Una sucinta biografía del gran matemático ruso. Temían que tuviera síndrome de Asperger pero, en realidad, vivió y existe sólo para las ciencias exactas, junto a su madre y dando clases en su país mientras rechaza, uno tras otro, los premios que le conceden las distintas instituciones. El por qué: se barajan varias conjeturas. Quizás haya encontrado la imperfección en su mundo matemático o haya podido comprobar la existencia de Dios. Posiblemente le guste las matemáticas por sí mismas y no busque más que el resolver problemas sin necesidad de llevarse ningún premio ni reconocimiento aunque fuera educado así, sólo por el placer de conquistar el resultado.
Grigori Perelmán
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