La Guerra de Sucesión será una de las más extendidas por el territorio español, guerra nacional pero a la vez internacional por los diversos intereses que ocasionaban en las diversas cortes europeas del momento. Dicha guerra duraría desde 1701 hasta 1713 con la firma del tratado de Utrech, aunque habría focos tardíos y que faltarían por apagar hasta 1715 con la capitulación de Mallorca.
La contienda se originaría por la muerte sin descendencia del rey Carlos II, el último rey de la casa Habsurgo. La presentación de dos candidatos al trono de España causará la batalla, siendo estos Felipe de Anjou (candidato de Luis XIV y nieto de este) de la casa Borbón y el Archiduque Carlos (hijo y candidato de Leopoldo I, emperador del Sacro Imperio Romano-Germánico).
Por toda España se erigieron dos bandos, los que estaban a favor de Felipe de Anjou, futuro Felipe V, y los que estaban a favor de la entronización del Archiduque. Mientras que Castilla se decidiría por apoyar al candidato francés la Corona Aragonesa indecisa al principio se decantaría por Carlos, aunque los reductos borbónicos en Cataluña y el Reino de Valencia serían harto extendidos. Por tanto en la misma Corona Aragonesa ambos bandos se enfrentarían encarnizadamente divididos en Maulets(favorables al austriaco y en general campesino) y Botiflers (generalmente la nobleza que se adscribió a la causa borbónica). Al mismo tiempo se estaba dando una guerra internacional con epicentro de batalla en España, siendo Francia y la mayoría de España del bando de Felipe, e Inglaterra que trataba de evitar una alianza entre dos países con reinado Borbón (Francia y España) que le dejarían en una situación de aislamiento, Provincias Unidas (Holanda), Prusia y el Imperio con el tratado de la Gran Alianza.
Siguiendo con Alicante, los maulets se harían fuertes en el campo de Alicante, mientras que las fuerzas borbónicas formarán una milicia urbana en 1706 comandada por don Pedro de Burgunyo. La realidad es que los maulets no ofrecieron gran perjuicio ni revuelta ya que la nobleza, favorable al candidato francés, controlaba la milicia urbana. Además la ciudad contaba con un fuerte contingente de militares franceses llegados por mar al municipio levantino. Además los gremios no fueron muy proclives a la causa austracista, siendo esto un factor importante en la no alineación de la ciudad con el Archiduque Carlos. Alicante tendría que ser ganado para Carlos III (el archiduque Carlos) por un ejército inglés en 1706, no por la adhesión interna de sus habitantes. La experiencia austracista duraría tres años pese al poco apoyo popular que tenía en principio gracias al ejército inglés. Los últimos efectivos del aspirante austriaco se defendieron en el castillo de Santa Bárbara agazapados, hasta que una mina colocada por el ejército francés en el monte Benacantil hizo estallar parte del castillo, aguantando aún así unos 40 días más las tropas inglesas debido a la gran fortaleza alicantina.
La Guerra de Sucesión no fue una batalla secesionista por parte de la Corona de Aragón como se ha querido hacer ver, es una batalla por el control del país y por los intereses que ofrecían uno u otro candidato a las diferentes casas aristocráticas, una guerra únicamente por la sucesión al trono de España que se vio envuelta en una batalla internacional por diversos intereses.