Author: antoniserrano

Una vez más, otro letrero bilingüe, pero este es notablemente más curioso: en este puesto, se venden fotos de bebés retocadas y enmarcadas, para lo cual, el autor ha incluido su correo electrónico con el fin de recibir los pedidos. Podemos ver algunas de las fotos en el letrero, pegadas directamente sobre el papel, y como dato curioso, la pobre gramática del texto en inglés nos recuerda, de forma fehaciente, que seguimos estando en un mercadillo

Me gustaría presentar este letrero como una antítesis del anterior. Este está hecho con un trozo de cartón y lo que su mensaje transmite no incita al comprador a interesarse, sino que de entrada, le pone trabas a la compra, ya que si el precio de la misma no sobrepasa un mínimo, la compra no se podrá efectuar. Esto resulta un poco contrario a la idea del mercadillo, donde la compra pequeña es lo que prima, pero supongo que hay que asegurar el beneficio y la liquidación de stock de alguna forma.

Foto sacada el 8 de Enero de 2014 en el estadio Martínez Valero de Elche, Alicante.

Este es el que más ganas tenía de exponer. La razón de esto es que me parece que este letrero engloba, con muy poco, casi todo lo que es que define a un mercadillo: los conceptos de bueno, bonito, y barato. Esto es llevado aún más allá por el hecho de que estas palabras están escritas en valenciano, que en Elche, se considera un lenguaje muy “de pueblo”, muy campechano, muy familiar, y, por supuesto, muy cercano. El diseño del letrero es simple, escrito a mano, y directo. Casi ruega que preguntemos por lo que se ofrece, y nos pica la curiosidad por saber si, en efecto, los productos son buenos, bonitos, y baratos.

Tantas cosas a comentar en este cartel…

Vayamos por partes. En primer lugar, este es otro letrero hecho a máquina, pero impreso sobre papel amarillo fosforescente, lo cual palidece en comparación con el hecho de que este cartel intenta bordear la barrera entre el idioma español y el inglés. Una vez dicho esto, me gustaría resaltar como curiosidad el hecho de que, mientras que en el texto en español, el letrero clama que sus productos son de calidad máxima, mientras que en el inglés establece que la calidad es meramente alta. La discrepancia, para un bilingüe, resulta chocante, hasta el punto de querer saber exactamente qué es lo que vamos a comprar.

Este es quizás uno de mis preferidos. No solo es un cartel cuya presentación resulta llamativa, aún a falta de algo más de color, sino que además, está anunciando algo que rara vez se ve en un mercadillo, o en cualquier tienda que no esté especializada en ello: grifos. Si bien esto nos grita “¡OUTLET!” a la cara, hay que dar crédito por, como ya hemos dicho, ser un puesto que lleva la venta abierta al público de a pie al próximo nivel, vendiendo artículos que, aún a pesar de tener escaso éxito por estar siendo vendido en este ambiente, pueden dar pie a la venta de otros artículos exóticos e inusuales.

Foto sacada el 8 de Enero de 2014 en el estadio Martínez Valero de Elche, Alicante.

En este cartel, podemos apreciar unas cuantas características que lo definen como único entre los demás, lo cual no tiene por qué ser necesariamente positivo. Para comenzar, está claro que, sin ningún tipo de apoyo adicional, es un cartel que, en su anterior uso, estuvo pegado, y no sujeto con pinzas como podemos ver aquí. También cabe destacar que es uno de los pocos carteles no tipografiados, es decir, hecho a máquina y sobre un soporte plástico. Así pues, a pesar de ser quizás uno de los mas instantáneamente llamativos, también es un cartel que destaca por ser anodino, por carecer de la identidad que el creador le imprime.

Foto sacada el 8 de Enero de 2014 en el estadio Martínez Valero de Elche, Alicante.

No sé que pensar cuando veo este tipo de letreros. Pase su pobre presentación, pero el hecho de que hay un exceso de comas y un “Gracias” al final que no pinta nada, me hace cuestionarme sinceramente si quien lo escribió se lo pensó demasiado, o si simplemente no le importó.

Foto sacada el 8 de Enero de 2014 en el estadio Martínez Valero de Elche, Alicante.

No he podido resistirme a sacar una foto de este letrero. No estoy seguro de cual será el precio habitual del bacalao, pero sinceramente espero que sea así de alto por el emplazamiento del mercadillo, el cual está alejado de cualquier mar o cuerpo líquido que pueda contener peces. De lo contrario, el precio excesivo, junto con la palabra “inglés” entrecomillada, me llevan a pensar que este producto no es trigo limpio. Por lo menos el color de los carteles es llamativo.

Foto sacada el 8 de Enero de 2014 en el estadio Martínez Valero de Elche, Alicante.

Este letrero me llama la atención, ya que igual que el de El Cristo, establece claramente su identidad comercial. Esto no es sino el letrero de un puesto de mercadillo cuyo propósito es servir de outlet de una tienda más grande, lo cual queda reforzado por el hecho de que establece que está todo en rebajas. Que porcentaje esté rebajado, eso habrá que preguntarlo al encargado, lo cual es, en sí, una forma excelente, de, al menos, conseguir atención.

Foto sacada el 8 de Enero de 2014 en el estadio Martínez Valero de Elche, Alicante.

Dos cosas a destacar en este letrero. Primera, y menos relevante, el hecho de que está ofreciendo la posibilidad de comprar 2 kilos a menos precio que uno, y luego otro, promoviendo la compra mas cuantiosa para asegurar beneficios. En segundo lugar, me gustaría llamar la atención sobre el formato en el que está impreso el letrero: una tablilla de pizarra, con la información escrita en tiza. No solo es un formato práctico que permite su reutilización, sino que además, me resulta curioso que sea un soporte que se usa en casi todos los puestos de verduras y frutas de los mercadillos. ¿Por qué será?

Foto sacada el 8 de Enero de 2014 en el estadio Martínez Valero de Elche, Alicante.

Varias cosas a destacar en esta imagen, pero lo más importante es quizás algo de lo que suelen pecar estos letreros de mercadillo. En el se lee que los calcetines “termikos” están a 1 euro. Este tipo de faltas tipográficas, intencionadas o no, plagan los letreros de los mercadillos, y les dan algo de su característica sensación de venta directa, y de ambiente de pueblo, algo que en Elche, con sus numerosos mercadillos, abunda. Eso, y que el letrero está sujeto con pinzas de la ropa, nos lleva a pensar que su propietario es una persona con pocos recursos que sabe utilizarlos para sacar el mayor provecho.

Foto sacada el 8 de Enero de 2014 en el estadio Martínez Valero de Elche, Alicante.

La razón por la que este próximo cartel a discutir me llama la atención, quizás, sea por su absoluto minimalismo, que aún así,  transmite el mensaje que se propone, o al menos lo pretende y lo intenta. En breve, es una mísera hoja de cartel sin plastificar, a diferencia de muchas otras del mercadillo, con el precio del producto que vende, y, en este caso, a qué publico está dirigido.

Lo que encuentro destacable donde otros no verían gran cosa, es que, de no tener el producto a la vista, no sabríamos que intenta vendernos. De ahí que muchas veces el contexto sea imprescindible para entender lo que uno lee, como es el caso. Asimismo, encuentro notable la falta de cuidado en la preparación de la publicidad del  puesto, que al fin y al cabo, es lo que debe convencernos a comprar en el.

Foto sacada el 8 de Enero de 2014 en el estadio Martínez Valero de Elche, Alicante.

Para mi segundo post, me gustaría mostrar esta fotografía, y dar un pequeño respiro al cinismo antes de seguir con las demás, en las cuales podré explayarme a gusto.  Aquí podemos ver un letrero de lo más normal: inscrito sobre papel, con letras serigrafiadas, anunciando la venta de productos artesanales. Sin embargo, este era uno de los pocos puestos que tenía un cartel, empezando por ahí, y me llama la atención que el puesto tenga una identidad comercial definida a partir del nombre, “El Cristo”. Esto nos lleva a pensar que el puesto no es sino un outlet.

Foto sacada el 8 de Enero de 2014 en el estadio Martínez Valero de Elche, Alicante.

Saludos. Soy Antoni, otro de los moderadores de este blog, y me gustaría inaugurar mis aportes a este con una imagen de particular interés matemático. En ella, podemos ver que la oferta del puesto de mercadillo nos da la posibilidad de obtener 4 tarros de aceitunas por el precio de 5 euros. Así pues, si tenemos en cuenta el número de tarros que podemos ver, comprarlos todos nos costaría 25 euros. ¿Sois capaces de calcular cuantos tarros hay, en base a esto?

Aún siendo esta la característica principal de la foto, también me gustaría destacar un par de detalles, con respecto a su formato y tipografía. Si bien es cierto que gran parte del letrero está hecho a máquina, es notable que su autor decide poner los números a mano, lo cual nos lleva a pensar que el cartel no es sino una plantilla que luego el vendedor ha de rellenar a mano. Por otra parte, cabe destacar que el cartel no es sino un trozo de papel metido en una funda de plástico de archivo, un método que, si bien seguro y barato, acaba quedando, si acaso, un poco cutre.