El Archivo Municipal de Denia es el lugar donde se custodia la documentación histórica y administrativa de Denia, así como la documentación incorporada (donaciones o adquisiciones) y otros materiales, garantizando de este modo su conservación, organización y servicio al público.
Su origen se remonta a inicios del siglo XIV, cuando el Ajuntament de Dénia decidió comenzar a conservar la documentación que producían. Desde entonces, el volumen documental del archivo ha ido aumentando y continúa en activo todavía en nuestros días. Pero hoy nosotros nos interesaremos por el funcionamiento del archivo durante la Edad Moderna.
El siglo XV y la primera mitad de la centuria del XVI supusieron una etapa de consolidación del archivo municipal, perfeccionando las técnicas de conservación y organización de la documentación. Pero sin duda, el período de mayor esplendor, y por consiguiente, de mayor cantidad de entrada de documentos al archivo dianense es el que abarca los últimos compases del siglo XVI y el primer tercio del Seiscientos, del XVII. Durante este tiempo, la villa de Denia se encontraba bajo la tutela de Don Francisco Gómez de Sandoval, el V Marqués de Denia y Duque de Lerma, privado del monarca Felipe III. De estas fechas datan la mayoría de los edificios representativos de la ciudad como el Convento de las Monjas Agustinas, las Atarazanas, el Convento de San Antonio…y también el otorgamiento del título de Ciudad en 1612. El privilegio concedido por Felipe III a la villa repercutió en un aumento del cuerpo administrativo de la ya desde entonces ciudad de la provincia alicantina. Creció el número de jurados así como otros sectores del personal de administración, que adquirieron su propio escudo, por lo que la custodia de los documentos mejoró significativamente. Prueba de ello es que, en el año 1624, encontramos la primera referencia en la documentación al “Archivo de Sala”. El rápido crecimiento a todos los niveles que estaba experimentando Denia en estos años trajo consigo la creación, dentro del Ayuntamiento, de una nueva sede para los documentos administrativos.
Sin embargo, el auge de estos siglos se vio roto en el siglo XVIII con el inicio de la Guerra de Sucesión Española, acontecimiento que supuso la decadencia de Denia puesto que fue uno de los lugares que más apoyo recibió el bando vencido. Las consecuencias, evidentemente, fueron fatales para la ciudad y, por consecuente, para su archivo. La nueva Gobernación Borbónica controló militarmente el territorio, la Casa Consistorial fue ocupada por las tropas y el gobierno municipal se trasladó junto con su archivo a diferentes casas alquiladas con la consecuente pérdida de valiosa documentación.
El Archivo Municipal de Denia entró así en una profunda crisis de la que no salió verdaderamente hasta el establecimiento de la II República Española ya en el siglo XX.
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