LA BANDERA DE ONTINYENT

Según la historiografía desde los principios de Ontinyent, el poblado fue considerado como villa real y no feudal, esta razón fue la que llevo a la villa a llevar como bandera la del propio rey.

La bandera como vemos en la imagen de abajo está compuesta por cuatro palos dinásticos, diferente y en oposición a otras poblaciones de dependencia señorial o eclesiástica que tenían señeras distinta.

Dicha insignia de Ontinyent, al igual que la de otras localidades, tuvo una función esencialmente militar, encabezando las llamadas milicias urbanas o efectivas que defendían el reino de valencia. Estas banderas se delegaban en acción de guerra contra los ataques de los corsarios berberiscos y representaban a la comunidad local presidiendo en actos civiles y religiosos importantes.

En el archivo municipal de Ontinyent aparece el estandarte de la villa en ocasión de la guerra de germanías. Este estandarte aparece en un documento del 11 de agosto de 1522 en el cual el emperador Carlos I comunica a las autoridades de Ontinyent de la resistencia agermanada que hay en Alzira y Xátiva y ordena que se recluten hombres para poder combatir a los rebeldes. Al lado de la señera del rey figura la bandera de campo que enarbolaban las milicias populares de Ontinyent.

En 1453 los turcos toman Constantinopla y los ataques berberiscos se hacen más frecuentes en las costas de la Marina Baixa. Dada esta situación la solución que se propuso fue la dividir el territorio en partidas y a cada uno asignarle un número de hombres de las milicias urbanas para que estas fueran efectivas y estuviesen organizadas ante cualquier ataque turco.

A Ontinyent de esta repartición le van a corresponder 300 hombres según la repartición del virrey de Valencia,  el Marqués de Mondéjaren febrero de 1575. Aunque más tarde la cantidad se rebajaría a 200 por petición de las autoridades locales por diversas causas como por ejemplo que se les exigía que las tropas reclutadas estén compuestas por vecinos de la población que fuesen cristianos viejos, sin contar que el alistarse era de manera voluntaria. Felipe III confirmará más adelante que las villa reales como era el caso de Ontinyent no estaban obligadas a prestar el servicio de armas por la fuerza.

El 10 de abril de 1576 se realizó una sesión de las autoridades de Ontinyent en la cual formaron parte el justicia Miquel Geroni Urgellés, los jurados Matheu Garcia y Berthomeu Fonfrida junto con otros miembros del consejo particular de Ontinyent para comprar una nueva bandera de la villa real ya que debido al aumento demográfico y por tanto también de las milicias urbanas, estas últimas en las batallas contra los enemigos del Reino de Valencia, debían de portar la bandera que les correspondía como villa real, es decir la del rey con cuatro palos rojos sobre fondo oro.

Además del uso militar que se hacía de la bandera, también se conservaba la señera en la llamada Casa de la Villa (que se mandó a construir hacia mediados del siglo XVI, enfrente de la antigua muralla para alojar la institución municipal llamada consejo) y que representaba a toda la población.

Con el paso de los años se perdieron las banderas originales quedando plasmadas en algunos documentos como el que hemos citado anteriormente aunque se han conservado los escudos de armas que son un reflejo de las antiguas señeras.

750px-Siñal_d'Aragón.svg

(En la imagen podemos ver la bandera de Ontinyent).


Posted

in

by

Comments

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *