Virgen de Orito, Convento-Santuario de Orito y San Pascual Baylón II: S. XVII

A comienzos del S. XVII se consigue que la Iglesia acepte legalmente la aparición de la Virgen de Orito. Esto se debe en gran parte a la labor realizada por el Obispo de Orihuela Joseph Estevan, quien ordenó que se realizara una “Declaración auténtica y jurada” acerca de la aparición de la Virgen de Orito ocurrida en el 1555. Para dicha labor, se recogió la declaración de 9 testigos en un informe jurídico que fue enviado a instancias superiores de la Iglesia y finalmente aprobado.

En el 1607 finaliza la construcción del nuevo convento y la hospedería que habían comenzado a finales del siglo anterior, y para su inauguración vino el Obispo de Orihuela, Andrés Balaguer, quien bendijo el nuevo convento. Las visitas siguieron creciendo por lo que el papel de la Hospedería fue vital para poder albergar a los numerosos peregrinos. Un hecho que aumentó las visitas a Orito fue que en el 1618 se beatificó a San Pascual Baylón.

Tal era la devoción que se tenía a la Virgen de Orito, no sólo en la localidad monfortina, que en el 1634, ante una gran sequía que asoló toda la Huerta de Alicante, se recurre a la Virgen de Orito. El justicia, los jurados y diversos cargos eclesiásticos de Alicante, llevan la Virgen de Orito en procesión hacia la iglesia de San Nicolás, donde también se había llevado la Santa Faz con el objetivo de acabar con la sequía. Tras 3 días en Alicante, fue devuelta a su convento original con una nueva peregrinación.

El recurso de utilizar a la virgen para plegarias y ruegos fue  habitual, ya que en el 1662 la imagen de la virgen se vuelve a llevar a Alicante para acabar de nuevo con la sequía en la huerta alicantina, estando esta vez 7 días en la iglesia de San Nicolás. La historia se volvería a repetir en el 1668.

Por lo que respecta a la figura de San Pascual Baylón, fallecido en los últimos años del anterior siglo, como ya hemos dicho, fue beatificado en el 1618. Unos años más tarde, el 17 de mayo del 1637 se realizó la primera Romería en su honor Sería a finales de siglo, en el 1691, cuando se produce un hecho importante para la figura de San Pascual Baylón y para la localidad Monfortina. Ese año, en julio, el Papa Alejandro VIII promulga una bula por la que se canonizó a San Pascual. Ante este nombramiento, el justicia de Alicante, Gaspar Castillo, decretó fiestas en su  honor por lo que se realizaron misas, procesiones, fiestas de fuegos, danzas, corridas de toros y una fiesta de moros y cristianos durante el verano de 1691. La fiesta se trasladó a otros lugares de España (Zaragoza, Granada o Barcelona entre otras localidades) e incluso de Europa (Roma, Venecia, Nápoles, etc.). Pero sin embargo, la fiesta en Alicante terminó de forma trágica ya que durante el verano de 1691 barcos franceses bombardearon Alicante, obligando a muchos ciudadanos a refugiarse en el interior, siendo un punto de recepción el convento de Orito.

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