LAS RELACIONES FEUDALES EN LA BAILIA DE MORELLA

Concretamente en este apartado trataré más que de las relaciones feudales, de la modificación de las relaciones de la propiedad.

La Bailía de Morella era una de las entidades en que se dividía el Reino de Valencia respecto a la administración del Patrimonio de la Corona y en este territorio eran escasos los censos enfitéuticos donde la monarquía se reservaba el dominio directo sobre la tierra.

La propiedad feudal de la tierra no estaba en manos del monarca, se trataba de una propiedad de carácter alodial (libre de cargas señoriales), pero estos alodios sin embargo, no estaban al margen de las relaciones feudales dominantes en la sociedad del antiguo régimen sino que quedaban sujetos a los derechos jurisdiccionales que poseía el señor feudal, y a las rentas de tales derechos.

Este carácter alodial de la propiedad de la tierra se mantuvo hasta finales del siglo XVII, pero los efectos de la crisis del Seiscientos implicó una alteración fundamental en las formas de tenencia. En la Bailía de Morella hubo un clásico movimiento de tijera: descenso de los precios del grano cuando la produccion de trigo se multiplicó, y en este contexto surgió el censo consignativo y su expansión.

El censo consignativo era la simulación de una transacción para ocultar tras ella la concesión de un préstamo, es decir se simulaba una venta para percibir una renta, pero en ningún momento el bien sobre el que se imponía el censo cambiaba de manos.

Este censo comportaba unas determinadas relaciones sociales (las feudales) y a ellas respondía. La pensión recibida se convertía en una renta feudal sobre la tierra, una nueva servidumbre de carácter extraeconómico a añadir a las ya existentes (un instrumento más de sujeción del campesinado).

Desde finales del Seiscientos y principalmente tras la Guerra de Sucesión, se hicieron manifiestos los efectos del endeudamiento progresivo del campesinado morellano. La acumulación de censos consignativos en manos de un solo acreedor comportará un fenómeno de evidente “refeudalización”.

La degradación de las condiciones del campesino les hacía depender cada vez en mayor medida de los recursos que conseguían mediante el putting-out y los bienes comunales. El primero de ellos fue un aspecto fundamental en la configuración socioeconómica de los territorios de la Bailía de Morella.

La extensión de la manufactura textil durante el XVIII se relaciona con la presión del feudalismo sobre los campesinos. El pago de rentas, tributos y censos  convertía el trabajo manufacturero en uno de los principales recursos de las familias campesinas para poder subsistir.

La combinación entre la hilatura, establecimiento de tierras y dispersión de hábitat sirvió para que el putting-out pudiera desarrollarse ampliamente con todas sus características: mano de obra flexible y temporal, trabajo a destajo y un comerciante que controle el proceso productivo sin un control directo de la propia producción.

Vamos ahora con el segundo de los recursos, los bienes comunales. Carlos III a través de la Real Orden de 10 de junio de 1760 reclamó sus derechos como señor feudal del realengo, con objeto de reordenar el patrimonio de la Corona. Las indagaciones de los fiscales llevaron a exigir para el Real Patrimonio una cantidad muy importante de tierras, acusando a los ayuntamientos de haberlas usurpado y tratar irregularmente con ellas. Los fiscales solicitaron estos terrenos denominándolos como baldíos, pero que en su mayor parte eran comunes de los pueblos.

A consecuencia de estas leyes promulgadas para el reparto de terrenos propios y baldíos tuvo lugar el pleito de mayor trascendencia en la Bailía de Morella, el de la dehesa de la Vallivana. Los ayuntamientos exigieron el reintegro no del dominio de las masías, sino el carácter comunal de los aprovechamientos de los terrenos de las masías, y por otro lado, los dueños de éstas trataron de impedir el uso colectivo de los terrenos incluidos en los límites de las masías por considerar tales usos como particulares, con objeto de conseguir mayores ingresos.


Posted

in

by

Comments

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *