Sin duda, si hay algo que identifica a una población y expresa tanto sus raíces como su formación es su escudo.
Si observamos el escudo de Alcoy podremos ver que está compuesto por un óvalo en cuyo campo se sitúan dos torres cilíndricas y almenadas que se unen por un lienzo de muralla donde se aprecia cómo se abre una puerta. Alrededor transcurren dos brazos de agua que se juntaran ante la puerta de la muralla, que simulan ser dos ríos. Entre las torres y en la parte superior del lienzo de la muralla surge una cruz roja de brazos iguales. Sobre la cruz se presenta un losange rómbico con cuatro barras verticales coloradas sobre un campo de oro. Entre la cruz y el losange, se citan dos alas blancas abiertas, una a cada lado. Sobre todo el conjunto yergue una corona dual de ocho florones.
Para comenzar podemos identificar la forma oval del escudo como recuerdo al origen del primer señor de la villa, el Almirante Roger de Lauria.
Es muy posible que tanto las torres como el lienzo de la muralla intenten identificar el carácter militar y estratégico de la población.
Los ríos que se dibujan y corren junto a las torres de la muralla serían el Molinar y Barchell, que dan origen al río Serpis.
En cuanto a la cruz roja que protege la fortaleza, estaría unida a San Jorge y su vinculación y patronazgo con la Villa.
El losange que contiene las bajas rojas sería la forma de simbolizar que Alcoy pertenece al Reino de Valencia, desde tiempos de Jaime I.
Queremos pensar que las alas se interpretarían desde el punto de vista de la rapidez con que la ciudad acudió siempre a la llamada del monarca cuando este le reclamaba sus servicios.
La corona, como timbre del escudo, nos recuerda el derecho que tenía el Señor Roger de Lauria de usar la corona ducal por su cargo de Almirante de la escuadra de la Corona de Aragón.
Posadas sobre las dos torres ondean dos banderas de España con la leyenda Fides. Estas son muy posteriores, añadiéndose casi con toda seguridad cuando se le concedió a Alcoy el título de ciudad en 1845 por la reina Isabel II, como reconocimiento a la Villa por los acontecimientos de 1844.
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