El siglo XV está considerado como el siglo de oro en la zona alicantina por la historiografía. En el comercio del trigo Hinojosa Montalvo en sus estudios nos hablaba de la importancia de este cereal, igualmente Soler Milla también lo corrobora, la capital de Orihuela junto con sus poblaciones fue uno de los principales abastecedores de trigo. Es durante el siglo XV cuando Orihuela se inserta en las redes internacionales del comercio del mediterráneo y el volumen de intercambios crece progresivamente.
En el comercio marítimo Orihuela se servía de Guardamar, que era una villa con dos cargadores (el de Guardamar y el Cap de Cerver), servían como salida natural a la producción de Orihuela. Hay que resaltar la importancia de las salinas de La Mata por la relevancia de este producto en las rutas mediterráneas ya desde inicios del Trescientos, aumentando el volumen de su circulación a fines de los tiempos medievales.
Tras la guerra de los Dos Pedros, ante la devastación en la que habían quedado las tierras de la gobernación de Orihuela, se concedieron exenciones a comerciantes (como las de lezda, peaje, peso, medida y portazgo en 1365). Un ejemplo de recuperación económica fue la construcción de la lonja en el año 1370. El siglo XIV alicantino se ha considerado un siglo de crecimiento, el volumen de productos agrícolas exportados, la presencia de mercaderes sobre todo italianos y de la propia corona, además de alemanes son muestra de ello.
Ferias y mercados
Un estudio Del Estal nos da datos del interés de Alfonso X y Fernando IV de Castilla de promover la actividad mercantil en las villas y ciudades de Alicante, en el caso de Orihuela fue con Alfonso X, en el año 1272 cuando se consiguió poner una feria anual en Orihuela quedando exentos de pagar portazgo ni otro derecho de lo que vendieran o compraran durante todo el tiempo que durase la feria y con Fernando IV, en 1295 se trasladó la feria anual de Orihuela por todos los Santos, a la festividad del Arcángel S. Miguel, con el fin de adaptar las ferias anuales a una especie de calendario regional. Las ferias de Elche, Orihuela y Alicante, se integraron en el circuito de las ferias del reino de Murcia.
Según el profesor Soler Milla las ferias y mercados adquieren una importancia capital en el estudio del comercio y son elementos vitales en la integración económica bajomedieval. Las ferias concentraban la producción rural de las áreas circundantes a las villas, movilizaban los recursos del campo y a veces dirigían estos productos, no sólo al propio mercado local, sino a mercados regionales.
Los mercaderes
Los mercaderes tenían que pagar peajes –gravamen que se percibía por entrada y salida de productos- en Orihuela se conocía como derecho de almojarifazgo. Otros derechos eran el de “les coses vedades” y el derecho del general.
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