LOS CONFLICTOS INTERNACIONALES EN EL ONTINYENT DEL SIGLO XVI

Durante el reinado de Felipe II la presión musulmana procedía de la flota turca y los corsarios berberiscos, algo que involucró directamente a la Universidad de Ontinyent en los conflictos internacionales.

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(Felipe II).

Ontinyent formaba parte de lo que era el entramado defensivo de litoral valenciano. Las autoridades forales avisaban a las milicias de Ontinyent pero el despliegue era muy lento y casi siempre se llegaba tarde al auxilio de las costas.

La participación de las universidades  reales en los asuntos de defensa era bastante importante. Las autoridades ontinyentinas, fueron especialmente sensibles en este aspecto, ya que defendieron celosamente sus prerrogativas  y no permitieron ningún  menoscabo de su poder.

La primera intervención ontinyentina contra los corsarios, se remonta al año 1526. Precisamente en el día del Corpus, en el consejo particular, se leyeron dos misivas recién llegadas, y ambas respondían a un mismo contenido y mensaje. La primera de ellas provenía de la villa de Benissa, donde se habían desembarcado más de 1000 hombres de 35 bandos enemigos. “Los atacantes han robado, asesinado a un capellán y producido enormes lesiones a diversas personas, y poco después han marchado en dirección a Teulada”.  La segunda misiva comunicaba la existencia de 20 barcos en la playa de Altea a los cuales se podían sumar otras 50 más, los cuales se dice que llevan una artillería pesada de la que tenemos un gran conocimiento.

El  consejo ontinyentí, prometió un rápido auxilio  apoyándoles con la  llegada de la gente más preparada, a pesar de que en aquellas mismas hornadas, habían ofertado más soldados destinados a sofocar la sublevación morisca de la sierra de Espadán.

Otro ataque realizado por la armada norteafricana sucedió en Julio del 1532, cuando más de 500 enemigos desembarcaron en el valle de Alfandenc. El duque de Gandía y su nieto, Don Francisco Centelles, el conde de Oliva, les ha frenado el paso. Los dos nobles pidieron ayuda a la villa de Ontinyent, desando el envío de hombres armados para vigilar y prevenir futuros ataques  durante todo el mes de Septiembre. La Villa del Clariano accederá al mensaje de muy buen grado, ya que no olvidan los favores que el conde de Oliva les proporcionó en las diferencias armadas que mantuvieron con Villena, ayuda que entonces se materializó con mucha gente de pie y de caballo.

A  partir del tratado de Cateau-Cambresis en 1559, un periodo de relativa calma se inauguró en Europa. En el mediterráneo el panorama es completamente distinto, la corona hispánica y Turquía ocupaban las 2 mitades de este mar y estaban reanudando su duelo por ver cuál era la potencia hegemónica del mediterráneo.

La  rebelión de los moriscos granadinos en 1568 significó un tropiezo en la recuperación hispánica iniciada en el asedio a Malta. Los musulmanes conquistaran Chipre y Túnez. La respuesta fue la formación en 1570 de la Liga Santa integrada  por los estados pontificios, Venecia y la monarquía de Felipe II. Prueba de la agresividad musulmana se constata en el verano de 1571 cuando en las costas de Gandía, habían divisado galeras enemigas con la intención de saquear y embarcar a nuevos cristianos. Las autoridades ontinyentines  obedecían enviando 100 soldados a la Marina.

En este contexto bélico tan activo, encontramos en Ontinyent, la primera estructuración de las compañías vecinales. El virrey, el marqués de Mondéjar, notificará a los jurados, la constitución de una capitanía en Ontinyent, de la cual dependía la villa de Bocairent. Ambas poblaciones, habían de mantener siempre dispuestos a 300 hombres en caso de necesidad.

En Abril de 1576, se ordenará que 300 soldados, marchen urgentemente a la plaza de Denia,  en un espacio de seis días, pues habían divisado 30 naves enemigas. Las autoridades regnícolas en la década de los setenta, esperaban una contundente respuesta por parte turca, que afectaría al litoral valenciano. Esta agresión a gran escala no se producirá, pero los lugartenientes generales querían conocer exactamente las tropas con las cuales podían disponer en caso de lucha.

El consejo ontinyentí, el 1 de Marzo de 1577, proporciona toda  una serie de informaciones militares que son comunicadas al virrey, don Vespasiano de Gonzaga. Entre ellos consta la incorporación a las compañías de dos personas expertas en el arte de la guerra. Aquellos antiguos profesionales serán nombrados sargentos y asesorarán al jurado en cap y al justicia  que serán capitán y alférez. Otras datos de interés eran la imposición de la gente hábil y en condiciones de luchar que en Ontinyent eran 1184 hombres y estas cifras significaban un total de 1402 varones aptos para el combate.

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(En la fotografía la torre defensiva del Campello que fue construida entre 1554 y 1557 por orden del virrey de Valencia, don Buenaventura de Cárdenas, con la idea de incorporarla al sistema de torres de defensa costera contra los ataques de los piratas berberiscos).


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