ESBOZO DE LA FIGURA DE LOS ADMINISTRADORES DE LA CIUDAD DE ALCIRA DURANTE LA SEGUNDA MITAT DEL SIGLO XIV.

En esta entrada queremos sobretodo centrarnos en la figura del mayordomo, el peiter y el colector, para proceder a realizar una pequeña descripción de las obligaciones de su cargo a si como poder con esto intentar imaginar y comprender a grandes rasgos de que manera y como se recolectaba el dinero producido por la villa.

En primer lugar y por orden de importancia en la cúspide de este entramado burocrático, encontramos la figura de los ya renombrados Jurados de la ciudad, siendo estos el único cargo elegido y como función de su ejercicio serán ambos dos quienes deban designar el resto del aparato burocrático y recaudatorio.

EL MAYORDOMO.  Esta figura  realiza la función de tesorero, salvaguardándolas cantidades definidas y solicitadas  por los jurados. También está entre sus funciones  recoger el importe de los alquileres de las sisas. Entre sus obligaciones también tiene que  de dar ciertas cantidades al peiter para que este último con las cantidades obtenidas por la recaudación de la peíta pueda prevenir y subsanar futuras deudas o censos contraídos por la villa de Alcira. Cuando finaliza su ejercicio deberá mostrar y rendir cuentas a los Jurados y los restos de la administración de su ejercicio serán ingresados por el nuevo mayordomo. La importancia de este cargo radica en que esta figura está en contacto continuo con el dinero generado, lo cual supone imponer ciertas clausula en el contrato del nombramiento del cargo tales, como prometer a los Jurados una buena administración del dinero y aceptar toda responsabilidad en la figura del mayordomo y en su propia persona si se obrase mal. La infracción se amonesta con unos 2000 sueldos además de tener que poner como aval las propias propiedades muebles en inmuebles  como seguro en caso de que se mal obrase.

EL PEITER. Se trata de una figura destacada por su importancia económica ya que es el encargado de la recaudación de la peita. Esta recaudación recaía siempre en dos personas, uno designado para el término municipal y un segundo era el recaudador de la peita en las alquerías. Este último entregaría todo lo obtenido por el impuesto de la peita en las alquerías al recaudador del término municipal. Un ejemplo se encuentra en un libro de cuentas de la ciudad fechado en el año 1380, donde se puede conocer la identidad de los PEITERS: Françesc Serinyà y Vicent  d’Esplugues. Una vez recaudado el impuesto totalmente, el peiter  del término municipal realizaba los pagos de los censos del Concejo del municipio, pagaba el salario de los Jurados, así como los correspondientes sueldos del resto de técnicos del aparato burocrático. De este impuesto también se también designaba cierta cantidad  para el pago de las escolta del reino de Valencia y la iluminación  de las iglesias.

Por último poder realizar un pequeño esbozo de otra figura que también realizaba recaudación de un impuesto. Nos referimos al Colector. Dicha figura era la encargada de la recaudación del impuesto de captación, el cual equivalía a unos 4 sueldos y 6 dineros por persona cristiana. Este mismo canon se aplicaba sobre la población musulmana pero el recaudador era en este caso  el Baile Local. Un ejemplo recogido en el libro antes  mencionado es Vicent d’Alcanyis el cual fue designado por los jurados obteniendo 160 sueldos por su ejercicio.


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