Introducción

Sus inicios medievales 

Debemos comenzar diciendo que en sus inicios medievales, Alcoy se fundará con población exclusivamente cristiana, fundamentalmente con catalanes y aragoneses, para tratar con ello de consolidar el territorio conquistado por el avance de las huestes de Jaime I. Lo que se pretendía era a fortalecer su posición, dada su situación como un lugar estratégico, necesario para el control de las nuevas rutas de comercio, y con ello para la expansión del nuevo Reino.

La villa será concedida al Almirante Roger de Lauria el año 1276, manteniendo esta situación la familia de este personaje que conservará su concesión hasta 1359, aunque a partir de 1351 debió compartirla  con la abadesa de las clarisas de Alcoy. Más tarde, en 1359, la villa es comprada por Leonor de Sicilia,  esposa del Rey Pedro el Ceremonioso.

En sus diferentes avatares, Alcoy, irá pasando de unas manos a otras. Así en 1395 es comprada por dos mercaderes catalanes, en 1409 regresa a la Corona, para en ese mismo año pasar a manos de Federico de Aragón. En 1430 será embargada nuevamente por la Corona de Aragón, para reglamentar en 1447 un Compromiso Real de no separar nunca Alcoy de la Corona.

Sus finales en Edad Moderna  

Carlos IV encargará a Don Antonio José Cavanilles en 1791, recorrer las tierras de España para examinar los vegetales que en ella crecen. Así escribe Cavanilles cuando transita por Alcoy: “La población es recomendable por sus espaciosas calles, plazas y buenos edificios, y más sin comparación por la industria y la aplicación de sus moradores. Todos sin distinción de sexo, trabajar y ganar la comida. Véase en las puertas e interior de las casas gran multitud de tornos en movimiento para hilar las lanas preparadas de antemano por los cardadores; oyese por  todas partes repetidos golpes de telares; las calles y las plazas están medio cubiertas de las teñidas; cruzarse las caballerizas con paños que van o vienen de los batanes; todos están en continuo movimiento.

   “Los vecinos de Alcoy han hecho en pocos años progresos rápidos en el ramo de la fabricas, introduciendo maquinas de hilar, imitando paños extranjeros y mejorando la papelería….

   No hay duda que si alguno de los más instruidos viajasen y se estableciesen por algún tiempo en las primeras fábricas de Inglaterra, Holanda y Francia, como lo ha hecho varios sujetos pensionados por su majestad para instruirse en matemáticas, astronomía, medicina, etc… Cuanto provecho sacaría el Reyno de Valencia y aun toda España, si se consignasen para dicho objeto tan industriosos como son los de Alcoy; que sin salir de su tierra han hecho tales progresos”