Datos sobre el crecimiento demográfico en el siglo XVI en Almoradí

 

Almoradí experimentó a lo largo del siglo XVI una coyuntura económica expansiva y compartida por otros núcleos habitados del Bajo Segura. A este contexto de estabilidad debemos sumarle el fin de los problemas derivados de la Primera Germanía. Es así como tiene lugar el proceso de independencia de muchos núcleos que hasta entonces eran catalogados como aldeas o calles de Orihuela.

En este contexto podemos ver un importante crecimiento demográfico que influye directamente en la emancipación municipal de la que hablábamos. Es destacable por tanto, el importante salto demográfico protagonizado en este siglo. Según los padrones fiscales para la cobranza de impuestos, el vecindario de Almoradí se incrementó en 106 hogares, al pasar de 116 casas a 222, en el periodo comprendido entre 1513 y 1583. En esta gráfica podemos apreciar dicha evolución.

 

Cuadro 3

 

Según el censo fechado entre 1565 y 1572, Almoradí era después de Orihuela y Callosa del Segura, la población más numerosa de la comarca, seguida de Guardamar y Albatera. Sin embargo, aunque ocupa el tercer puesto en comarca, a nivel nacional su población le otorgaba un lugar muy bajo, en un entorno medio-bajo de la España del siglo XVI. Un contraste que solo podemos apreciar si partimos de una observación más general y distante, analizando por tanto a distintas escalas, no solo a nivel local, sino también regional.

En cuanto a la estructura social, predomina la clase media, siendo étnicamente homogénea, frente al estamento privilegiado y las masas desfavorecidas, lo que evidencia la clásica pirámide de base ancha que se va estrechando progresivamente. Podemos destacar cinco manos o clases sociales, las cuales viven del jornal diario. Abunda la población joven y por supuesto el dominio del varón en la sociedad del momento.

Creemos necesario hacer referencia a la situación de las mujeres, ya que destacan como uno de los elementos sociales más marginales en la configuración de esta estructura. En los padrones, las mujeres se las inscribe con el nombre del marido, por lo que se vuelve complicada la obtención de un porcentaje real o claro respecto a su situación precaria. En cualquier caso, se sabe que las principales víctimas de la pobreza eran las viudas, por no destacar las desigualdades sociales con las que convivían con el resto de la población. Tenemos constancia de que tres de cada cuatro pobres eran mujeres y viudas.

Para finalizar, debemos destacar que en momentos determinados, la expansión demográfica sobrepasó a la económica, pero dada la etapa de prosperidad por la que pasaba Almoradí, muy pronto sino muchos no pudieron ascender socialmente al menos sí pudieron huir de la pobreza. Sin embargo, no debemos olvidar que a medida que avanza la centuria y comienza el nuevo siglo XVII las diferencias se mostrarán progresivamente más acuciantes.

 


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