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LOS TERCIOS EN FUEGO

LOS TERCIOS EN FUEGO

A lo largo de su historia, los tercios se enfrentaron a enemigos variados por tierra y por mar, cosechando una serie de triunfos que justifica ser un experto en la materia. Hasta 1600, la infantería española demostró ser la mejor de Europa. Las victorias obtenidas desde batallas campales a combates en el mar, pasando por la guerra de sitio. El elemento fundamental es la versatilidad de estas unidades. El tercio se caracteriza por estar formado por ser un sólido bloque de piqueros y alabarderos que estaba rodeado de tiradores. Los tercios se enfrentaron en una multitud de situaciones en las que el Arte de escuadronar no era aplicable. Generalmente estas batallas las resolvieron satisfactoriamente ello indica su flexibilidad. El tercio tenía su maestre de campo y la compañía tenía su capitán. Se trataba de un mecanismo muy complejo donde el general maniobraba con los tercios. El maestre, con compañías; el capitán con escuadras. La regla era jugar con distintos elementos. Un general mezclaba arcabuces españoles y picas alemanas. En ningún caso, la nacionalidad de las tropas se consideraba un obstáculo. Eran habituales las mezclas.

Antes del servicio obligatorio, el soldado era un bien escaso y caro. Era más difícil conseguir soldados que capitanes. Se trataba de profesionales, difíciles de reclutar, pagar, mantener, instruir y equipar. En España se percibe la escasez de población. Entre los numerosos compromisos internacionales del imperio y la lejanía de muchos de los teatros de operaciones.

Los generales prudentes, que eran la mayoría, preferían evitar los enfrentamientos frontales, y acudir a otros expedientes menos comprometidos. El ejemplo de duque de Alba, que tenía fama de brutal. Se esforzó al máximo por no batallar, ya que le podía costar Países Bajos, debido a que carecía de reservas y la posibilidad de recibir refuerzos era remota. Prefirió emprender acciones localizadas, de menor entidad. Hay que destacar combates puntuales hasta destruir su capacidad de resistencia.