Ontinyent, durante la época moderna estaba íntegramente habitada por cristianos viejos, pero tras la conquista de Jaime I, al ver que los musulmanes estaban desbordados por la masiva llegada de cristianos, y comprobar que ya no eran el grupo social con más habitantes de la villa real, y como consecuencia de las guerras internas que tenían entre ellos, decidieron de manera pacífica convivir junto con la población cristiana durante un periodo de tiempo bastante prolongado.
Por lo tanto, las relaciones entre las comunidades cristiana y musulmana, fueron bastante cordiales durante bastante tiempo, hasta que se trastocaron como consecuencia de las revueltas agermanadas.
Germana de Foix estipulaba que a los mudéjares había que predicarles la santa fe católica y la palabra de Jesucristo y algunas capitulaciones se encargaban de eliminar costumbres típicamente musulmanas como trabajar los días festivos, degollar a los animales, hacer pascua después del ramadán o realizar enterramientos al estilo musulmán, además los nuevos cristianos irían señalados con una media luna de paño azul y se verán huérfanos de armas, porque se las quitarán.
Durante este periodo, el colectivo morisco había crecido en un 69,7% frente a un 44,7% de la población. Las mujeres moriscas se casaban, en la mayoría de los casos, una vez cumplidos los 18 años y como consecuencia de esto, se producían un mayor número de nacimientos entre los moriscos que entre la sociedad cristiana, algo que resultaba alarmante, ya que la sociedad cristiana temía tener que quedarse otra vez en minoría.
Cabe destacar también, que la sociedad morisca ontinyentina, vivía, en la mayoría de los casos, en zonas de huerta y se observará una mayor presencia de hombres frente a las mujeres. Los niños eran el grupo mayoritario y la mayoría procedían de la captura como botín de guerra como consecuencia del descalabro morisco y tampoco hay que olvidar la intervención que observaron las milicias ontinyentinas algo que explicaba en parte la presencia de niños moriscos en Ontinyent una vez el dominio cristiano ya se consumaba de manera absoluta.
Deja un comentario