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Cuando las barbas de tu vecino veas pelar… Echa las tuyas a remojar

michelcollon.info/ inSurGente.-

Érase una vez, en los Estados Unidos, ese país donde atan a los perros con longaniza, unos bondadosos filántropos que habían acudido a la ayuda de los pobres (no demasiado, pero algo pobres no obstante) para ayudarles a que se comprasen una casa. Esos benefactores prestaban dinero, casi sin contrapartidas, a quienes no lo tenían. Los pobres sólo tendrían que rembolsar poco a poco, de la forma y en el momento que pudiesen, disfrutando desde aquel primer momento de su nueva casa con su jardín, una recompensa inesperada tras una vida dedicada al trabajo.

Desafortunadamente, era demasiado hermoso para ser verdad. Y es que el generoso donante no era sino un granuja. Basándose en la firma sonsacada al incauto pobre, el prestamista notificaba que aquel préstamo (en principio prácticamente gratuito) dejaría de serlo poco después. Y que la firma obligaba al pobre a rembolsar muchísimo más de lo que se le había prestado. La proporción de endeudamiento era tan elevada que el pobre, se encontraba rápidamente ante la imposibilidad de hacer frente a su deuda y no tenía más remedio que cederle su propiedad. A él o a otro, ya que, mientras tanto, el primer granuja había vendido el acta de propiedad a otro tan granuja que, a su vez, también se había apresurado a traspasársela a un tercero a cambio de una elevada suma de dinero.

Sin embargo, cuando el acta de propiedad llegaba a las manos del último comprador el acta ya no tenía valor, ya que todo el gremio de granujas había decidido vender las casas mal adquiridas en el mismo momento. Entonces ¿acabo perdiendo quien creía ganar? ¿Es moral esta fábula de las “subprimes”? No exactamente. Mientras que los pobres eran cada vez más pobres y sólo tenían ojos para llorar, el primer granuja y los demás, se habían enriquecido con creces antes de escabullirse en una naturaleza salvaje.

Pero “¿qué fue del último?” me preguntará usted. Él también perdió mucho dinero. Perdió mucho más que el pobre pero, a la vez, mucho menos en comparación con su fortuna. Pero él pertenece a la raza de los pudientes. Y si cae, todos saben que puede arrastrar en su hundimiento a muchísima gente. Especialmente todos aquellos que necesitan su dinero para inventar, el día de mañana, otras hermosas y verídicas historias como el de las “subprimes”. Gracias a Dios, en ese país donde atan los perros con longaniza, existe un gobierno que hace valer la Justicia….y devolverles el dinero perdido. Pero ¿qué hace el Gobierno para poder devolver el dinero al último granuja? Pues nada : recauda un impuesto. Y ¿quién paga el impuesto? Pues el pobre, evidentemente, él y todos sus semejantes.

¿Cree que exageramos? No exactamente ya que si nuestra fábula – totalmente inmoral – terminase aquí, estaría casi alcanzando la realidad. Cada día es más probable que el Estado norteamericano no tendrá otro remedio que garantizar esos préstamos inmobiliarios reducidos a nada. Según la declaración de un economista, citado el pasado lunes en Le Monde, eso “costaría a los contribuyentes estadounidenses unos quinientos mil millones de dólares por lo menos.”

Eso significa que muchos pobres tendrán que pagar durante muchísimo tiempo, para poder rembolsar una deuda que no es suya y borrar así una infamia de la que no son culpables y de la que algunos de ellos fueron las primeras víctimas. Y si esto no se produce, significará el hundimiento de todo el sistema, relegando a la miseria a millones de pobres. Los mismos, siempre los mismos.

Esta historia es edificante. Sólo tiene un defecto. En la vida real esos granujas no son verdaderamente granujas. Los conocemos : son los inversores y, al final de la cadena, banqueros. Sólo están haciendo su trabajo. No cometen ningún delito. El “granuja” es el sistema en su conjunto. Esa estafa no es una estafa, es lo que solemos llamar “capitalismo financiero” o “neoliberalismo”. Los peces gordos especulan y los pequeños se ven despojados de sus bienes. Es natural. Es la regla de un sistema sin reglas. Y son los políticos quienes han decidido esta desregulación planetaria. Se podría imaginar que están arrepentidos. Sobretodo cuando son…¡ ay ! ¿ cómo se decía? – “de izquierdas” – y alardean de defender a los más necesitados. Pero este no es el caso, sino todo lo contrario, ya que empeoran la situación.

El recentísimo Tratado de Lisboa (que ni siquiera ha sido sometido al voto popular) confirma este sistema, instituyéndolo en Europa. Lea usted el artículo 56 que prohíbe cualquier traba a la circulación de los capitales y prohíbe a los políticos aplicar cualquier tipo de intervencionismo. Asociándonos a la petición de un grupo de economistas europeos que piden su derogación del Tratado no pretendemos, desde luego, detener la crisis que se avecina casi por arte de magia. Con ello pretendemos, al menos, bloquear la situación para devolver a los políticos su poder en materia de finanzas. Finanzas que resultan tan creativas cuando se trata de explotar todas las riquezas del planeta.

Politis, 27 de marzo de 2008

Traducido por Manuel Colinas y corregido por Investig’Action

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Del Estado del bienestar al de Usura Institucional y Financiera

Leyendo esto me pregunto ¿qué sucederá con las hipotecas inversas para la dependencia? ¿Con cuánto tendrán que avalar personas pagadoras de viviendas supravaloradas y después infravaloradas, para acabárselas regalando a las entidadades financieras y a cambio de que prestaciones económicas de miseria, que ni las Administraciones públicas se atreven a cubrir, tras haber cobrado, infinidad de años impositivos, en los tiempos en que fuimos ciudadanos productivos? El trasfondo tiene: ¡¡¡Tela!!! ¿Estamos frente al delito de Usura legalizada?

InSurGente.- La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) considera que si esta norma sale adelante sería motivo de una “revolución social”. La portavoz de la OCU, Ileana Izverniceanu, cree que es un “atropello a la sociedad civil” el que el Gobierno baraje normas de esta naturaleza. “No puede ser que, por una mala gestión de la crisis, los consumidores paguemos el pato” con medidas “aberrantes, inconstitucionales e ilegales”, sentencia la portavoz de la OCU. Esto se conoce apenas dos días después que se hiciera pública la noticia del aumento de la morosidad en un 33% en el pago de hipotecas. En esta noticia adjuntamos un resumen del informe del BBVA para la economía española, donde se estima que el desempleo se disparará hasta el 11%.

Agencias/inSurGente.-

La ley hipotecaria se hizo para abaratar los cambios de estos préstamos, pero su desarrollo esconde esta medida. En el decreto que desarrolla la nueva ley del mercado hipotecario, se permite a las entidades financieras exigir al ciudadano que hipoteque otros bienes si el precio de la vivienda se reduce. El decreto está sometido a consulta pública y su redacción no difiere en buena medida de la legislación hoy vigente.

Según publica este lunes el diario El Mundo, la redacción del decreto, aunque farrogosa en algunos puntos, es bastante comprensible: “Si por razones de mercado o por cualquier otra circunstancia el valor del bien hipotecado desmereciese de la tasación inicial en más de un 20 por ciento, la entidad financiera acreedora, acreditándolo mediante tasación efectuada a su instancia, podrá exigir del deudor hipotecante la ampliación de la hipoteca a otros bienes suficientes para cubrir la relación exigible entre el valor del bien y el crédito que garantiza”.

Según el FMI, los precios de la vivienda podrían caer en hasta un 20 por ciento en España. A eso se le suma otro problema, y es que las tasaciones que realizan los bancos para la concesión de los préstamos han estado durante muchos años infladas, ya que se pensaba que los pisos valían mucho más de lo que ahora se evidencia. Ese hecho sirvió para que el volumen de los préstamos fuese más alto sin necesidad de que los bancos tuviesen que provisionar cantidades adicionales.

Esta situación podría llevar, por ejemplo, a un ciudadano que compró una casa por 180.000 euros (para la que recibió un préstamo de 190.000, gracias a una tasación de 200.000 euros) a que el banco que le concedió el préstamo decida hacer otra tasación, que esta arroje un resultado de 160.000 euros, y que la entidad le obligue a hipotecar otros bienes para cubrir el préstamo inicial de 190.000.
La morosidad aumenta de un modo significativo

Las últimas previsiones del sector, realizadas desde hace tiempo, auguraban que la tasa de morosidad no superaría el 2 por ciento en el conjunto de 2008. Sin embargo, las fuertes subidas de las últimas semanas podría llevar al sector a revisar, al alza, sus estimaciones. De seguir la tendencia actual, el diario El Economista asegura, citando fuentes “solventes” del sector, que la “mora” cerraría el ejercicio 2008 por encima del 2,4 por ciento.

Las cajas arrojaban el pasado enero créditos dudosos –con impagos y retrasos– por importe de 8.656 millones de euros, frente a unos créditos totales de 838.503 millones. La tasa de morosidad de las cajas comienza a abrir brecha con sus grandes rivales, los bancos, cuyo ratio se encuentra en el 0,85 por ciento, pese a que el alza de impagos es común a todo el sistema financiero. En las cooperativas la morosidad repuntó hasta el 1,06 por ciento, un nivel que, a falta de presentar el dato de febrero, ya es superado claramente por las cajas.

Sin embargo, hay que recordar que la banca española, y en concreto las cajas, son solventes y están saneadas. Así lo ha defendido el Banco de España y el presidente de la CECA, Juan Ramón Quintás. Por eso, la fuerte subida de la morosidad en los dos primeros meses del año, hasta el 1,17 por ciento, no debe impedir ver la realidad, y es que la tasa de nuestras entidades está muy por debajo del 2,5 por ciento de Europa.

Entre las entidades con más morosidad del sector están Cajasur (1,73 por ciento), Caja Canarias (1,72 por ciento) y Caja España (1,66 por ciento), según los datos facilitados por las propias entidades.

El Informe de la BBVA es contundente

El ajuste de la economía española ya no es una realidad virtual. Está aquí con todas las de la ley. El servicio de estudios del BBVA acaba de presentar sus nuevas previsiones económicas, en las que estima que este año el crecimiento del PIB se situará en un máximo del 2,2% y un mínimo del 1,7%. Si bien, el escenario central se sitúa en el 1,9%. Para el año próximo, la horquilla es más amplia, pero el escenario central es todavía peor.

El BBVA considera que la economía española crecerá el 2009 un máximo del 2% y un mínimo del 0,8%, aunque lo más probable es que el aumento del PIB se sitúe en el 1,4%.

En ambos casos se trataría del crecimiento más bajo desde la recesión de los primeros años 90. La causa de tan abultada desaceleración –la economía creció un 3,8% en 2007- radica en un deterioro sin paliativos de la capacidad de la economía español para crear puestos de trabajo.

El BBVA llega incluso a hablar de “estancamiento” en el nivel de empleo para el año 2009. Ello se producirá en un fuerte incremento del paro, ya que la población activa crece en torno al 2%. Hasta el punto de que la tasa de desempleo se situará el año próximo en el 11% en promedio anual.

Durante este año, el ritmo de creación de empleo se situará entre el 0,4% y el 1,4%, en cualquier caso, muy por debajo del 3% alcanzado el año pasado.
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Suspenso en bienestar social

Carta de los lectores

Zona 20 – Carta de Alicante



Suspenso en bienestar social

Juan Cotino, Conseller de Benestar Social de la Generalitat Valenciana


CARMEN CALPENA GALIANA.


Bienestar Social ha venido demostrando, desde hace años, a muchas de las familias que han necesitado de sus servicios que esta institución es poco comprensiva, muy lenta en su gestión o que da una callada por respuesta a las solicitudes que pasan por registro.

Al parecer consideran esta acción democrática –pedir un servicio– una intromisión que les desvelaría la pasividad y gandulería con la que trabajan algunos máximos responsables de esta Administración pública.

Hacer los deberes con la responsabilidad que se debiera no es lo habitual, responder o dar explicación de cualquier situación administrativa a cualquier colectivo ciudadano puede llegar a que el solicitante renuncie al final en su empeño de recibir una respuesta.

Los problemas los solucionan sobre la marcha en forma de parcheo. El número de centros ocupacionales para discapacitados es una vergüenza, tan sólo uno en toda la ciudad, centros de día y residencias, más de lo mismo, una grandísima desvergüenza. Y el colectivo de jóvenes con necesidades especiales está formado por cientos que permanecen aparcados en sus casas o están de aquí para allá realizando todo tipo de cursillos básicos.

Van acompañados sobre todo por sus madres, que tuvieron que abandonar su vida laboral y aparcar las obligaciones en el hogar para que su hijo no retroceda en los conocimientos.

Durante muchos años y con gran esfuerzo, estos menores consiguieron avanzar en integración durante la etapa de Educación Primaria. Por favor, no jueguen con los derechos de los colectivos más vulnerables y apliquen de una vez por todas la Ley de Dependencia.

Alicante

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VIOLENCIA Y MEDIOS / Rogelio Diz

Mucho se habla en esta tierra nuestra de libertad, democracia y pluralidad. Principalmente entre los medios profesionales de difusión – entiéndase radio, televisión y prensa escrita- donde en apariencia y apelando a la libertad de expresión cada uno de ellos expone a sus lectores una amplia gama de informaciones y artículos de opinión para formar el criterio de quienes nos encontramos al otro lado de la mesa.
Pero a pesar que en apariencia todo esta dentro del contexto que entre todos establecimos, la realidad cotidiana nos demuestra que no siempre es así.
Los medios periodísticos industriales con una creciente voz y capacidad de influencia en el espacio público, constituyen muchas veces un factor más de violencia. A través de sus contenidos noticiosos crean, promueven, refuerzan y legitiman la violencia generalizada hacia quienes consideran pueden ser un obstáculo de sus propios intereses.
Ya que al banalizar y descontextualizar la información van creando y construyendo asociaciones como: emigrante = delincuente; nacionalismo = independentista radical violento, creando estigmas que de alguna manera intentan legitimizar la agresión en su contra y se forma el caldo de cultivo perfecto de violencia política, social y deportiva.
No es difícil encontrar en nuestra historia reciente, de innumerables casos de enfrentamientos, ya sea entre grupos con diferentes ideas políticas o deportivas que terminan con heridos, detenidos e incluso algún que otro muerto, donde el inicio fue una información en forma de bola de nieve lo suficientemente amplificada por algunos medios con resultados que quizás nadie habría podido prever. O lo que seria más grave, cuando esta información fuera dada con la intencionalidad de realmente provocar el enfrentamiento.
No hace falta mas que darse una vuelta por los diferentes foros de los diarios electrónicos en Internet, donde en la mayoría se permite a los lectores verter sus comentarios sobre las diferentes noticias dadas o artículos de opinión y que en una buena parte y cobijados en el anonimato queda reflejado ese sentir donde el insulto y la descalificación cada vez más soez y descarnada gana terreno sobre el comentario reflexivo por muchos lectores expresado.
La critica y la diversidad de opinión es sana en una sociedad moderna y democrática, pero cuando esta se vacía de contenido y la palabra se convierte en violencia en forma de insulto, nada bueno hace presagiar, y en esto tenemos buenos maestros en algunos políticos, periodistas y pseudos-intelectuales que pululan por estos lares, ¿como queremos entonces no encontrarnos con verdaderos mamporreros de la palabra al otro lado de la línea?
En este sentido quiero expresar mi regocijo de escribir en Xornal.com, y echar una lanza a favor de sus lectores, uno de los pocos medios a nivel mundial donde sus lectores en su gran mayoría demuestran con sus comentarios un gran nivel, que muchas veces nos hace sentir el compromiso que los que tenemos el privilegio de escribir aquí, debemos cuidar y sostener en cada uno de nuestros artículos.

Rogelio Diz-Analista político
rdiz51@yahoo.com.mx

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Aquí nadie apaga mi voz, los condones son para otras cosas ¿verdad?

Resulta muy curioso que, durante casi dos meses, esté creído que mi participación en un foro está dentro de la normalidad, pues me entran los acuses de recibo de mis mensajes, recibo todos los correos de mis otros compañeros… pero hoy acabo de comprobar con asombrosa perplejidad, que tan solo era un eco, un rebote, una participación contra la pared que impedía que mis amigos me estuviesen leyendo.

También he comprobado que Yahoo! no me ha bloqueado, como en ocasiones anteriores y debido a irregularidades temporales ha sucedido, y que el asunto no tiene mayor explicación.

¿Filtros?… ni lo sé, ni lo puedo asegurar, pero ¿que otra cosa si no podría suceder?, los condones son para otras cosas ¿verdad?

Envío mis correos, recibo conformidad, pues me entran provinientes de ese espacio, pero ni se registran ni aparecen…

¡Misterio!

De lo que si estoy convencido es que, aquí, en este blog nadie me va ha silenciar. Como tampoco silenciaré a ninguno que en cualquier momento quiera dejar su opinión, siempre y cuando haga constancia de su autoría, pues con los anónimos tampoco me la juego. Pero siendo así que cada cual se identifica, como yo mismo lo hago en todas mis colaboraciones en blogs, webs y demás, jamás se me ocurrirá aplicar ningún tipo de censura.

En fin, son cosas que incomprensiblemente pasan todavía en estos tiempos. Siempre hay quien prefiere ser cabeza de ratón que cola de león. Pero con eso ya contamos quienes estamos de retorno de muchas cosas.

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Cuando la Ley se convierte en timo. / Mª Ángeles Sierra.

Lo politicamente correcto en los tiempos que atravesamos es eso de decir que cualquier presentación nueva de ley o propuesta política, aunque sea deficitaria, no deja de suponer un avance en la evolución social de nuestro entorno.

Una de las leyes que como más políticamente correcta presentan todos los sectores políticos, sociales, administrativos y empresariales es la ya no tan nueva ley de autonomía personal y atención a personas en situación de dependencia.

“Nos felicitamos de tener un nuevo derecho que antes no teníamos” Esta es la gran cantinela hipócrita o producto de la ignorancia que se escucha en todas partes. Sin embargo entrando en harina de los casos reales, para los que todavía pensamos, va a ser difícil que nos quiten de la cabeza que se ha convertido en una ley que más obedece a los caprichos de un brutal sistema capitalista y una de las leyes socialmente más sangrantes.

Lo que antes no se dejaba de hacer por humanidad, ahora se impone bajo un nuevo sistema de desigualdad territorial, de discriminación, de reducción de otros derechos en la práctica conquistados y de saqueo a los ciudadanos por parte de estómagos agradecidos y sistemas financieros .

El cacareado cuarto pilar del Estado del bienestar, más bien se ha convertido en el bienestar del Estado, y como no, a costa de sus ciudadanos. Porque si los cálculos no fallan para que la mesa siente bien las cuatro patas, lo que nos falta en España es una Ley de acción Social, vertebradora, capaz de acoger y dar soporte a todos los sectores sociales, superando e igualando cuanto menos al alza y con la aportación de la Administración General del Estado al conjunto de acciones sociales territoriales.

Esto costaba dinero y posiblemente un nuevo esfuerzo tributario social y muy especialmente empresarial y público, al que nadie estaría dispuesto, por lo que luego vinieron algunos inventos laterales de parcheo como entre otros, el famoso cheque-bebé, que además de un electoralista y desprogramado despilfarro, no lleva a nadie a buen puerto.

Así pués, hubo un trasvase con respecto al conjunto de lo necesario y se pensó tal vez en el sector que más demandaba, más consumía, -especialmente en sistema sanitario previamente tributado- y más había atesorado a lo largo del tiempo: La tercera edad. Poco tardamos los colectivos y las personas con diversidad funcional (discapacidad), no pertenecientes al colectivo de la tercera edad en hacerles saber, que nos habían sacado del invento ante situaciones similiares de necesidad de apoyos sociales para nuestro desenvolvimiento. Así pues no les quedó más remedio que incorporarnos en el saco del cacareo.

Lo primero que se nos dijo y todavía se mantiene es que se trata de una Ley Universal y fue cuando algunos leyendo “letras pequeñas” descubrimos que existe más de un único universo, porque al contrario que el resto de leyes universales del Estado, la de Sanidad, Pensiones y Educación ésta obedece a la fórmula del copago, no fijo, sino en función, de los niveles de rentas de sus ciudadanos, además de sus patrimonios, lo que acaba aminorando el valor igualitario del derecho.

Pero además de todo esto quizás quepa ejemplificar cómo funciona en la práctica el proceso, porque es como mejor se entienden las cosas; Caso simple, sin ir más lejos.

Acreditación de un grado de discapacidad del 74% y como no ha cotizado porque tampoco se le quiso en esta hipócrita estructura dar la justa y digna oportunidad de hacerlo, percibe como prestación no contributiva la millonaria cifra mensual de 312,43 €. Presenta una movilidad reducida y una cierta limitación para llevar a cabo determinadas tareas de vida diaria. Puestos a pedir esta persona podría quedarse sola pidiendo, pero no, la vamos a considerar objetiva y justa.

1.- En este caso, necesitaría únicamente un simple apoyo de ayuda a domicilio, para llevar a cabo las tareas del hogar que bajo sus circunstancias nos puede. Servicio que por otra parte muchos municipios de España ya venían prestando y de forma abaratada además de gratuita ante determinados supuestos. De entrada, como no superará la prueba del Grado III Nivel II de situación de dependencia que se plantea la ley atender en los primeros años de su funcionamiento, será emplazada por el sistema nacional de la dependencia a solicitarlo en otro momento. Allá para 2012, más o menos. Multipliquen los lectores similar a este supuesto por miles de ciudadanos contribuyentes directa o indirectamente al desarrollo de este país y no olviden además que se han publicado casos en medios de comunicación como el de una anciana de 98 años emplazada a 2011 para ser atendida por el sistema, ya que presenta ciertos niveles de movilidad y autonomía moral para su desenvolvimiento.

2.- Podría ser que el caso fuera como hay otros muchos miles de ellos de estar en disposición de un certificado de minusvalía superior al 75% y con reconocimiento de la necesidad de ayuda de tercera persona, lo que significaría que sus 312,43 € vendrían acompañados de un complemento económico a mayores del 50% es decir, 156,22€. También podría darse en este supuesto que tuviera una pensión contributiva, conforme a los niveles de cotización con el mismo complemento, cantidades estas siempre variables, que viniese acompañada de la prestación de invalidez absoluta con complemento de tercera persona.

Aquí y sin necesidad de pasar ningún baremo, si que le acogería el sistema, pero lo primero que haría sería poner encima de la mesa los 156,22 € de complemento, además de averiguar otro tipo de posibles ingresos, rentas o patrimonios, situación que no se produce con el resto de leyes universales Y después de hacer la primera criba, se comienza a ver hasta a la madre del cordero.

De entrada el complemento de tercera persona para nuevos solicitantes de pensiones no contributivas se lo han cepillado a través de un decreto y el complemento también de tercera persona de carácter contributivo aunque se sigue manteniendo, ha sufrido un lamentable aminoramiento, porque la idea es trasladar esa prestación directamente al sistema de la dependencia, haciéndola desaparecer en el tiempo. Es decir: Menos derechos.

¿Pero a qué conlleva esto? A que por un mismo derecho universal cada ciudadano en situación de necesidad acabe pagando distinto precio, masacrando a las clases más bajas cuyas opciones se van a ver diezmadas, primando a las clases más altas porque van a ver reducido el coste de unos servicios privados, (véase residencias, entre un 10 y un 20%) y ahogando a las clases medias, que serán las que por lógica se queden sin ver el cuento.

Existen dos tipos de prestaciones, las económicas y las de servicios. Las económicas para el cuidado de personas en situación de dependiencia, sin descuentos de aportaciones personales no alcanzan los 600 euros tanto para los casos de contratación de asistentes personales como para la ayuda a favor de familiares cuidadores de personas dependientes. ¿Y qué se han inventando nuestros antiguos combatientes de sistemas capitalistas? Que se hagan seguros de dependencia y se establezcan sistemas de hipotecas inversas que dejen las primas y el patrimonio en manos del sistema financiero para poder arañar unos poquitos euros.

El resto de prestaciones con las que contribuyen las administraciones públicas además de los usuarios de los servicios, nos lleva a aquello de seguir engordando capitales de un sistema de servicios sociales privatizado en un 80% de toda la red disponible y concertado para comprar voluntades, especialmente del movimiento asociativo imperante, que de ese 80% del pastel controla la insignificante migaja del 75% .

Podría seguir aduciendo y hasta me quedo con hambre, pero en definitiva resulta que cuando la ley se convierte en timo similar al de la estampita, a los manipulados ciudadanos no les queda más remedio que decir eso de: “Lo que antes era voluntad, ahora al menos es derecho” Sin embargo a los que todavía somos un poquito Insurgentes, la cosa que ya nos duele más bien nos dicta que cantemos que: “este pobre socialismo se acerca en caballo viejo”.

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La falsa excepción de la eutanasia

Santiago Chiva (Granada)

Decía el Dr. John Wilke, de la Universidad de Cincinnati: “Si no le pueden aliviar el dolor, no pida usted la eutanasia. Cambie de médico, porque el suyo es incompetente” La única solución humana para el dolor es aliviarlo todo lo posible. El sufrimiento moral se puede paliar en parte, pero es más difícil y en todo caso, el dolor es nuestro compañero de viaje, señal de que vivimos.

Pero ante la cuestión del dolor se responde a veces con la legalización de la eutanasia para algunos casos límite. Sobre esto conviene tener claro algo. Preguntar a un enfermo si desea pedir la eutanasia es ponerle ante un dilema y ya tiene consecuencias en el enfermo. Si pide la Eutanasia, se le da una sustancia mortífera que no le duela, se le quita la vida y acaba el dolor, claro. Pero ¿y si pidiera medicina paliativa? Algunos dirán, con tono comprensivo, que no pasaría nada, todo sigue como siempre, se le cuida hasta que muera. Pero no. Ya nada es como antes. Si elige seguir viviendo, siempre tendrá que explicar por qué ha optado por una solución que supone más sacrificios a sus cuidadores, más dinero al Estado por gastos de la Ley de Dependencia y gastos sanitarios. El mismo personal sanitario que le cuida es el que le hubiera quitado la vida. Y como el enfermo no ha querido, hay que seguir cuidandole. Y total, para seguir sufriendo. Y los familiares, que quizá le sugirieron la eutanasia, son los que deben seguir viniendo a verle no se sabe cuantos meses o años más. Y quitando tiempo de dedicación a los niños, y con la hipoteca que les agobia, y en vacaciones, a ver que pasa… Los médicos o los familiares, no va a decir así las cosas, claro. Pero no somos tontos y sabemos cuando algo que hemos decidido no ha caído bien o resulta un engorro.

Si no estuviera legalizada la eutanasia en países como Holanda, nos podríamos creer el camelo de que es para casos como el de Chantal Sébire, la mujer francesa que padecía un cáncer facial y a la que hace unos días la justicia de su país le denegó la petición de eutanasia y que ha muerto –por lo que parece- suicidándose. No. Es algo que allí ya se va haciendo habitual y va calando la mentalidad de que si estás enfermo lo mejor -para todos- es pedir la eutanasia, en detrimento de los cuidados paliativos.

Para mayor complicación, el Estado es parte interesada en este tema. Aunque los políticos se indignen al oírlo, saben perfectamente que cuantos más se suiciden con la eutanasia, más millones de euros para otros gastos sanitarios. Cuestan mucho menos dinero los trámites de defunción que un día más de cuidados paliativos. Para un contable sin prejuicios morales la mejor solución está bien clara: animar a pedir la eutanasia a todos. Sin embargo, nuestros mayores y nuestros enfermos, que con su vida han colaborado a hacer un mundo más humano, se merecen la mejor solución aunque cueste más. Sólo un individualismo egoísta, desagradecido, neoliberal e inhumano prefiere -siquiera sugerirles- un veneno dulce.
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Más vergüenza ajena en medios de comunicación

Ley y grado de dependencia

Señor director:

El 30 de noviembre-2006 fue, para dependientes y familiares, un día de esperanza. Quedaba aprobada por el Pleno del Congreso la Ley de autonomía personal y atención a personas en situación de dependencia, e «íbamos a los toros».

Luego, empezaron los peros, falta de financiación, reconocimientos de situación dependiente posdatados varios años -incluso a personas que rondan el siglo-, valoraciones inadecuadas, etc. y, «volvíamos de los toros».

No sería lógico perderse en reproches pero sí señalar, sin entrar en otras deficiencias, una de vital importancia. La valoración del grado de dependencia es, posiblemente, junto a la financiación la piedra angular de esta Ley y la que, sin duda, está generando la mayor parte de reclamaciones y recursos por parte de los afectados.

Es obvio que todo lo que se somete a valoración de una parte, es susceptible de generar discrepancia con la otra parte pero, generar la discrepancia antes de la valoración es, cuando menos, un despropósito.

Despropósito que se está creando porque en ocasiones se envía a determinados técnicos, en solitario, a valorar personas dependientes cuyas enfermedades nada tienen que ver con la especialidad de dicho técnico -fisioterapeutas evaluando discapacitados psíquicos-. Obviando los informes previos de médicos (Centro de Salud y SCS Unidad de Salud Mental) que habitualmente tratan y conocen perfectamente a los enfermos dependientes, siendo esta una situación sumamente anormal en la que además, el hecho de actuar en solitario sin el apoyo de un trabajador social hace que se pierda la posibilidad de conseguir un enfoque integral de la situación.

Sras. Gorostiaga, Mora y Real, firman ustedes los escritos de presentación y reconocimiento de la situación de dependencia. Podrían, además, inculcar un poco de sentido común en sus colaboradores para que se haga lo correcto y que afectados y Administración no nos perdamos en el «despropósito de los recursos y nuevas valoraciones».

DNI: 13.737.527

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El fiasco de la ayuda social

Me dirijo a usted, señor director, con el objeto de poder compartir con los lectores mi situación personal en cuanto a la famosa Ley de Dependencia. Tengo a mi cuidado a mi suegro de 86 años, reconocido por la ley con un grado 3 de dependencia, lo que le equipara a una gran dependencia, esto es: «cuando la persona necesita ayuda par a realizar varias actividades básicas de la vida diaria varias veces al día, y por su pérdida total de autonomía física, mental, intelectual o sensorial, necesita el apoyo indispensable y continuo de otra persona o tiene necesidades de apoyo generalizado para su autonomía personal».

Llevamos en esta situación más de 4 años y, desde hace unos meses, nos satisfacía pensar que parte de dichos cuidados iban a ser cubiertos económicamente por nuestra autonomía o por el Estado, pues así nos lo habían hecho saber con las continuas alusiones a las ayudas que con la tan alardeada políticamente Ley de Dependencia se iban a empezar a conceder. Iniciamos la solicitud y he aquí la respuesta. A mi suegro le ha sido concedida la ayuda. Que alegría.

La Consejería de Bienestar Social se ha pronunciado a su favor y nos hace constar que a mi suegro le corresponden por su nivel máximo de dependencia entre 70 y 90 horas de cuidados al mes, eso sí ¿enteramente pagadas de su bolsillo! Pero que bien funcionan las prestaciones sociales en España. Es de risa. Lo que a Zapatero se le había olvidado decirnos, tan ocupado en presumir de sus ayudas sociales de risa, era que «los beneficiarios contribuirían económicamente a la financiación de los servicios de forma progresiva en función de su capacidad económica».

Aquí estamos hablando de una pensión de 800 euros para ambos cónyuges, y de unos ahorros en el banco fruto de una vida de sacrificio. ¿Será que con la pésima gestión de la economía las ayudas sociales dan para muy pocos?

Josefina García.

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La SGAE ataca de nuevo



Por la lectura


………un artículo escrito por:
………José Luís Sampedro

Cuando yo era un muchacho, en la España de 1931, vivía en Aranjuez un Maestro llamado D. Justo G. Escudero Lezamit. A punto de jubilarse, acudía a la escuela incluso los sábados por la mañana aunque no tenía clases porque allí, en un despachito que le habían cedido, atendía su biblioteca circulante. Era suya porque la había creado él solo, con libros donados por amigos, instituciones y padres de alumnos.

Sus ‘clientes’ éramos jóvenes y adultos, hombres y mujeres a quienes sólo cobraba cincuenta céntimos al mes por prestar a cada cual un libro a la semana. Allí descubrí a Dickens y a Baroja, leí a Salgari y a Karl May.


Muchos años después hice una visita a un bibliotequita de un pueblo madrileño. No parecía haber sido muy frecuentada, pero se había hecho cargo recientemente una joven titulada quien había ideado crear un rincón exclusivo para los niños con un trozo de moqueta para sentarlos.

Al principio las madres acogieron la idea con simpatía porque les servía de guardería. Tras recoger a sus hijos en el colegio los dejaban allí un rato mientras terminaban de hacer sus compras, pero cuando regresaban a por ellos, no era raro que los niños, intrigados por el final, pidieran quedarse un ratito más hasta terminar el cuento que estaban leyendo. Durante la espera, las madres curioseaban, cogían algún libro, lo hojeaban y a veces también ellas quedaban prendadas.

Tiempo después me enteré de que la experiencia había dado sus frutos: algunas lectoras eran mujeres que nunca habían leído antes de que una simple moqueta en manos de una joven bibliotecaria les descubriera otros mundos.


Y aún más años después descubrí otro prodigio en un gran hospital de Valencia. La biblioteca de atención al paciente, con la que mitigan las largas esperas y angustias tanto de familiares como de los propios enfermos, fue creada por iniciativa y voluntarismo de una empleada. Con un carrito del supermercado cargado de libros donados, paseándose por las distintas plantas, con largas peregrinaciones y luchas con la administración intentando convencer a burócratas y médicos no siempre abiertos a otras consideraciones, de que el conocimiento y el placer que proporciona la lectura puede contribuir a la curación, al cabo de los años ha logrado dotar al hospital y sus usuarios de una biblioteca con un servicio de préstamos y unas actividades que le han valido, además del prestigio y admiración de cuantos hemos pasado por ahí, un premio del gremio de libreros en reconocimiento a su labor en favor del libro.


Evoco ahora estos tres de entre los muchos ejemplos de tesón bibliotecario, al enterarme de que resurge la amenaza del préstamo de pago. Se pretende obligar a las bibliotecas a pagar 20 céntimos por cada libro prestado en concepto de canon para resarcir -eso dicen- a los autores del desgaste del préstamo.

Me quedo confuso y no entiendo nada. En la vida corriente el que paga una suma es porque:

a) obtiene algo a cambio.

b) es objeto de una sanción.

Y yo me pregunto: ¿qué obtiene una biblioteca pública, una vez pagada la adquisición del libro para prestarlo? ¿O es que debe ser multada por cumplir con su misión, que es precisamente ésa, la de prestar libros y fomentar la lectura?

Por otro lado, ¿qué se les desgasta a los autores en la operación? ¿Acaso dejaron de cobrar por el libro? ¿Se les leerá menos por ser lecturas prestadas? ¿Venderán menos o les servirá de publicidad el préstamo como cuando una fábrica regala muestras de sus productos? Pero, sobre todo:¿Se quiere fomentar la lectura? ¿Europa prefiere autores más ricos pero menos leídos?. No entiendo a esa Europa mercantil. Personalmente prefiero que me lean y soy yo quien se siente deudor con la labor bibliotecaria en la difusión de mi obra.

Sépanlo quienes, sin preguntarme, pretenden defender mis intereses de autor cargándose a las bibliotecas. He firmado en contra de esa medida en diferentes ocasiones y me uno nuevamente a la campaña.


¡NO AL PRÉSTAMO DE PAGO EN BIBLIOTECAS!

*José Luis Sampedro es escritor, filósofo, economista y buena gente