A lo largo del periodo que engloba la época moderna, en la villa real de Ontinyent, las autoridades evitaban siempre que podían, la presencia de mendigos y gitanos. La importancia de este sector social no era relevante, y como consecuencia de ello, cabe destacar la presencia de un hecho importante durante 1592, cuando se produjo una llegada masiva de forasteros procedentes de Valencia y alrededores para avituallarse de trigo, lo que provocó la huida de mendigos hacia poblaciones donde existieran menos problemas de subsistencia como Ontinyent.
Como consecuencia de esto, las autoridades ontinyentinas expresaban su inquietud, porque no podían distinguir a las personas impedidas para trabajar y a las que verdaderamente eran unas malhechoras, que derivaba en un aumento de la represión y la violencia.
A partir de este momento la sociedad ontinyentina se iba a caracterizar por ser una sociedad bastante violenta ya que no resultaba nada extraño la posesión y el uso de armas en plena vía pública algo que iba a recrudecerse durante 1667-1672 ya que durante este periodo de tiempo se produjeron dos sucesos, dos crímenes que conmovieron a la población como el asesinato del acequiero mayor Berthomeu Fabra y el escopetazo a su hermano Lluís.
Este delito ponía al descubierto, las tensiones de una sociedad que solucionaba sus diferencias de manera violenta, en un lugar como el de Ontinyent, en el que el reparto del agua era motivo de bastantes conflictos debido a que planteaba muchos problemas.
El segundo hecho dramático del que hablábamos y que se produce durante este periodo que englobaría desde el año 1667 hasta el 1672 sería el atentado contra el superior del monasterio de los padres descalzos. Ante estos dos sucesos, el consejo ontinyentino, actuará de la misma manera y es que recompensaba a las personas que ayudasen al justicia, para resolver estos problemas, con una recompensa de 500 libras.
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