La historia política de Elda y Petrer durante la Edad Moderna, es inseparable ya que para los siglos que nos atañen (siglos XVI-XVIII) ambos señoríos pertenecían al mismo condado, el condado de Elda, que a lo largo de todo este periodo estuvo en manos de la familia Coloma. Debemos remontarnos al siglo XV para entender como la propiedad de estos territorios pasó a formar parte del patrimonio de los Coloma.
En un primer momento era propietaria de este señorío la familia Corella, titulares del condado de Concentaina, que habían adquirido estos territorios mediante su compra, en el caso de Petrer a Doña Violante de Bar, viuda de Juan I de Aragón y en el de Elda, junto con el señorío de Aspe, a Don Pere de Rocafull. Elda, Petrer y Salinas pertenecieron al linaje de los Corella durante el siglo XV hasta que la situación financiera de la familia nobiliaria y el cambio de sus intereses geoestratégicos les llevó a vender sus territorios.
La enajenación de estos territorios se hizo en favor de personajes importantes al servicio de los Reyes Católicos con especial fijación e interés en estas tierras. De esta manera se formalizó la venta de los señoríos de Elda y Petrer a Mosén Juan Coloma (1513-1517), cuya familia, natural de Zaragoza, se había ennoblecido recientemente.
Este personaje de origen plebeyo pero cristiano viejo entró al servicio de la corona de Aragón durante los reinados de Juan II de Aragón y Fernando II el Católico. En pago por los servicios prestados a la corona se le concedió el título de “nobleza de Aragón” a su esposa y a su hijo, y se le concedió el título de Conde de Elda en 1516. La repentina muerte de Fernando II el Católico hizo que esta concesión quedara sin efecto legal por lo que no se formalizaría hasta unos años más tarde. La concesión del título de nobleza a su esposa llevó a que, durante este periodo anterior a la oficialidad del condado, se asentara la tradición familiar de anteponer el apellido materno (Pérez Calvillo) al paterno (Coloma), por lo que es habitual hasta el año 1577 -fecha en que se estableció oficialmente el condado- encontrar entre la documentación a los señores de Elda con este apellido.
A Mosén Coloma le siguió su hijo Juan Francisco (1517-1539), quien heredó todos sus bienes en las coronas de Aragón y Valencia. Fue en este momento que la familia estableció su residencia en tierras valencianas y se llevaron a cabo distintas actuaciones de notable importancia como la petición del privilegio que permitiera a los campesinos abastecerse de agua para el riego de sus cultivos y la conversión de la mezquita aljama de Elda en iglesia parroquial bajo la advocación de Santa Catalina Mártir, con la consiguiente conversión forzosa de la población mudéjar del condado.[1]
[1] BELANDO CARBONELL, Remedios. 12. El condado de Elda, siglos XVII-XVIII. De la expulsión de los moriscos a la desaparición del señorío (I). En: Historia de Elda. Elda: Ayuntamiento de Elda, Caja de Ahorros del Mediterráneo. Tomo I, 2006, pp 199-216. ISBN: 84-87962-21-1