos los Nombres.
El programa finalizará, como de costumbre, con el repaso a la actualidad de la memoria histórica del Noticiero de “La Memoria”.
Fotos.- Arriba, un niño con poliomelitis. Debajo, intervinientes en el coloquio: Juan Antonio Rodríguez Sánchez, Lola Corrales, Antonio Avendaño y Cecilio Gordillo.
Emisión.- Viernes, 30 de octubre, a las 21,30 horas en Radio Andalucía.
Descarga en internet.- A través de www.rtva.es por “bandeja de la radio” o el blog del programa “La Memoria”: http://blogs.canalsur.es/lamemoria/
Suscripción por internet.- Se aconseja la suscripción por el sistema podcasting, siguiendo las instrucciones en www.rtva.es a través de «bandeja de la radio»
Fuego amigo
Garzón hizo bien en entrar al
Tribunal Supremo por la puerta
principal
El fascismo rampante quería la foto y la ha obtenido. Garzón, con visión histórica, en lugar de entrar por la puerta reservada a los magistrados, posó en la puerta del Tribunal Supremo, para que los ciudadanos viésemos
la representación del mundo al revés. El fascismo de manos sucias hubiese preferido que hoy se publicase la foto robada por un paparazzi, la huida vergonzante del juez por la puerta trasera, quizá con un jersey cubriéndole
la cabeza, a ser posible.
Hizo bien Garzón, porque sin documentos gráficos que levanten acta, el día de mañana habría quedado el abuso como una mentira histórica, de la misma manera que sus antepasados ideológicos negaron los hornos crematorios en los campos de concentración nazi, de igual forma que el juicio del 23-F no hubiese sido el mismo si no fuese por aquella cámara de televisión que grabó el asalto.
Así que está bien la foto. Cuando el día de mañana se la enseñemos a nuestros nietos, servirá de ilustración de cómo los vencedores de la Guerra Civil lograban que las pruebas de los crímenes continuasen enterradas en
sus fosas originales, todavía 70 años después, porque cada hueso desenterrado es un acta de acusación contra aquella horda de gente de manos sucias y misa diaria, que utilizaron las tapias de las iglesias para sujetar sus crímenes. Como la maldición de Tutankamon, esas tumbas guardan la desgracia contra quienes las quieran remover.
Se llaman a sí mismos Manos Limpias, copiando groseramente el movimiento judicial italiano nacido contra la corrupción, porque desenterrar las pruebas de los crímenes de su homo antecessor ensuciaría sus manos para siempre.