La ciudad de Guadalajara asentada en la margen izquierda del río Henares, uno de los afluentes del Jarama, y por lo tanto en la cuenca alta del río Tajo. Situada sobre las escarpadas estribaciones de la paramera de la Alcarria en su caída hacia la Campiña del Henares, Guadalajara es una ciudad de relieves pronunciados, fuertes cuestas y siempre bellas perspectivas desde la distancia.
Esa situación geográfica entre la Campiña del río Henares y la Alcarria la sitúan en su lugar privilegiado del paso natural entre la Submeseta castellana al valle del Ebro. Los buenos caminos que siempre han supuesto las riberas del Henares, caminando desde el Tajo y Jarama arriba, en dirección hacia las estribaciones de la Sierra Ministra y los pasos fáciles hacia la Sierra Ibérica y, por el Jalón abajo, llegar hasta la gran depresión del Tajo, han conferido a Guadalajara una permanente importancia geoestratégica, que le ha conferido su multisecular peripecia histórica.
Geológicamente, la ciudad se sitúa sobre el borde de un terreno del Plioceno que se enfrenta al gran valle del Cuaternario (formado por tierras fluviales, depósitos de terrazas, y fondos clásicos de valle). El río Henares, que discurre sobre una factura plioceno-cuaternaria, ha ido labrando a lo largo de millones de años unas extensas y modélicas terrazas escalonadas.
El municipio de Guadalajara tiene una superficie propia de 151,17 Km2. La altitud de la ciudad de Guadalajara es de 669 metros medidos en la estación de ferrocarril,y de 708,7 metros en la Plaza mayor, alcanzando los 800 metros en las cotas más elevadas de su parte Este.
Las tierras que la rodean, de un tono pardo generalmente, están ocupadas por campos de cereales, arboledas en los vallejos, predominando los álamos, los chopos, los sauces y los olmos, así como algunos escasos bloques de encinas , mientras que los cerros se cubren de olivares y algunos, muy escasos, viñedos, que antaño fueron mucho más abundantes.
El clima de Guadalajara es el típico templado mediterráneo de veranos cálidos e inviernos fríos, con una temperatura media de 11ºC, en invierno (está en la isoterma de los 8ºC, en enero) y de 22,5ºC , en verano (en la isoterma de 26ºC, en julio). Su régimen pluviométrico es más bien escasos, estando situada en la isoyeta de los 500 mm. Anuales de precipitación. Los vientos predominantes son los de sureste, el ábrego o llovedor típico, templado y húmedo, y los de norte-nordeste, más propios del invierno, extremadamente fríos y secos.
Fondo del valle del río Henares en Guadalajara. 14 de julio de 2011, Cristina Gonzalo Herreros.