La inestabilidad político-social provocada tras la revuelta de las germanías tenía entre sus múltiples consecuencias, una serie de cambios a la hora de elegir a los representantes del gobierno de la villa del Clariano, es decir, de Ontinyent, y es que el monarca, para realizar este tipo de tareas, depositó toda su confianza en el baile, encomendándole la designación de doce aspirantes idóneos para los cargos de jurados.
Estas disposiciones se verán reforzadas con la publicación de una carta el 18 de Mayo de 1523 enviada por el portanveus de general gobernador D. Lois de Cabanyelles que era la máxima autoridad del reino en ausencia del lugarteniente y capitán general, confirmando que el baile tendría que controlar estrictamente el acto, el de la elección de los jurados, elaborando una lista en la que aparecería el nombre de los 12 candidatos que estaban considerados como fieles al monarca, que en estos momentos era Carlos I, lista que recibía el nombre de Ceda.
El baile no encontró ningún problema a la hora de buscar aspirantes, pues, los elementos privilegiados de la localidad, mantuvieron una actitud leal y fiel al monarca.
Todas estas operaciones tenían como consecuencia más evidente, la suspensión del procedimiento habitual de la elección de los oficios municipales, que aparentemente duraría solamente un año, pero esta suspensión se prolongaría durante más tiempo.
Un hecho que provocó que estas operaciones de las que estamos hablando se prolongarán durante más tiempo del esperado fue el nombramiento de Germana de Foix en Marzo de 1523 que se tradujo en un endurecimiento de la represión a todos aquellos que no estaban de acuerdo con los ideales de la monarquía, como los agermanados.
Ante todo este clima de desconcierto, confusión y endurecimiento de la represión, los jurados y consejeros ontinyentins se reunieron para ver qué posición iban a tomar ante la llegada inminente de Germana de Foix, por lo que decidieron enviar cuatro representantes a la corte de Valencia para explicarle los daños que la villa del Clariano había sufrido durante la revuelta de las Germanías, obteniendo como respuesta de la reina el aumento de la crisis económica que la villa estaba sufriendo gracias a la aplicación de nuevas sanciones pecuniarias conocidas con el nombre de composiciones.
Durante el mes de Mayo de 1524, cuando se aproximaba el momento de la extracción de los oficios municipales, Germana de Foix volvió a suspender el habitual procedimiento de elección por no estar asentadas las cosas del reino, y junto con esta misiva, este decreto, venía una relación de doce personas patas nombradas por sorteo que serían las que ejercerían y ocuparían el cargo de jurados.
Finalmente, lo que se denota tras todos estos procedimientos, es un mayor control en la administración por parte de Germana de Foix, estando los habitantes de Ontinyent a merced de las decisiones político-administrativas de los austrias.
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