Negociación tras la Sublevación

Enrique no aceptó las medidas que la Comisión de nobles, había redactado en Burgos, por lo que el 25 de octubre de 1464, Juan Pacheco negoció con el monarca y sus consejeros y se pusieron de  acuerdo en que Pacheco obtenía la custodia y tutoría del infante Alfonso, que sería jurado heredero en cortes. Con esta fórmula, salvaba el marqués de Villena sus planteamientos, y como lo que  buscaba era recuperar el poder junto a Enrique, aceptó que en las cortes se aprobara que el infante se casara con la princesa Juana.  Con el título de princesa dado a Juana, se salvaba la legitimidad de ésta y se reconocían sus derechos de heredera.  Pacheco recuperaba así el favor real y Beltrán de la Cueva renunciaba al maestrazgo de Santiago, recibía las villas de Aranda, Roa, Molina, Atienza y Alburquerque , con el título de duque de Alburquerque , y se comprometía a abandonar la corte durante un plazo mínimo de seis meses.   Alfonso, y en su nombre el marqués de Villena, recibirían la administración de la Orden de Santiago.  Isabel no fue olvidada, pues los nobles exigían , y Enrique aceptó, que la infanta no contrajera matrimonio sin el consentimiento de los tres estados.

Este acuerdo, era claramente beneficioso para Juan Pacheco, que recuperaba el favor real y tenía el control del heredero después de haber intentado varias veces,  apresar al monarca.

 


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