IBN AL-MANSUR , SAN BERNARDO MARTIR DE ALCIRA

Príncipe y diplomático  andalusí. Era el hijo del emir de la taifa de Carlet , Al-Manzor  , hermano del sucesor de la taifa y como hermanas tenia a Zaida y Zoraida. Nacido en una alquería de Pintafarrés (Carlet) perteneciente a la jurisdicción de Alcira. Se educo en la corte del rey de la taifa de Valencia. Pero su historia comienza en el año 1156 cuando fue enviado en calidad de embajador a la corte de Aragón, situada en estos años en Barcelona. Visitó pues al rey Ramón Berenguer IV para la liberación de unos prisioneros de guerra. La negativa del monarca fue rotunda y sin más que hacer retomo el camino de vuelta a su tierra, el reino de Valencia., durante esta travesía, tras perderse en el camino, casualmente llego a sin saber cómo a la puerta del monasterio de Carlet, según aparece escrito fue atraído por unos cantos celestiales así como por la fascinación del entorno del monasterio la cual llegaba a definir como un paraíso. Atraído por la monumentalidad de la infraestructura y secundado por su propia curiosidad, pediría alojamiento  y tras una estancia en el, despediría a su criado, siendo este el momento en que abrazaría la nueva fe, la Cristiana. Fue bautizado y recibió como nombre Bernardo. Mientras se celebraba el acto del santo sacramento del bautismo sus nuevos compañeros entonaron el himno religioso TE DEUM.  Tras una larga reflexión deciria marchar a predicar la palabra de dios, y como buen cristiano procedería primero a trasmitirla a los suyos. Tras una corta visita a una tía suya en Lérida para intentar su conversión, marcharía con infinidad de alegría tras saber que ella ya se había convertido y profesaba la nueva religión. A continuación en 1181 marcharía hacia el reino valenciano para realizar la misma hazaña, pero esta vez sería muy diferente. Conseguiría la conversión de sus dos hermanas Zaida y Zoraida, las cuales fueron bautizadas con el nombre de María y Gracia respectivamente. Ellas serán las que acompañen y sufran el martirio que les esperaba pues tras abandonar a su hermano y nuevo heredero de la taifa, Almanzor. Este último se opuso a la conversión de sus tres hermanos no entendiendo su acto de conversión. Acusaría a su hermano, ahora llamado Bernardo de traición a la familia y traición a  su fe. Estos actos desembocaran en la persecución martirio y muerte de los tres hermanos. Será en un bosque cercano, en la jurisdicción de Alcira donde darán finalmente caza y muerte a las llamadas tres Purpuras de Alcira. No será Almansur quien manche sus manos con las sangre de sus semejantes, sino que ordenaría la muerte a un barquero, que los acompañaba.  Tras apalear a Bernardo, fustigarlo y golpearlo, llegaría su fin y su unión con dios a modo de martirio, en el momento que este barquero con un mazo y un enorme clavo  diera su sentencia al futuro mártir. Maniatado en un árbol y pidiendo por sus asesinos, como hizo Jesús en la cruz, encontraría la muerte cuando se le clavara a golpes el clavo en la frente. María y gracia correrían la misma suerte y fueren ejecutas a continuación.

Sus cuerpos fueron enterrados por los mozárabes en los arrabales de Alcira.  Las huestes de Jaume I, al encontrar sus restos y tras la conquista de la ciudad de Alcira, mandó construir en su memoria, una ermita en el lugar de martirio de los tres hermanos.

“Quedó esmaltado con el purpura de su sangre aquel campo, y volaron sus almas gozar mejores delicias que las que fingieran sus poetas en los campos elíseos”


Posted

in

by

Comments

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *