TÍTULOS HONORÍFICOS DE LA VILLA DE ONTINYENT

Ontinyent en el año 1286 fue cedida por un tiempo junto a otras poblaciones como Cullera, Bocairent, Calpe, Altea y otras villasa don Jaspert de Castellnou en concepto de feudo, esto se realizara porque el rey de Francia había confiscado las tierras de don Jaspert de Castellnou en el Rosellón y Alfonso III  de Aragón le dará estas tierras por haberlo apoyado y servido en sus decisiones.

De una manera ya definitiva la villa de Ontinyent pasaría a manos de la noble  familia de los Vilaragut que sería incorporada al real patrimonio por Pedro IV.

El privilegio se encuentra en un documento que está firmado en la ciudad de Tarragona, el 12 de marzo de 1370 y en el cual podremos ver el juramento que Pedro IV hace sobre los evangelios, y por el cual se comprometía a no separar a Ontinyent de la corona y que si algún día pasase el caso en el que, contradiciendo el anterior privilegio, se hiciera donación u algo parecido, se le concede facultad al justicia, jurados y prohombres para que no obedecieran las órdenes, aunque se presentara la autorización del rey y si fuese necesario resistirse a mano armada contra el gobernador general o el vice-regente.

Ontinyent tendrá este privilegio durante todo el período foral, en lo que se llama el Brazo Real o popular, en los cuales se integran los procuradores o síndicos de las ciudades y villas reales como por ejemplo, Valencia, Alicante, Xátiva, Orihuela, Alzira, Alcoy, Castellón de la Plana, Morella, Villareal y la propia Ontinyent, todas estas poblaciones tenían voto en las cortes pero desaparecen con Felipe V en las instituciones forales por “justo derecho de conquista” de 1707.

Ontinyent recibirá también el título de “leal” y este se le va a otorgar por la fidelidad que se le da al rey durante el asedio al que fue sometida la villa en 1464 por Pedro I de Castilla y sus tropas, las cuales fueron atacadas por los habitantes de Ontinyent y que cuya defensa del territorio fue alabada por el propio rey, resaltando el carácter señorial de la población.

Ya en época moderna, hacia el año 1767 se sucederán una serie de ordenanzas municipales para el “buen orden y gobierno de la villa” dadas y aprobadas por el supremo y real consejo de Castilla en la que se ordena que de los 17 regidores que conformaban el ayuntamiento, la mitad debían pertenecer a la nobleza y la otra mitad a los ciudadanos.

En el informe que remitieron las autoridades municipales al consejo de Castilla también se puede leer lo siguiente y que obedece al carácter señorial de Ontinyent:

Este pueblo es una de las villas más grandes de este reino y es propia de la corona”

Pietro_IV_d'Aragón

(En la imagen podemos ver a Pedro IV, quien incorpora a la villa de Ontinyent al real patrimonio).


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