Construido desde 1582 hasta 1602 por la Jesuita en Macau, bajo la dirección del jesuita italiano Carlo Spinola, la Catedral de St. Paulo fue la iglesia católica más grande de Asia en el momento y la realeza de Europa competían entre sí para otorgar a la catedral de los mejores regalos. Con la disminución de la importancia de Macao como el principal puerto para el Delta del Río Perla, que fue superado por Hong Kong , las fortunas de la catedral fueron confiscadas por el gobierno portugal y la catedral fue destruido por un incendio durante un tifón en 1835.
Macao es una pequeña región administrativa especial en la costa sur de China. Se encuentra junto a la provincia de Guangdong, a 70 km al suroeste de Hong Kong, en el lado sur del delta del río de las Perlas, y a 145 km de la ciudad de Cantón. Fue el lugar de entrada a China de los misioneros que buscaban la conversión de China al cristianismo, como el jesuita Matteo Ricci. La presencia de diversas órdenes religiosas, sobre todo jesuitas, en Macao, dio un impulso a la educación en Macao. Precisamente la expulsión de los jesuitas de Macao en 1762. La particularidad de Macao como enclave europeo en China desaparecería en 1842 al final de la Primera Guerra del Opio, cuando los británicos consiguieron la soberanía sobre la isla cercana de Hong Kong.
Esta catedral,que hoy en día se ha convertido en un lugar turístico en Macau,es una de las huellas dejadas por la Jesuita en el Lejano Oriente en el siglo XVI.