Almoradí consigue independizarse de Orihuela en 1583 al obtener el Privilegio Real de Universidad. Anteriormente, dicho término carecía de entidad jurídica al estar configurado como Lugar o Aldea, por tanto se adscribía a otro municipio. Es necesario aclarar que, según el número de vecinos y casas, hablaremos de Lugar o Aldea, Universidad, Villa y Ciudad. Es dependiente por tanto de la situación y el potencial económico y demográfico de cada unidad administrativa.
De acuerdo a estas circunstancias, Almoradí se esgrime como un ejemplo perfecto, ya que en estas fechas experimenta una creación de riqueza y un crecimiento demográfico importante, dando lugar a la formación de un nuevo término segregado del matriz. Estas nuevas y favorables perspectivas económicas fueron posibles gracias al auge agrícola experimentado y a la ampliación del espacio de regadío, cuyo desencadenante fue la construcción del Azud de Alfeitamí en 1571, hecho que hizo posible por otro lado una notable colonización del terreno y un retroceso o reducción del almarjal.
Al mismo tiempo, este privilegio permitió una demarcación territorial propia, un hecho que depende de condiciones que responden a un orden económico, social y político que pueden llevar consigo modificaciones, nacimientos o desapariciones en el territorio. Es por ello que la nueva entidad política-administrativa originó enfrentamientos con el municipio matriz en lo referente al amojonamiento del término y a la definición del uso de los aprovechamientos comunales. Una situación que, sin embargo, resulta inevitable dada la complejidad que encierra.
En cualquier caso, Almoradí logró constituirse como municipio autónomo en un contexto de desmembración municipal y bajo la jurisdicción alfonsina o menor. Su nueva categoría le permitió el nombramiento de órganos de gobierno locales, con la posibilidad de organizarse de forma autónoma, con cargos de gobierno y administración, elegidos entre el propio vecindario. Y en contra de lo aparentemente previsible, su independencia no obtuvo la oposición de Orihuela. Al parecer, la muerte del síndico oriolano impidió que la ciudad recurriera la decisión real. Y no debemos olvidar que años antes ya habían fracasado en su empeño por evitar la independencia de Callosa, ante la cantidad de trabas judiciales que dispuso el gobierno municipal.
Finalmente, debemos comentar que la obtención del privilegio de universidad implicaba una contraprestación económica de 5000 libras. Durante el reinado de Felipe II la hacienda pública atravesaba serias dificultades y necesitaba ingresos que le permitieran hacer frente a la política imperialista. Así pues, este tipo de contraprestaciones sirvieron para recaudar fondos, provocando y fomentando, al mismo tiempo, el proceso segregacionista de las tierras valencianas.
Almoradí forma parte de este proceso, su afán de independizarse quiso demostrar su estabilidad económica y sus divergencias históricas y culturales respecto a Orihuela.
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