Los campos, el ganado y el hielo

Never Cava ColomaEs posible, que en un principio os llame la atención que en el capítulo dedicado a la agricultura y a la ganadería como parte principal, introduzcamos una novedad, el hielo, y además que hablemos de ese elemento cuando todo parece indicar que Alicante sólo produzca sol.

Debemos entender que en la Época Moderna, la industria del frío sólo tenía la oportunidad de apoyarse en la nieve y el hielo, conjugada esta única oportunidad con la cercanía a la capital, es decir, de Alicante, de la existencia de un núcleo montañoso muy numeroso, donde algunos de esos picos o cimas que superan los 1.000 metros. Es en estos lugares donde se van a construir los llamados neveros o pozos.

Esta entrada viene motivada, atendiendo a una de las actividades llevadas a cabo en Alcoy y en especial en El Carrascal de la Font Roja, la recolección, la conservación y el transporte de la nieve. De ello tenemos documentación desde el año 1601.Por ejemplo en 1732 se construyó uno de esos neveros, llamado la Cova de Coloma, que podemos observar en la foto..

La forma de laborar el almacenamiento de nieve tiene pocos secretos. La nieve caída alrededor y en las inmediaciones del pozo o depósito se acumulaba en éste, a través de sus puertas y ventanas, para que luego trabajadores dentro de él la pisaban hasta que alcazaba un determinado grosor y la tapaban con una capa de paja o de cáscara de arroz dando por finalizada una capa, para comenzar con otra. Cuando se llenaba el pozo se sellaban las puertas y ventanas.

Los depósitos de nieve existentes en la Font Roja son:

— El Pou del Barber.

— La Cava Coloma.

— El Pou de l,Anouer.

— La Cava Simarro.

— La Cava de Canyo

— El Pou del Canonge.

 

La agricultura

Alcoy no destaca principalmente por tener un campo de cultivo especialmente apto para ello, sino por todo lo contrario. Las fuentes antiguas aseguran que si no hubiera sido por la industria de la villa, principalmente la pañera, más de un tercio de la población hubiera muerto por falta de alimentos. Sin embargo, el cultivo sí tuvo su presencia, y no fue hasta 1755, cuando hubo más gente dedicada a la industria que a la agricultura.

En época moderna se produjeron algunas transformaciones en el campo agrario de Alcoy. Una de ellas fue el proceso de cambio de cultivos. Se sustituyó la cebada por el trigo, se introdujo tempranamente el maíz, el cual tuvo una fuerte difusión en la zona,  se avanzó notablemente en el cultivo de la vid, y finalmente se adoptaron rotaciones de cultivos de regadío, con una extensión modesta, pero significativa para una zona de interior y montañosa como es el caso de Alcoy.

En general, la abrupta orografía de la comarca, se compensa con la posibilidad de extender algunos regadíos, muy condicionados, no obstante, por el escaso de caudal de los ríos y la irregularidad de las precipitaciones, con un verano muy seco. Entre el secano predominante aparecen, de este modo, pequeños espacios irrigados que merecieron encendidos elogios de viajeros expertos a fines del XVIII. No obstante, las descripciones de los ilustrados de fines del XVIII contradicen ampliamente esta imagen y, de hecho, la agricultura de la zona y la de la propia villa de Alcoy, en particular, era la segunda de la provincia de Alicante en cuanto al valor de su producción a mediados del siglo XIX.

Los cereales: El desplazamiento de la cebada por el trigo y la adopción del maíz

En Alcoy, si hubo un cultivo que destacó en época moderna, fueron los cereales, predominando a lo largo del siglo XV la cebada. No obstante, ésta sería reemplazada, en gran medida, durante el siglo XVI por el trigo, que en 1600, ya era mucho más abundante que la cebada.

Unos pocos años más tarde, podemos observar cómo sigue creciendo la producción de trigo, en detrimento de la de cebada, que continúa en un imparable descenso. Junto a esto podríamos significar el aumento del maíz y del olivo, tendencia que variará a finales de la Edad Moderna.

Finales de la Edad Moderna:

Hacia 1764 la situación es muy distinta, ya que en aquel momento, el valor de la huerta ha crecido hasta igualar en la práctica el de los secanos productivos de cereales, mientras que el olivar ha reducido su peso hasta situarse en el último lugar.

Las alteraciones que se advierten en 1807 no derivan exclusivamente de la sustitución de cultivos, sino que son fruto, también, de un notable crecimiento de la superficie cultivada. El área de cultivo aumentó en casi dos tercios, pasando de representar un 42,67% del territorio local a un 70,57%. Ahora será la viña la que más se expanda, llegando a suponer una quinta parte de las tierras de labor. Del mismo modo, el regadío casi se duplicó, incrementando también su participación.

GANADERÍA

Como no podía ser de otro modo, este aumento de la superficie cultivada tuvo su correlato en la disminución del número de cabezas de ganado. La comarca siempre había sido una zona bien dotada para la práctica de la ganadería lanar y cabría.

Según los datos del censo de 1510 en la zona, incluyendo a la cercana Ontinyent, había 111.132 cabezas, la mayor parte de los cuales serían, con toda seguridad, de Alcoy.

En cambio, al inicio del siglo XVI, la ganadería producía la cuarta parte del valor agrario, en el último cuarto de dicho siglo y durante toda la centuria siguiente esta proporción se redujo a una décima parte.

Podemos suponer que la contracción de la ganadería vendría acompañada de un cambio importante en su orientación y en el tipo de animales que se criaban, así como por una tendencia a la especialización.

En 1807 tan solo pacían en el término 450 cabras, frente a unas 2.000 ovejas, y esta situación debía ser la predominante en la comarca, ya que el consumo de carne de cabra en la localidad ascendía a 4.000 cabezas, provenientes de Castilla.

Por otro lado, es muy probable que se extendiese de forma notable el ganado de corral y su comercio. Aparte de las aves, parece que la cría de cerdos representaría un papel de primer orden, tanto desde el punto de vista del autoconsumo campesino como en su orientación hacia el mercado, incrementada visiblemente tras la expulsión de los moriscos.

El resto del ganado era fundamentalmente de tiro. Cabe destacar la progresiva desaparición de la ganadería vacuna: en 1807, al menos en Alcoy, Pérez Planelles indica que «[…] no hay bueyes, vacas, toros ni becerros […]», y esta situación no era nueva, puesto que 40 años antes, en 1764, tampoco se hallan en el término.

Así pues, los bueyes de labranza, la presencia de los cuales aún tenía cierta relevancia a inicios del siglo XVII, fueron sustituidos completamente por mulos y asnos, que cubrían también las funciones de arriería.

En 1807 su número ascendía en Alcoy, respectivamente, a 314 y 1.500.

Todos estos cambios no pueden desligarse de los cambios en los cultivos, puesto que la expansión del maíz facilitaría la alimentación de los animales de corral, mientras que la reducción de la cebada al papel de pienso podría haber constituido un punto de apoyo fundamental, junto al comercio de algarrobas, para el avance de asnos y mulas.

 


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